jueves, 6 de junio de 2013

VIVENCIAS DE EL CAÑAR DE TALLANTE Y LA ALJORRA (CARTAGENA): Costumbres, Agricultura, Minería, Comercio y Poesía



VIVENCIAS   DE EL CAÑAR DE TALLANTE Y LA ALJORRA  (CARTAGENA): 
Costumbres, Agricultura, Minería, Comercio y Poesía.



Por: Rogelio Mouzo Pagán,  Junio 2013


A MODO DE INTRODUCCIÓN


            Cierto día recibí una llamada  telefónica de Francisco Solano Martinez, que manifestó haber visto el articulo insertado en mi blog “cronicasmineras”, relativo a la visita al interior de las minas del “Rincón de Morales” junto a  Peñas Blancas que hice como guía de un grupo de excursionistas, el cual, tras manifestar su interés en poder utilizar algunas de las fotos que en aquel se habían insertado para ser utilizadas en una historia en verso que el Sr. Solano estaba haciendo sobre aquellas minas.
 
     La Rambla de El Cañar de Tallante, y la Finca de El Cañar,  situada  junto a Peñas Blancas,

            Añadió que él había nacido en aquella zona minera, que su padre trabajó en aquellas minas y que además, tenía en la zona varias minas en terrenos de su propiedad. Intrigado por el personaje y en el deseo de conocer más aquella zona minera, el día 3 de enero de 2013  me presenté en su domicilio de La Aljorra, para saludarle y saber más cosas sobre su pasado familiar.


          Yo hice poema de las minas            A él lo comento un dia
          Rogelio Mouzo conocí                    con gusto me lo aceptó
          y en ellas quise imprimir                 y este hombre se interesó
          de su blog fotos divinas                  escribir mi biografia



               La Rambla de El Cañar se encuentra en el espacio natural protegido de La Muela Cabezo Tiñoso, bajo las impresionantes paredes de Peñas Blancas. Es cun corredor natural entre el collado de La Cruz y la zona del litoral de Isla Plana.   Este territorio ha estado habitado desde tiempos antiquísimos, debido a la calidad de sus agua, sus recursos naturales y un clima privilegiado
         
          Francisco Solano Martinez nacido en Galifa, Cartagena,  el 14 de octubre de 1945, actualmente está jubilado y reside en La Aljorra, en donde ha desarrollado una importante actividad comercial en el establecimiento de su propiedad denominado “Almacenes Solano”. Negocios que actualmente regentan algunos de sus familiares. Como aficionado a la poesía, Francisco  Solano ha compuesto unos versos para cada uno de los de esta historia.

            Grupo senderista en el interior de la mina Estigia, del "Rincón de Morales", Cartagena.


UNA VISITA A LA ZONA DE EL CAÑAR
  
Aquel día ambos nos desplazamos a su finca de El Cañar, y para acceder a este lugar una vez llegados a Tallante, pasamos por el caserío de El Rincón de Sumiedo, seguidamente lo hicimos por el Collado de La Cruz, para descender por la Rambla de El Cañar dirección a Isla Plana, en cuyo trayecto pasamos junto a la nueva ermita cercana al barranco de Majasaltas.

 A continuación lo hacemos junto al caserío de “Lucia la Tina” y el local donde estuvo la antigua escuela, continuando rambla abajo dejando a nuestra derecha (al Oeste) en 1º termino, la casa de “Los Siamos”, y por encima de ella se encuentran  las casas del tío “Serapio”, la de Francisco “el Quico” y otra más; y aún muy por encima de todas aquellas viviendas, y casi en la mitad alta de la ladera de la montaña,  existen otras dos casas: una de ella vivienda del tío Pepe “el Santo” y la otra de Leandro “el Calibre”
 
 Zona de plantaciones, arbolado y caminos de la finca de Francisco en El Cañar

            Rambla abajo en la zona de la izquierda (al Este), se encuentra el camino que llega a la finca de “Charo el Nene” (actualmente propiedad de su nieto Francisco al que acompaño), en cuya zona baja se encuentra la 2ª residencia que ha restaurado, en la que dispone  de almacén, pozo noria que hiciera su abuelo materno a pico y marro, otras dependencias y una capilla.

 
   Zona de la finca donde se guarda el ganado

            Camino arriba pasamos por la antigua vivienda familiar (casa de “El Charo”) en la que vivieron sus padres y sus abuelos maternos durante muchos años, y que actualmente se encuentra deshabitada y en muy mal estado, pendiente de los permisos de obras para su restauración.

    Almacen de apreros y maquinaria utilizados en la finca de El Cañar

            Junto a la citada vivienda se encuentra el almacén de aperos hecho en obra nueva y de gran capacidad, en el que se guarda la paja para el ganado y diferentes máquinas agrícolas modernas. En la misma zona se encuentra el pozo artesiano hecho en el año 2000 con profundidad de 100 metros, en el que el agua se extrae de la cota de los 60 metros. Este pozo es el principal para el riego de estas tierras; aunque en zona lejana y alta de la finca, existe una gran balsa (pequeño embalse) que aprovecha las vertientes de la montaña Peñas Blancas para la recogida del agua de lluvia.

 
 Agua procedente del pozo artesiano que cae dentro de la balsa en la Finca de Paco en El Cañar

            El recorrido camino arriba, llegamos a la casa prefabricada en madera con tejado a dos aguas, en la que se encuentra una pequeña balsa a la que vierte la tubería de agua que llega desde el pozo artesiano. En esa zona existe una obra que se hizo excavando parte de la montaña. Esa construcción cuenta con tres arcos de entrada y tiene en su interior dependencias en las que se alojaba el ganado. Previamente haya que pasar un patio cercado, en el que existen antiguos elementos para dar la comida a los animales
.
VISITA A LA GALERIA MINERA

            La visita por la montaña lo hacemos en un vehículo todoterreno capaz de vencer las duras pendientes. Camino arriba paramos junto a la galería minera conocida por la de “Nene el Charo”, en la que debidamente provisto de luces, penetramos y recorremos en toda su longitud (unos 250 metros). La galería cuenta con unas zonas debidamente protegidas con pedrizas  a piedra seca formando bóveda al modo del buen minero y, aunque en diferentes zonas se aprecian algunos desprendimientos, estos no se perciben sean de gran importancia.

 
                          Situación de la galeria minera en relación a Peñas Blancas.
 
    Rogelio Mouzo, a la entrada de la galeria minera de la finca de F. Solano en El Cañar


          Penetramos en la mina                    Después ya se me pasó         
          viendo a Rogelio gozoso                  ver que estaba bien segura
          pero yo algo temeroso                     que muy firme compostura
          porque el miedo me domina            Rogelio bien comprobó

 
     Vehiculo todoterreno de Solano, con el que recorrimos los empinados caminos de su finca


            La galería, tras que se paralizara su utilidad minera,  durante muchos años fue utilizada para aprovechar el agua que de ella manaba para el riego de la finca, hasta que aquella dio señales de agotamiento. Pero en esta visita pudimos observar que en el suelo había zonas mojadas con algunos pequeños charquitos, los cuales no afloran al exterior debido a lo poco cuidada de la galería, que presenta bastante escombro en el suelo.

 
                          En el piso de la galeria aparecen charcos de agua de la que mana

Añade Francisco (al que desde ahora tambien lo llamaremos  con el seudónimo de “Paco”, porque así se le conoce popularmente), que  cuando aquella galería estaba en pleno uso el agua que de ella salía era recogida en una poza situada en la misma boca de entrada, de la que mediante  una canalización a modo de tajea, se depositaba en la balsa que ahora es la que se  llena con las aguas extraídas del pozo artesiano de reciente construcción.

 
Francisco Solano en la galeria minera existente en la finca de su propiedad

            Paco Solano según contaban sus antepasados, aquel túnel fue  hecho con fines mineros, y por ella se extraía el mineral procedente de varias de las minas de la zona, mediante vagonetas sobre raíles de hierro. Los carros tirados por bestias llegaban a la boca de la galería  a cargar el mineral.

 
               Francisco Solano en la zona final de la galeria derruida

La paralización minera que se produjo en aquella galería, tuvo su origen en ocasión, de que en una zona mineralizada de ella se explosionaron una serie de barrenos buscando la riqueza minera. La detonación debió romper alguna bolsada de aguas subterráneas, y de inmediato empezó a fluir tal cantidad de agua, que impidió continuar sus mineralizaciones,  dejando de ser usada con fines de extracción de mineral, cosa que hubo que hacerse por otra galería cercana. Aquella galería y las minas de El Cañar que allí se trabajaron, se paralizaron sobre 1915.
Puede apreciarse la bobeda en piedra, al modo de buen minero, que refuerza la galeria


  Actualmente  en nuestro recorrido por la galería, encontramos restos de las traviesas para la sujeción de la vía. Tambien pudimos acceder avanzando hasta donde se encuentra totalmente derruida,  impidiendo  nuestro avance.

 
Rogelio Mouzo en la entrada a la galeria minera 

Francisco narra lo que le contaron en relación a personas que en aquellas minas trabajaron, siendo uno de los últimos  mineros el tío  Quico “Esparteñas”, vecinos  de El Cañar, que fuera propietario de  la finca La Rosa, el cual falleció en la década de 1940. 
 
                   
RECORRIDO POR LA FINCA  FAMILIA PACO SOLANO

            Desde la galería citada tomamos el vehículo, recorriendo los caminos por infinidad de cuestas en bajada y subida, llenas de cerradas curvas, hasta que hacemos una nueva parada para contemplar  la impresionante vista panorámica de todo aquel valle, presidido por la magnitud de las altas paredes verticales de Peñas Blancas, que con sus 624 metros, es la de mayor altura del término municipal de Cartagena.


              Después damos recorrido              Túneles y galerias
              por montañas y laderas                  en la finca abandonada
              nada de agobio siquiera                 por barrancos y cañadas
              hicimos el cometido                        echemos parte del dia    

            Desde aquel lugar continuamos camino, hasta que, tras subir un empinadísimo camino, al que hay que meter las machas traseras y delanteras del vehículo, llegamos al punto más alto posible en el coche, del que descendemos en lugar cercano  al Barranco de La Rosa. Posiblemente estábamos a unos 250 metros de altura sobre el nivel del mar.

            Cuenta Paco, que en el citado Barranco de La Rosa y en terrenos de su propiedad, hay localizadas dos galerías mineras, en las que dentro de una de ellas existe  un gran socavón; también habla de la existencia en varios lugares de aquellas fincas de El Cañar, de la existencia de varios pozos y catas de origen minero. Pero la visita al resto de estos lugares la dejamos para futuras ocasiones.

ASCENDENCIA FAMILIAR

Francisco Solano Martinez  nacido en 1955, es hijo de Alfonso Solano Andreu nacido en 1918 en El Cañar de Tallante (en la ladera Oeste del monte de Peñas Blancas),  cuyo fallecimiento tuvo lugar el 8 de agosto de 1995; y de Juana Martinez Solano, nacida en 1925, también en El Cañar.


                Yo me quiero presentar:                       Orgulloso de ello estar
               Me llamo Paco Solano                          por eso escribo con gana.
               creo que fui un chaval mundano           Hijo de Alfonso y de Juana 
               y nací aquí en El Cañar                        mi ascendencia familiar

 
    Alfonso Solano Andreu y esposa Juana Martinez Solano

Alfonso Solano Andreu desde su infancia se dedicó a trabajos agrícolas en la finca paterna familiar de El Cañar, en aquel tiempo regentada   por su hermano Bartolomé que era el mayor de  nueve hermanos, los cuales  habían quedado huérfanos de ambos progenitores, siendo Alfonso el nacido en 6º lugar. Era aquella una finca de secano de unas 20 fanegas de capacidad, dedicada al cultivo de guisantes, cereales (trigo, avena, cebada), además de contar con higueras, almendros y algarrobos.

Cuando Alfonso contrae matrimonio a la edad de 25 años, este puso casa en la población cartagenera de Galifa (localidad por la que pasa la carretera a la playa del Portús en la diputación de Perin). A esa vivienda llegó la esposa embarazada de Paco, de ahí que fuera en aquel caserío donde nació nuestro protagonista, el cual fue bautizado en la iglesia de Canteras.

     
 El traslado de domicilio fue motivado, porque Alfonso encontró trabajo como barrenero minero, en la empresa “Entre Canales y Távoras”, que lo destinó  a la construcción de unos grandes túneles  excavados en la zona del Empalmador Grande, en Cartagena (en lugar próximo al Faro y Fuerte de Navidad), cuyas obras iniciadas en 1944 tenían como objeto la construcción de una base subterránea de submarinos, la cual, tras años de trabajo quedó inacabada…

     Túneles para  la construcción de una base subterránea de submarinos en Cartagena

A los tres años de estar en Galifa, el padre fue requerido por Lázaro Martinez Paredes, padre de la esposas, para que trabajara en la finca del suegro. Finca  situada en el paraje de El Cañar de Tallante, al pié del “tajo de Peñas Blancas”. 

 
                       Francisco Solano con sus padres viviendo en Galifa

Para trabajar en la finca del suegro, aquel propuso al yerno que recibiría la manutención para  toda la familia, así como todos los gastos que necesitaran,  aunque no dispondrían de más dinero que el que pudieran conseguir  con la cría y venta de un cerdo gordo al año (una relación familiar de padre e hijos agricultores de la época). Aquella finca era de secano y regadío, para cuyo riego  se beneficiaban de las aguas que manaba por la galería minera anteriormente descrita, actualmente conocida por  El Túnel de “Charo el Nene”.

La finca enclavada en suelo minero se encuentra en la “Morra de las Minas”, paraje de El Cañar, donde en aquellas tierras existen ubicadas una diez de ellas  entre pozos y minados. Tambien colindante con la finca, pueden contabilizarse varias minas más, pertenecientes a Ángel “el Nene” (hermano de Lázaro Martinez Paredes).


     Juana Martinez Solano, en su taller de costura cosiendo a maquina

Juana Martinez Solano madre de Paco, aunque hija de familia campesina era modista de corte y confección, oficio que había aprendido en sus tiempos mozos, recibiendo clases de una modista titulada que vivía en Tallante. Profesión que siguió ejerciendo en su domicilio cosiendo ropa de hombre mujer y de niño, normalmente para los vecinos y poblaciones cercanas; también y aunque no se sacó título, conocía bien la profesión y daba clases a muchachas las cuales la ayudaban cosiendo. En el taller de costura familiar disponía de una máquina de coser marca ALFA. Aquel dinero que Juana conseguía con su taller de costura, venía a ser un  importante desahogo para su familia, dándoles la  oportunidad de disponer de algún dinero extra.
     Muchachas en sus trabajos de costura en el taller de Junana. El hijo Paco, que tambien cosia

Paco nuestro entrevistado, a edad de ocho años ayudaba a su madre en el taller de costura, y aquella quiso orientar al niño para que aprendiera el oficio de sastre. El niño quitaba los hilvanes, e incluso cosía a máquina, y su capacidad fue tal, que con 10 años de edad llegó a cortar y coser pantalones de caballero.

 Sus padres discrepaban en relación al futuro del hijo, pues el padre consideraba que el trabajo en la costura  entre mujeres, lo convertirían en un afeminado. Este hombre quería que su hijo ejerciera como pastor con rebaño propio, mayoritariamente de ovejas más algunas cabras del tipo “marinera” o “cornuda”.

 
Corral para los animales, que pasado muchos años pudo construir Solano en su finca.

Con el paso de los años el negocio familiar de la tierra (agricultura) fue empeorando en sus condiciones, pues sobre 1955  se produjo una gran sequía que perjudicó mucho las higueras y otros árboles; y aunque la finca disponía del agua para riego que manaba por la citada galería minera, con ella solo podían regar productos de huerta para el sostenimiento familia, existente  en las tierras situadas en la parte inferior, pues el riego se hacía por gravedad, sin posibilidad de regar los bancales de las zonas altas de secano, que representaban la mayoría del terreno de aquella finca.


Corral para los animales, que pasado muchos años pudo construir Solano en su finca.


Para paliar la situación económica familiar, el padre  tuvo que colocarse en las minas del “Rincón de Morales” cercanas a su domicilio, donde Paco recuerda,  que su padre estuvo trabajando en la mina llamada “María Antonia”,  la cual sobre un profundo pozo disponía de un castillete de madera. Aquella mina está situada en la cara Oeste de Peñas Blancas muy próxima a la cima. El mineral  de hierro extraído de sus minados era cargado en vagonetas sobra railes de hierro, las cuales eran amainadas en la “jaula” (especie de ascensor) del citado pozo, e introducidas al fondo donde eran acarreadas por el túnel de extracción de las minas “Estigia” o la “Aqueronte”.


                   Padres de Francisco Solano

El padre trabajó como barrenero  en aquellas minas, dado que el sueldo era superior al de otros mineros. La jornada de trabajo era de ocho horas a tres relevos (de 8 mañana a 16; de 16 a 24 y el último relevo  de la noche con salida a las  8 de la mañana). Este horario posibilitaba que  Alfonso Solano pudiera atender también los trabajos agrícolas de su propiedad. La familia para atender las faenas de la finca contaba con  una burra y un burro, este último  “capado” (castrado).

ENTIERRO DEL ABUELO MATERNO DE PACO.

El abuelo Lázaro Martinez Paredes falleció sobre 1955, siendo su yerno el que continuó en la finca manteniendo a la familia y suegra. En aquel tiempo el acceso a la casa familiar de la finca en La Cañada, solo se podía hacer por una senda   andando o en caballería (ni siquiera podían pasar los carros), de ahí que para poder trasladar el cadáver del abuelo al cementerio de Tallante, previo a su paso por la iglesia de la localidad, el féretro con el cadáver tuvo que ser trasportado  a lomos del burro,  poniéndolo atravesado y sujeto sobre el animal.

 
                              Elementos para burros y animales de carga





              Nuestro pueblo de El Cañar              Pues, cuando murió mi abuelo
              allá en la montaña aislado,                sin remedio fue acordado
              coche o carro no pasar                      con precaución y desvelo
              todo en burro trasladado                   en el burro transportado

 
     Carnet de pensionista minero 


El padre de Paco continuó trabajando en aquellas minas hasta que contrajo la enfermedad profesional “silicosis” en segundo grado, siendo retirado por incapacidad para la profesión habitual con el 55% de la pensión cuando contaba la edad de 50 años. Silicosis que años después llegó a ser declarada de 3º (el más avanzado y grave de la silicosis), en la que ya se percibe el 100% de la jubilación por incapacidad total y absoluta. Este hombre falleció en 1985.

INFANCIA DE PACO Y ASISTENCIA AL COLEGIO

            A edad de siete años y hasta que cumplió los trece, asistió al colegio en la escuela mixta (niños y niñas), sita en el caserío “Casas de Lucia la Tina”. Era un salón utilizado como aula escolar, que     Lucia “La Tina” tenía alquilada al Ayuntamiento de Cartagena.  
 
   Grupo de alumnos de la escuela de El Cañar. Eépoca de la madre de Francisco como alumna

             Paco sobre la escuela del caserío “Casas de Lucia la Tina”,  recuerda que a ella asistían unos 47 alumnos, una mita de ellos de cada sexo. El hizo estudios hasta el la 3ª Enciclopedia “Álvarez”.

 
    Edificio en mal estado, anexo al aula escolar, dode vivieron la profeora Dña Luisa y esposo.



              Francisco así se crio                        Doña Luisa profesora
             aquellos medios de antaño                para que aprendiera más
             sus `padres buscando apaño             particular y a otra hora 
             bien al colegio asistió                        clases daba Don Tomás

 
    Edificio ruinoso que fue aula escolar en El Cañar

 
   Edificio que fue escuela en El Cañar, y que actualmente es una vivienda


            En esa escuela ejercía como profesora  Dña. Luisa Pérez Pereñez, que procedía del pueblo murciano de Puente Tocinos. La maestra se alojaba como huésped en el mismo domicilio de “La Tina”: aunque pasado el tiempo contrajo matrimonio con Tomas Madrid, un lugareño hijo de un labriego jornalero en la finca de Don Isidoro Mínguez (doctor en medicina en Murcia y dueño de una inmensa finca –posiblemente muy superior a las 1000 fanegas-, en las que están enclavadas la gran mayoría de las minas existentes en El Rincón de Morales, Tierras de las que una gran parte de ellas, se dedican a la agricultura de invernaderos).

 
    Casa donde viviá Lucia La Tina

            Tomas Madrid cuando se casó con la profesora  era agricultora y tenía algunos estudios, y el matrimonio se instaló en una casa situada anexa al aula escolar. En esa vivienda Tomas daba clases nocturnas de materia escolar.

PACO SE HACE MONAGUILLO

            A edad de diez años Francisco conoce a D. German Arias Salgado, cura párroco de Tallante y otras ermitas y caseríos del término. Aquel sacerdote visitaba la escuela donde el niño asistía, y también una vez al mes hacia Misa en una ermita existente en la parte baja de El Cañar (dentro de la finca de D. Isidoro). Se trataba de una antigua capilla en la que cada 1º de  enero se procesionaba a la Virgen  de la Luz, en la que  se celebraban los cantos de “Cuadrillas”.


    Nueva ermita de El Cañar



                  En muy buena compostura              El cura le da lecciones
                 Y espabilado el chiquillo                   todo en buen convivír
                 Se hace querer por un cura              y enseña con ilusiones 
                 Y se mete a monaguillo                    Paco a maquina escribir

 
 El sacerdote D. Salvador con sus monaguillos (entre ellos Francisco), 
Iglesia de Las Palas, con su patrono San Pedro

La citada ermita o capilla está en ruinas, y en su lugar sobre los años de 1970 se edificó, de obra nueva, otra ermita en el centro de El Cañar dirección a Tallante. La nueva ermita fue sufragada por los vecinos del lugar, en aquel tiempo compuesto por unas 50 familias.


   Vista del interior  de la nueva ermita de El Cañar.

            Paco en sus relaciones con el sacerdote acaba haciéndose monaguillo, ayudando en los actos religiosos que aquel celebraba, tanto en la iglesia de Tallante como en las distintas ermitas y la Iglesia de Perin, etc.      El Cura al ver la inquietud del niño le dio clases de mecanografía; cosa aquella que era del total agrado de sus padres, los cuales para paliar  los muchos viajes que Paco tenía que hacer andando, le compran una bicicleta marca BH.


   Iglesia de Tallante, en la que Paco hacia de monaguillo
 
FUNCIONES DE TEATRO EN EL CAÑAR Y EN TALLANTE

            Cuando Francisco iba a la escuela de El Cañar, en cierta ocasión se representaron varias funciones de teatro hechas por los escolares. En las que se escenificaban sainetes cortos, de los que mandaban a los colegios. La profesora encarga a Juana, madre de Paco, que dirigiera  a los niños en los ensayos y representaciones teatrales de los alumnos.
 
    Edificio en ruina en ElCañar donde estuvo el  salon, donde se hicieron las obras de teatro

            Se hizo función de teatro                             El dinero recaudado
            por los niños de la escuela                           por aquella actuación
            Paco sigue con su vela                                 en dos lámparas gastado
 y se hace actor por un rato.                        para Iglesia en donación




Don German cura de Tallante, con los participantes en las funciones de teatro

            Esta mujer destacaba como de las más cultas entre el vecindario de El Cañar, pues además de ser modista y aficionada a la lectura, tambien ayudaba al vecindarios poniendo los inyectables recetados por los médicos, pues en aquel tiempo eran los mismos practicantes profesionales que atendían los caseríos diseminados, los que animaban a que hubiera esta clase de personas,  valorando muy bien, a quienes en sus propia vivienda para familia y vecinos  pusieran las inyecciones. 
     
            La función ante el público se hizo en el gran salón de baile, anexo a la tienda de Martin Solano y Rosario Garcia, y todos los que en la obra participaban, lo hicieron vestidos con ropas sencillas acordes con el tema, 



            Tambien en el pueblo de Tallante, durante la etapa en la que Paco siendo monaguillo, el sacerdote propone hacer alguna función de teatro con un grupo de jóvenes, que fueron dirigidos en el aspecto escénico por Dña. María,  maestra de escuela de la localidad durante muchos años, y esposa de D. José Hurtado, practicante de la zona.
 



            En tres de aquellas representaciones intervino Francisco  con distintos papeles, recordando que en una de ellas  hizo de enfermero, en otra salió vestido de mujer, tambien hizo de militar, y algún otro personaje. Obras que se pusieron en escena, en el Casino de la  localidad de Tallante, con gran éxito de público.
 
   Local que fuera Casino de Tallante, donde se hicieron algunas funciones de teatro
 
    
NIÑO  CON ESPIRITU EMPRENDEDOR Y COMERCIAL

Desde muy niño sintió Francisco la inquietud comercial, y en la misma escuela ya entre los alumnos promovía rifas, vendía estampas y tebeos y todo lo que en sus manos de tipo infantil caía, con las que sacaba algunas pequeñas cantidades de dinero al resto de colegiales.


                 Pero este niño algo inquieto             Y allí asistiendo a clase
                Ventas era su pasión                          Paco se lasingeniaba
                Y en ellas se pone el reto                   Compañeros fentas hace
                Este Paco emprendedor                    y hasta articulos rifaba

El primer negocio lo hizo sobre los  8 años de edad,  vendiendo entre sus vecinos colonia y brillantina, El niño inspirándose en una vendedora ambulante, propuso a sus padres que le compraran  un litro de cada uno de aquellos perfumes, los cuales él  ofrecía recorriendo las distintas viviendas, en las que valiéndose de un embudito y una medida de hojalata muy pequeña la llenaba, vendiendo cada mediada al precio de  una peseta.

 
                      El niño  Francisco Solano en el huerto familiar de El Cañal

            Más tarde siendo muy niño, además de ayudar en las faenas de la finca familiar se dedicaba a buscar caracoles (serranas y boquinegros) que encontraba en  su finca, especialmente los caracoles se agrupaban en torno a higueras y granados, mientras que en los almendros nunca los encontró; por su parte los llamados “boquinegros” los recogía en lugares húmedos  al pie del tajo de Peñas Blancas.

Aquellos caracoles los vendía por precio de 25 céntimos de peseta la docena, a Juan Catano que  vivía en El Rincón de Sumiedo. Se trataba de un vendedor ambulante que ayudado por una mula con cuatro aguaderas, recorría los caseríos vendiendo artículos de comida (azúcar, lentejas, garbanzos, habichuelas, aceite, caballa, vino, etc.), el cual de regreso a su casa  pasaba por la de Paco para recoger los caracoles que tuviera. 

COMPRAVENTA DE CHATARRA.

            No obstante y aunque su madre continuaba proponiendo al esposo que el hijo tomara clases para hacerse sastre; cosa que el niño tampoco aceptaba, dando más muestra de  una innata inquietud comercial, por lo que a edad de 12 años, se dedica a la compra-venta de chatarra por la zona. Chatarra que él juntaba y cuando disponía de una importante partida se la vendía a un hombre de Perin.


                Paco recorre cortijos                  Preguntando a los vecinos             
                Con la burra y aguaderas           si les podia interesar
                Por caminos y escombreras        Él recorriendo caminos
               Allá por esas laderas.                   para chatarra comprar


               En aquel tiempo la chatarra la integraban rejas, aperos, herramientas rotas y otros muchos deshechos metálicos, entre ellos lámparas mineras de acetileno (carburadores), que él solía romper para separar la parte de bronce y otros metales con los que conseguir mejores precios. En esta actividad y  para poder cargar la chatarra adquirida  utilizaba la burra, mientras que para el peso del producto se servía de una balanza (tipo romana) con capacidad para 32 kilos.

VENDEDOR DE TOMATES.

            En cierta ocasión que fue a Fuente Álamo, a su paso por la finca de Dª Carmen sita en aquellos campos, observa que había muchas tomateras  de las  que echan tomates  alargados en forma de pera. De vuelta al domicilio familiar, éste propone a sus padres que le den una cantidad de dinero para adquirir tomates y venderlos, y aquellos le proporcionan la cantidad de 200 pesetas.


                Paco comenzó su farra,                       Y sin hacer disparates
                lo comercial sus labores.                     en burra o en bicicleta
                Montó industrias de chatarra             todo comercial le inquieta
                y tambien de caracoles                       y tambien vende tomates

             De regreso a la finca de Dª Carmen, y puesto al habla con el encargado, ajustan por las 200 pesetas que  llevaba, el que pudiera  llevarse de allí en un único viaje, todos los tomates que quisiera. Paco que acudió a comprar con su bicicleta, llenó tres bateas (una especie de cajas de madera formadas a tiras) situándolas una a cada lado del porta quipos y otra encima; además de poner todos los tomates que pudo en dos sacos, uno de ellos atado sobre el manillar y el otro sobre la parte superior del cuadro.




            La carga estaría entorno a los 120 en kilos de peso y, como es natural,  él tenía que ir andando empujando con todas sus fuerzas la bicicleta por caminos donde había algunos tramos con fuertes subidas, haciéndosele penosísimo  transportar su pesada carga. No obstante, su tesón y esfuerzos fue compensados y, atranca y barrancas, logra llegar a casa de su tía Antonia (hermana de su madre) casada con un tratante de ganada llamado Francisco Garcia (a) Paco “el Florentina”, que vivian en el caserío   Los Pérez de las Palas.

 
     Balanza "romana" dotada de platillo para depositar los artículos a pesar

            Paco  deja gran parte de la carga de  tomates en casa de su tía, y de inmediato comienza a recorrer los caseríos ofreciéndolos de puerta en puerta con gran acierto, pues él, en su relación con el cura párroco como monaguillo era popular y muy conocido, por lo que en todas partes adquirían la mercancía, y  en poco tiempo logra sacar 400 pesetas (la mitad más del dinero invertido), además de seguir con el remanente de los tomates guardados en casa de su tía.


A los padres ese mismo día les devuelve  la cantidad de dinero prestada, y aquellos quedan totalmente asombrados de la rápida ganancia que había hecho su hijo. Éste lleno de ánimo e ilusión vende el resto de los tomates que quedaron en casa de su tía, con los que consigue un total de ingresos de 1200 pesetas. Dada la bonanza del negocio lo continúa repitiéndola una vez por semana, hasta la finalización del tiempo que duró la cosecha de tomates.

TRABAJOS POR CUENTA AJENA

            En ese tiempo Paco Solano tenía 13 años de edad, y al término de aquella actividad y como el padre continuaba con su idea de que el chico se hiciera cabrero (cosa que él tampoco  no quería), cierto día coge el autobús de línea Tallante-Cartagena, una línea de viajeros que explotaba la empresa Alsina Graells del Sur, que hacía a Cartagena dos viajes de ida y vuelta al día. Paco desciende de aquel vehículo en la parada  que existente en el puente de Quita Pellejos del barrio de la Concepción.


             Paco mucho trabajar.            Decidido y buen talante
            Paco Con ilusión plena,          cabeza de ilusión llena
            y piensa de comenzar             sube en coche de Tallante
            trabajos en Cartagena           se presenta en Cartagena


            Desde aquel lugar comienza a recorrer y ofrecerse a trabajar en los muchos negocios establecidos en la Calle Real. Su petición tuvo muy buena acogida en una bolera sita en la Calle Real, que le ofrecieron el puesto de “empinador” de los bolos de madera que los jugadores tiraban, donde él debía mantenerse oculto para evitar los golpes de las bolas. No obstante aquel trabajo no le satisface y sigue buscando otro mejor empleo.

SU COLOCACIÓN EN EL BAR AMERICANO

            Tras varias entrevistas es  finalmente contratado   en  El Bar Americano ubicado en el centro de la Calle Mayor de Cartagena, para hacer actividades diversas tales como: fregar platos, hacer recados y otros varios que se describirán, con sueldo de 50 pesetas semanales, además de un desayunos por la mañana y un bocadillo a la noche en jornada de mañana y tarde, con un descanso intermedio de unas tres horas al medio día y un día libre semanal. Aquel establecimiento  estaba regentado por D. Eladio Castell Castellón, de unos 40 años de edad, casado y con dos hijos de 13 y 15 años.


               No me gustaba El Cañar                   Un buen trabajo encontró
               ser pastor era de pena,                      éste muchacho mundano
               y así marche a Cartagena                 y en el Bar Americano 
               buscando un buen trabajo                 Paco allí se colocó


            Muy contento regresa a comunicar a sus padres la noticia del empleo ofrecido, y su progenitor al día siguiente lo acompaña y, tras entrevistarse con el dueño del establecimiento le da el visto bueno, además de conseguirle  alojamiento en un almacén, así como la comida del medio día por un pecio módico. Aquel almacén para dormir era propiedad de Tomas Andreu (a) Tomás del “Quico los Cojos”, que era primo  del padre, el cual se había criado en el caserío de Elvaldelentiscal situado a ocho kilómetros de Tallante dirección a Mazarrón, `pero el cual residía en la ciudad de Cartagena donde regentaba un bodegón en la Calle Canales, conocido por “Casa de Comidas Tomas”.

          Edificacion estrecha, anexa al BBVA, en Calle Mayor, donde estaba El Bar Americano

            En aquel almacén se hacen dos compartimientos para dormir, uno para el chico y el otro seria usado por un soldado de marina de origen gallego, que hacia la mili en Cartagena y tenía pernocta (permiso militar para dormir fuera del cuartel), el cual estaba alojado en las mismas condiciones que el muchacho. En una zona de aquel almacén existía un “retrete” y un grifo de agua fría para lavarse, donde Paco se duchaba, cosa que le agradaba mucho, pues hasta aquel tiempo nunca había conocido el agua corriente saliendo por los grifos. 

            La primera noche que se ducha   utiliza una pastilla de jabón y una toalla que allí había. El marinero se enfada y le llama la atención diciendo que aquello era de su propiedad. Desde entonces él compra jabón, toalla y cosas de aseo personal, lo que contribuyó a que las relaciones entre ambos  fueran  cordiales.

LOS SERENOS DE CARTAGENA.

            Paco de su trabajo en el bar salía después de las doce de la noche (a veces si había clientes podían ser las dos de la madrugada). En aquel tiempo Cartagena estaba muy mal iluminada existiendo muchas calles casi a oscuras, por lo que el joven, que de siempre había sentido miedo a la oscuridad, pasaba verdadero pánico en su largo recorrido andando por aquellas calles solitarias desde la Calle Mayor hasta su pensión en la Calle Canales. Un día cuenta en el bar sus temores a algunos de los clientes, entre los que se encontraba el Sr. Vera que ejercía como sereno de la Calle Mayor, el cual se ofreció para acompañarlo por la noche.

                         
               Calle Mayor a Canales                 Que poca iluminación
               Solano en su recorrido                  en calles de Cartagena
               de serenos se ha servido                el chaval con miedo y pena
               para aliviar miedos tales.              afronta la situación



Efectivamente, cuando Paco terminaba su larga jornada de trabajo busca al sereno, y ambos comienzan su andadura a paso lento, dado que el Sr. Vera marchaba haciendo su ronda  de comprobaciones, a la par que atendía los requerimientos del vecindario que, mediante  palmas solicitaban sus servicios. El sereno portaba consigo un gran manojo de llaves de todos los portones, y  una linterna para alumbrarse, y  como única arma defensiva disponía de un chuzo (una especie de palo con una punta de hierro), siendo muchos los que solicitaban le abrieron el portal por haber olvidado las llaves. 

                "Plaza del Icue" en Cartagena,  donde los serenos intercambiaban novedades

Entre los cometidos de los serenos además de vigilar para prevenir los hurtos, también tenían que ser buscados por las personas que necesitaran al médico, al farmacéutico u otro tipo de personal, etc. E incluso aquellos serenos, atendía a personas en estado de embriaguez e indigentes. 

 
                   Postal navideña para solicitud de aguinaldo por el sereno

            Los serenos con los que Paco se relacionó, hacían su ronda en el recorrido de la calles a su custodia. El Sr. Vera tenía a su cargo la vigilancia desde la Calle Mayor hasta la esquina de la Calle Honda (frente al Banco Banesto); desde aquel punto dejaba al muchacho con otro nuevo sereno,  que recorría  Las Puertas de Murcia hasta la Plaza del Icue” en continuación con la Calle Santa Florentina; pero era  en la misma Plaza del Icue, donde se encontraba con otro sereno con ronda  Calle del Carmen,  el cual se hacía cargo del chico hasta dejarlo a la entrada de la Calle de Canales, e incluso como aquella estaba muy oscura, había veces que lo acompañaba hasta el almacén dormitorio.

 
                     Postal  felicitacion navideña del sereno, y petición de aguinaldo 

En cada punto de encuentro del recorrido de los serenos, estos se intercambiaban las novedades, continuando  cada uno su ronda en sentido contrario. Estos antiguos servidores de la ley, hacían posible que el joven llegara a su domicilio bien acompañado por aquellos serenos, que años más tardes se denominaron “policías nocturnos”.

            Una señal inequívoca de que los dueños del bar estaban satisfechos con su trabajo,  fue cuando a muy pocos días de su ingreso lo envían al establecimiento Almacenes Lepanto, donde le proporcionan como uniforme un pantalón negro y camisa blanca (dos mudas para quita y pon),   las cuales llevaba a lavar periódicamente a  casa de su madre. 

 
   Calle de Canales, en la que el sereno dejaba a Francisco por la noche

Confiesa que él se mostraba tan orgulloso con su nuevo trabajo, que no se quitaba nunca el uniforme; Incluso lo llevaba puesto  cuando montaba en bicicleta al regresar a su casa en El Cañar, mostrándoselo a sus amigos y vecinos, a los que decía que era camarero en tan prestigioso establecimiento. 

PACO BUEN “BUSCAVIDAS”

            Hay que precisar, que el Bar Americano se encontraba en un edificio de tres alturas, en donde el bar ocupaba la planta baja, el 1º piso era vivienda principal  ocupada por  los dueños (matrimonio con dos hijos), mientras que en el segundo piso se encontraba la vivienda de una de las hermanas de Don Eladio y la madre de ambos; finalmente  en la planta 3ª o superior, era la zona destinada a cocina, lugar donde la madre y hermana citada de D. Eladio preparaban como cocineras, la multitud de platos y tapas destinados al bar.


                  Que colocado en el bar                  De mandados las propinas
                  el sueldo era muy pequeño;            y algo comercializar 
                  Pero él buscaba su empeño           en la semana el chaval 
                  para sacar buen jornal                  una paga bie divína


            Paco entre sus muchas tareas, era el encargado de subir a la cocina sobre las 10 de la mañana para transportar las tapas preparadas, bajándolas por la escalera portando en ambas manos sendos azafates o bandejas. Viaje que había que repetir en una decena de veces hasta terminar trasladando todo lo que las cocineras habían preparado. La presencia de aquellos  preparados tan apetitosos le hacían alucinar, lo que  unido a la falta de alimento de que gozaba, propicia que durante el trayecto él   degustara alguna que otra croqueta, etc.

Pronto el chico se hizo apreciar por aquellas dos mujeres, conmovidas al ver la penuria de una persona tan joven, noble y trabajadora; por lo que al poco y coincidiendo con el último viaje,  lo obsequiaban con algún bocadillo, que Paco degustaba en compañía de ambas, por lo que prácticamente, a la hora del mediodía no necesitaba ir a comer al mesón  donde se alojaba. Ese tiempo lo aprovechaba ayudando al primo de su padre en la limpieza de las mesas, recogida de sillas etc., trabajo, con el que consiguió que aquel no le cobrara nada por el alojamiento. 

Tambien el joven llegó a un acuerdo económico con los camareros del servicio de las mesas de la calle en el Bar Americano, para que por una módica cantidad,  montarles las mesas por la mañana y recogerles al termino del turno de   la noche (a veces aquel terminaba a las 2 de la madrugada). 

 En aquel establecimiento había dos bármanes por turno y otros tres camareros, cuyos nombres eran: Manolo, Paco y Antonio. El dueño, aunque visitaba bastante el establecimiento no trabajaba, pero si atendía a los clientes importantes. El barman responsable del turno de la mañana se llamaba Andrés, calificado por Paco como  una buena persona, mientras que el del turno de la tarde de nombre Gabriel, era una hombre muy dado a estar continuamente ebrio (bebía mucho vino fino Morales), y se portaba muy mal con todos, especialmente con el muchacho que era el más débil. 

                            Calle Mayor de Cartagena, entrando desde el puerto.

Un ejemplo de la calaña de aquel barman la podemos ver cuando Paco,  que jamás había visto la hueva ni la mojama, le pregunta sobre lo que aquello era. Aquel borrachín cogió una tira fuerte y larga de mojama, le `pidió al muchacho ponerse de espaldas, y de imprevisto  le dio un fuerte golpe en la espalada a modo de vergajo, que le produjo mucho dolor. 

Entre sus muchos cometidos, también estaba el hacer recados a los clientes. El público asistente al Bar Americano tenía cierta categoría, gozaba de posición holgada y le hacían encargos tales como: ir a la farmacia a conseguir algún medicamente, la compra de tabaco (en el  bar no se vendía), también en el caso de militares indicarles alguna dirección e incluso acompañarles, normalmente para orientarlos al llamado “Barrio chino”, a los que dejaba a la entrada de la Calle Honda, señalándoles la entrada a la zona de El Molinete, etc.

 Esta actividad de hacer recados era de la que más propinas se sacaba (cuatro veces más de lo que percibía como sueldo); especialmente generosos eran los oficiales americanos que en aquel tiempo atracaban sus barcos en el muelle.

El en el bar donde trabajaba estaba bien relacionado y hace muchas amistades en el entorno de la Calle Mayor. Solía visitar el Bar San Miguel para comprar a uno de los camareros el tabaco que le pedían los clientes; pero acaba haciendo nuevas  amistades con los marinos americanos que llegaban, e incluso visitaba con ellos sus barcos, en donde compraba el tabaco americano a muy buen precio.

Panco considera, que si el tabaco lo ofrece  directamente a sus clientes como  suyo, no recibiría nada más que el precio del tabaco, perdiendo la propina para ir a comprarlo. Entonces cuando alguien le encargaba un paquete, lo cogía de los suyos y se lo guardaba en el bolsillo de su pantalón, saliendo  del bar como si fuera a comprarlo,  volviendo al rato y dando al cliente el tabaco solicitado. De este modo ganaba el dinero de  la venta y también se sacaba la propina. 

La multitud de pequeños negocios (recados, venta de animales a las mujeres del Molinete, compra de tabaco  americano en los barcos, poner las sillas a los camareros, limpiar las mesas del mesón del primo de su padre, etc.) hacia que sacara un buen jornal, el cual  entregaba en su casa, recibiendo como compensación la alegría de ver a sus padres muy contentos con la actuación hecha por su hijo.


 LA VENTA DE POLLOS Y CONEJOS EN “EL MOLINETE”
      
                Un domingo el barman Sr. Andrés lo envía a comprar limones en la zona del “barrio Chino” en el Molinete, que era el único lugar abierto en ese día. El muchacho desconocía la faceta de prostitución que en tal lugar se ejercía, descubriendo un gran ambiente de bares y personas por todas partes.

Llegado a la zona donde estaba el famoso Bar Trianon, en la Calle Falsa Capa se encontraba una pequeña tienda,  en la que una señora  de un 60 años de edad vendía  diversos artículos de comestible, especias, laurel, etc., entre ellos los limones que había ido a buscar.


             Para las ventas reflejos,                       A una señora llevaba
             no quiero mal se interprete.                 siete piezas por semana
             Ha vendido hasta conejos                    y así de tarde o mañana
             allá por el Molinete.                            esta señora rifaba



En aquel momento  entra en la tienda una mujer de unos 40 años de edad, hija de la dueña, que en sus brazos llevaba un conejo vivo a la vez que pregonaba su rifa mediante la venta de cartas de baraja en formato  pequeño hechas de papel, con las que se optaba a recibir el premio de aquel animal. Cada unidad de cartas las vendía al precio de 5 pesetas, y las tres últimas  de aquel sorteo las repartió allí mismo.
 
Zona de El Molinete (el barrio chino de Cartagena)

Fue en aquella tienda cuando acuerdan llevar a efecto el sorteo, para lo que requieren que una mano “inocente” sea la que de el corte a la baraja para sacar la carta premiada, cosa que solicitan haga Paco, resultando agraciada la mujer que había comprado las tres últimas cartas, la cual estaba presente y se lleva el animal rifado.

El muchacho entabla conversación con la dueña de aquel comercio y su hija sobre la compra de los pollos y conejos que se rifaban, informándose de que los  animales los adquirían a un recovero que cada miércoles venia Cartagena, y les cobraba 20 duros (100 pesetas) por cada pollo. Paco sin dudar le ofrece los pollos a 15 duros y las mujeres aceptan comprárselos.

 Él para regresar a su domicilio visitando a su familia, llevar la ropa sucia, ver amigos, etc., hacia el viaje en el coche de línea Cartagena-Tallante, en el que por transportar su bicicleta de regreso tenía que abonar medio billete más además del suyo. En  el pueblo bajaba su bicicleta del autobús y con ella llegaba a El Cañar.


 
La madre en aquel momento tenía 15 pollos dispuestos a la venta, de los que él sobre su bicicleta se lleva siete, los cuales vende a aquellas mujeres. Aquel suministro de animales vivos lo mantuvo mucho tiempo, incluso  después de 1959 fecha en que deja de trabajar en el bar, continuó un par de años más abasteciéndolas de pollos y conejos. Durante ese tiempo y después de salir del bar hizo el oficio de recovero, comprando  animales a los vecinos y a su tía Antonia, que tenía una carnicería en el Barrio de la Concepción de Cartagena.

De regreso a su casa y dentro del jaulón que en el portaequipajes de su bicicleta llevaba, se traía a bajo precio  los despojos (puntas de pecho, codillos y cabezas de cordero sin los sesos), que en la carnicería de su tía no se vendían, para los cuales él encontraba compradores entre sus vecinos. Como siempre, el regreso a su casa lo hacía en el autobús de Línea, bicicleta incluida, montada en la “baca” (techo) del vehículo.

            Desde aquella primera ocasión que subió a comprar limones, su vinculación profesional al “Barrio Chino” se prolongó durante varios años, pues allí se hizo de una buena clientela a la que vendía sus muchos productos. La zona tenía en la parte alta cuatro establecimientos a los que repartía garrafas de vino, siendo por su trabajo en los autobuses, conocido por “Paquico el Cobrador”. Aunque  a lo largo de su vida se le ha conocido por los apodos: ”Paquico el de La Juanica”; Paquico el de El Cañar y otros que ya se dirán.
 
              Zona de El Molinete (el barrio chino de Cartagena)

            En relación a casas de prostitución que allí existían,  recuerda las de “La Isabel” y la “tía Churrera”. Entre los muchos bares destacaba el “Trianon”, con traza de haber sido un antiguo cabaret  de categoría. El cual disponiendo de escenarios muy artístico  decorado al estilo del “El Molino” en Barcelona. Otros bares eran el de “Los Antónios”; “La Guitarra”; “La Bombilla”; el “Bar Gloria”; “Bar San Roque”; “Bar Catúchi” y otros.

            Como prostitutas famosas destacaba “La Juana” (persona ya muy mayor, de la que decía se había acostados con los miles de los soldados y marineros que habían pasado por Cartagena durante muchísimos años). Otras prostitutas famosas fueron: “La Chelito” y “la Bizca”. Las mujeres utilizaban una  gran cantidad de casas de aquel barrio, a las que llevaban a  sus clientes.

TRASLADO A TRABAJAR AL BAR SAN MIGUEL

Aquel bar se encontraba en una calle paralela con la Calle Mayor de Cartagena, al que Francisco iba con frecuencia a comprar tabaco. Un día le ofrecen contratarlo para cubrir la plaza de un camarero que había quedado libre. Aquello significaba tener categoría profesional y mejor salario, por lo que acepta el  empleo.

Una vez en su nuevo puesto de trabajo, comprueba que la cosa no era tan buena como se la habían planteado, pues aunque hacia menos horas y cobraba más jornal, al ser un bar con menos propinas y además tener que hacer un reparto de ellas por igual entre todos, en lo económico salía muy perjudicado.


                Visitando bar aquel                        El trabajo era mejor
                le ofrecen nuevo trabajo.               y la elegancia más fina
                Mejor sueldo, más relajo               El sueldo algo superior
               se coloca en San Miguel                 pero con poca propina

Aquel bar disponía de un pequeño cuarto a modo de reservado, utilizado por personas del comercio, abogados y marchantes para formalizar escrituras o hacer tratos. El saloncito contaba con una mesa y una seis sillas; pero se daba la circunstancia de que tambien aquel local era alquilado por algunas parejas para tomar copas, por lo que en cierto modo, tenía fama de ser algo parecido a una casa de “citas”. Paco no obstante nunca observó nada raro.

FUNCIONARIO MUNICIPAL  VERANEABA EN EL CAÑAR

Por aquella fecha y desde hacía años, que Don Arturo, un empleado con algún puesto más o menos relevante dentro del Ayuntamiento de Cartagena,  solía pasar con esposa e hijos todo el mes de sus vacaciones veraniegas, compartiendo de gratis, vivienda y comida con algunas de las familias residentes en El Cañar.

Ignora Paco por que tantas atenciones al citado D. Arturo, que solo pueden entenderse, como una especie de obsequio por los pequeños favores recibidos por aquellas familias, que faltas de conocimiento para desenvolver sus asuntos menores municipales, recurrían a dicho empleado. El caso es que aquel hombre era aceptado como algo honroso en las distintas familias que lo acogían…


                Al El Cañar iba un señor                  Mi padre cuenta a éste hombre
                de  vecinos el agrado.                        e informe le solicita,  
                ¡Pero qué cara por Dios                    dijo del Bar su renombre                
                tenía nuestro amigo Prado!               y escucha: casa de "citas"



En ocasión de estar ese verano de 1959 residiendo en casa de la familia de Paco, el padre comenta  al tal “D. Arturo”, que su hijo estaba trabajando en el Bar San Miguel, a lo que aquel hombre en tono de asombro, informa al padre que el establecimiento citado era un bar de “fulanas”… (casa de “citas”).

 
                   El padre de Francisco ya jubilado de la mineria

El padre del chico muy recto en principios relativos a la moral, llega al bar en Cartagena muy enfadado, y cuenta al hijo lo sucedido. Y aunque Paco le muestra el famoso reservado añadiendo que allí no se hacía nada malo, el padre le hizo pedir la cuenta y abandonar aquel empleo.

VUELTA AL PASTOREO Y FAENAS AGRICOLAS

Paco que desde muy pequeño venia compaginando el colegio con el pastoreo de unas 20 cabras propiedad de la familia, pero en esta ocasión tras salirse del bar, vuelve a casa para ayudar en las faenas agrícolas y también en el pastoreo. De aquellos animales se obtenía leche para la familia, se hacía queso fresco y el resto de la leche se vendía a “Juan el Lechero” que vivía en Cuesta Blanca.




              Por mala interpretación                        Paco comienzaa labor
              de un señor no viene al caso,                 agricola y ganadera       
             Paco recibió un fracaso                          No se adapta tan siquiera
             y así a El Cañar regresó                         y otra vez ya se marchó



Aquella manada de cabras se pastoreaba por las tierras de la finca familiar de su abuelo materno lindante con Peñas Blancas.  Aunque en la zona alta existían unas tierras de realengo (propiedades del Estado), que eran conocidas por “la Rellana”,  en la que confluían a pastorear varios cabreros  con sus rebaños, de los cuales recuerda otros pastores residentes en la Torre de Nicolás Pérez, y también a un zagal de unos 10 años de edad llamado Domingo Solano, hijo de Diego Solano “el Cametas”, que tenía un rebaño grande de cabras.



   Rebaño de Paco Solano en El Cañar,  como recuerdo de su actividad ganadera.

  Otro de los pastores que visitaban “la Rellana” era el “tío Modesto” dueño de unas 70  ovejas, el cual,  aunque vivía en el Rincón de Sumiedo, tenía alquilado los pastos y un patio donde encerraba el ganado en  la finca de Ángel “el Nene” (hermano de su abuelo Lázaro), dado que aquellas fincas eran colindantes.  

Este cabrero también se dedicaba a cortar leña de monte bajo (albaidas, algilagas y otras) para la venta en las yesera sita en el Collado “El Lavajo”. Aquella yesera disponían de largas galerías subterráneas a modo de mina, por las que se extraía la piedra caleña, además de disponer de cantera exterior  con la misma finalidad. 

            Tambien el padre de Paco cogía leña de monte para venderla en la  citada yesera. La leña era cargada sobre el lomo de los burros capaces de transportar una carga, compuesta por ocho galvas por bestia, siendo Paco en muchas ocasiones, el encargado de llevar estos animales con la leña  para su venta a las yesera citada.


EL ESPARTO DE EL CAÑAR, SU  RECOGIDA Y USO




            El esparto o atocha es una planta de la familia de las gramíneas, cuyo nombre latino científico es Stripa tenaccisima, que  ha sido muy empleada en la confección de infinidad de artículos, Ya desde muy antiguo  fue muy apreciada  para la elaboración de sogas y cordelería para las embarcaciones. 


 Su importancia era tal, que durante el Imperio Romano   todo el Sureste de la Península  Ibérica (lugar donde se encuentran las principales zonas productivas),  fue denominada como Carthago  Spartaria, 

 

     El esparto recien arrancado y secado, sin picar.

               En el Cañar, durante el pastoreo, Paco por su finca  se dedicaba a coger el esparto con el que hacia guita, que se utilizaba en parte para formar los haces de leña y mieses, y con el resto se formaban madejas de 24 vueltas (medidas desde el medio muslo a la planta del pié). Con cada 24 madejas se formaba un haz de guita, que la vendía a Mateo  Molina, un vendedor ambulante de quincalla y ropa residente en Tallante. Otro comprador  de aquella guita era Lázaro Martinez  “El Charico” (hermano de la madre de Francisco e hijo del “tío Charo”), que vivía en El Cañar. Este hombre valiéndose de un burro se dedicaba a  la venta ambulante.


                Con rebaño de pastor                Esparto solicitado
               y con esparto hace guita             habia que buscar con gana
               Pero poco le deleita                    subir hasta la rellana
               y no está por la labor.                 y en tu espalda trasladado


   Madeja de esparto arrancado, y algunos utiles que con aquel se confeccionaban

            Paco por su tío Lázaro sentía gran admiración en cuanto a la forma de ganarse la vida,  mediante la venta ambulante de ropa, quincalla, etc. Y considera, que aquello fue lo que años más tarde él pudo llevar a la práctica, convirtiéndose en el  vendedor ambulante que pasado los años se hizo.

            El abuelo Lázaro “El Charo”, que siempre fue agricultor, entorno a los 50 años de edad venía padeciendo graves síntomas de asma, además de haberse convertido en una persona obesa de unos 130 kg, por lo que se pasaba la vida sentado haciendo guita y tejiendo esparto, bien bajo la sombra de una gran acacia cercana a su domicilio o en el interior de la vivienda, según la climatología de la época.

            El esparto se recogía en su temporada por la finca, que lo tenía de excelente calidad, y cuando se quería someter a remojo para gastarlo picado en trenzado fino, se solían cargar las dos bestias y se trasladaban a las playas de La Chapineta (lugar que contaba con dos pequeñas playas), para que permaneciera a remojo en el mar frente al Bar Antonio regentado por un amigo de la familia, el cual cuidaba de que los fardos no fueran robados. Aquel esparto había sido  previamente amarrado e introducido en los huecos de  las rocas semitapados con gruesas piedras, para evitar que el oleaje los llevara mar adentro, y allí permanecían aquellos faldos de esparto a remojo durante unos 40 días, siendo muchas las personas que tambien llevaban esparto a la playa  a remojar.

 
                Otros  objetos fabricados con esparto.

            En aquel tiempo el esparto estaba muy solicitado y alcanzaba buen precio, de ahí que su abuelo y todos los vecinos de la zona de El Cañar se dedicaran a cortarlo en sus fincas y en el terreno realengo. El esparto picado tenia multitud de aplicaciones, dándose la circunstancia, que después de traerlo de remojo,  al atardecer de cada día se escuchaba en las viviendas de los caseríos de El Cañar, el fuerte repiqueteo, producido por los muchísimos golpes que aquella fibra recibía para hacerla más dúctil y fácil de tejer. Aquel esparto se utilizaba por los campesinos  en la confección de utensilios de tipo agrícola o casero, especialmente un calzado conocido como “esparteñas”. Aunque tambien los mineros y otras personas,  utilizaban un calzado más robusto y fuerte conocido por “Albarcas”, hecho con deshechos de lona-goma, procedente de las ruedas de automóviles.

 
   Rocas  en la playa de  La Chapineta, donde se protegia el esparto para remojarlo.

            Tambien D. Isidoro Mínguez dueño de una gran finca de  grandísimas proporciones, contrataba jornaleros procedentes de la población de Aledo destinados a recoger el esparto de su finca. Una vez que aquellos daban la recogida por concluida y se marchaban, D. Isidoro daba instrucciones a los dos guardas jurados que disponía, para que permitieran  a los vecinos la rebusca de esparto dentro de su finca. Aunque aquella rebusca para que fuera fructífera, había que hacerla por lugares escabrosos y peligrosos, en donde los jornaleros no pudieron acceder.

LAS AGUAS DE LA RAMBLA DE EL CAÑAR
  
            El citado Don Isidoro Mingue ya se dijo que era dueño de una extensísima porción de tierra en suelo agrícola-minero, Finca que desde la zona marítima de La Azohia llegaban por el este a la parte central de El Cañar de Tallante (zona Norte); por el Este   (sin alcanzar la cumbre del monte peñas Blancas), lindaban con  la Torre de Garci Pérez; y por el Oeste, rambla por medio, alcanzaban la cumbre del monte conocido por los vecinos como “Tajos de los Carriones. 
 
                            El antiguo nacimiento de agua de El Cañar junto a la vieja ermita


             Nacimientos de El Cañar                             Foto de historia en camino
             el agua canalizada                                        historia y foto divina
             en el trayecto cascada                                  explicando aquel molino,
             buscándole utilidad,                                      fuerza de agua muele harina.



Tuberias para conducción de agua a las balsas de riego


anteriores canalizacionesde agua  


            El Cañar de Tallante era conocido desde  tiempos de los romanos por sus abundantes  manantiales de agua, que de siempre se han venido utilizando en el riego de aquellos campos, como atestiguan los restos de tajeas y tuberías a distintos niveles par la canalización de las mismas.


 Esquema de funcionamiento del molino harinero de El Cañar, movido por la fuerza hidraúlica


            Famosa desde siempre ha sido el manantial existente junto a la vieja ermita de El Cañar, aunque el agua   aflora desde más arriba, haciendo que por aquella rambla siempre hubiera una especie de riachuelo. Aunque el manantial más importante  es la Fuente dé El Cañar, que entorno al S. XVII, era la razón de la existencia del caserío y la ermita que junto aquella se hizo.

            Sus aguas han venido utilizándose para el consumo humano, y tambien para el industrial, pues desde el S. XIX,  se canalizaron hasta la población de Isla Plana para una fábrica de ladrillo. 

                        Edificio que cobija el  pozo del motor, junto al cauce de la rambla de El Cañar.

Don Isidoro Mínguez aprovechaba cuantos terrenos podía para convertirlos de regadío sirviéndose de aquellas aguas,   tambien de las que extraía del llamado “pozo del motor” existente en La Rambla de El Cañar, y más tarde hizo algunos pozos artesianos en la zona, canalizando sus aguas hasta una gran balsa en la zona de El Campillo.
 


    Pozo artesiano abandonado, junto al cauce de la rambla de El Cañar.
            
            Tan caudalosas eran aquellas aguas, que en la zona de El Cañar  aún pueden verse los restos de balsas y  canalizaciones   para accionar  el mecanismo que movía las grandes piedras del molino harinero de los llamados “de cubo” construido en 1810, que contó con   una instalación de obra, desde la que el agua  desde una altura de 12 metros,  con la fuerza hidráulica suficiente, para mover las palas que hacían girar las piedras de moler.

 
                 Canalización  en El Cañar, para el salto de agua que movia el molino harinero


    Balsa de almacenamiento de agua para abastecer el salto que muevía el molino

            Tambien el Sr. Mínguez, en la zona de El Campillo tenía su vivienda en un edificio mansión de grandes dimensiones, dotado de oficinas, viviendas para obreros y dependencias  agrícolas-ganaderas. Edificio actualmente deshabitado, pues sobre 1980 la finca cuenta con otros propietarios, que la han convertido en  una ex plantación moderna de invernaderos, especialmente para cosecha de tomates. En los tiempos del Sr. Mínguez como propietario, aquel valiéndose de medianeros, plantaba tomateras en la forma tradicional. 

 
  Edificio mansión  de D. Isidoro MInguez, en la zona de El Campillo, Cartagena

LA VENTA DE PRODUCTOS DE LA FINCA FAMILIAR.

            En aquella finca los productos de regadío como: tomates, pimientos, patatas, etc., en la que además habían  muchos árboles, especialmente higueras, almendros y granados (estos últimos daban granadas de excelente calidad), que a veces se vendían en lonja.


                 Abuela Charo cuidaba                       Paco y abuela Asunción
                 una huerta aunque pequeña               en la semana algún dia
                 y en su buen cuido se empeña            a vender en La Azohía
                 sus ganancias bien sacar                    tomates, granas, melón


Tambien recuerda cuando sobre 1955/57, durante  la época de verano, él y su abuela Ascensión, los productos de su huerta los llevaban a vender a las playas de la Azohia, a la par  de que al regreso solían adquirir a unos zagales del lugar, los pulpos que aquellos pescaban por las rocas, y en otras ocasiones, algunos  peces que aquellos recibían por ayudar a los pescadores a sacar del mar las redes a la playa (tirar de la “jábega”). Productos del mar que abuela y nieto traían para el consumo familiar, e incluso para venderlos al vecindario de El Cañar.

 
     El cable aéreo minero con las vagonetas que asustaron al animal.

            El traslado a la Azohia con los productos a vender, los transportaban en un burro con aguaderas,  por un camino que obligatoriamente pasaba por debajo del cable aéreo minero, que llevaba las vagonetas cargadas de mineral de hierro procedente de las minas del Rincón de Morales, para depositarlas en la zona de playa en espera de su embarque. Fue en uno de aquellos viaje cuando en ese crítico momento,  sobre ellos y el  animal pasó una de las vagonetas, ¡Lo que provocó en el burro tal pánico!, que aquel se soltó y dando brincos salió a todo correr tirando al suelo la preciosa carga agrícola que transportaba, la cual queda toda destrozada. Ese día abuela y nieto tuvieron que volver a casa sin hacer ningún negocio.

LA PRODUCCION DE HIGOS

En la finca familiar existía un higueral que daba gran cantidad de higos “ñorales” y negros, destinados al consumo familiar, aunque mayoritariamente eran empleados en la cría de los animales (una docena de cerdos, los burros y las cabras) de la finca.

Los higos para ser guardados había que cogerlos “macocos” (casi secos) cuando aquellos caían de la higuera, y seguidamente se ponían a secar al sol. Como en aquel tiempo las lluvias eran muy frecuentes y abundantes, se daba la circunstancia que su efecto acababa pudriéndolos haciéndolos inservibles.


                Buena cañada de higueras                Ellos buscaban apaño
                Eran negras y ñorales                       porque así exigia el destino
                Allá por esas laderas                         para postre todo el año
                Martinencos y verdales                     y engordar algún cochino        



El abuelo Lázaro era un hombre muy mañoso, y puso en práctica la fabricación de unos grandes cañizos de forma rectangular (2x1 metro) unidos entre sí por guita de esparto,  sobre los que se depositaban los higos a secar. De esa forma cuando el tiempo amenazaba lluvia, rápidamente podían ser  los cañizos trasladados con su dulce carga, protegiéndolos bajo techo, y así sacar adelante la cosecha de higos. Las gentes vecinas del lugar, se maravillaban de ver que al tío Lázaro, del que tenían opinión favorable de ser hombre muy listo podía disponer de higos, mientras que ellos los habían perdido todos por efecto de la lluvia.

De entre los higos puestos a secar se elegían varios kilos de los mejores, los cuales se encofinaban en recipientes de esparto de pequeño tamaño, revueltos con matas de hinojos y plantas aromáticas, utilizados en el consumo familiar. El resto de los higos también se encofinaban  en grandes recipientes de esparto,  guardándolos largo tiempo destinados a comida para los animales.

 
                Paco Solano con sus padres y abuelos maternos

La abuela de Paco era todo un manojo de nervios muy activa y trabajadora, todo lo contrario que el abuelo Lázaro, que era obeso y “pecharon”. Paco en la práctica se había criado con estos abuelos, pues aunque sus padres residían en la misma casa,  la madre se pasaba todo el tiempo   dedicada en pleno a la costura, siendo la abuela la encargada de las faenas caseras, y tambien de imponerle al niño la disciplina de la época, a base de alpargate y algún azote.

PACO Y EL MIEDO 

            Desde bien pequeño las personas mayores, tanto vecinos como familiares, contaban al niño historias de encantamientos, fantasmas, espíritus, etc. (era época de la creencia a pié juntillas por las gentes, sobre la salida de “fantasmas” dotados de sábanas blancas y luces sobre la cabeza deambulando por los caminos). Todo aquello impresionaba bastante al niño, y durante toda su vida le ha proporcionado cierto temor  la oscuridad y lo desconocido.

 
  Francisco Solano, muestra cara de horror, ante la forma mostruosa  de unas manchas de humedad, que han salidao en una pared de sus propiedad en El Cañar


               Tengo en el cuerpo metido             ¿Porqué me siento yo asi
               y remediarlo no puedo                    que yo el miedo en mí provoco?
               a un fantasma poseído                    Para mí es un sin vivír,
               y de espíritus recelo                        le tengo miedo hast al "Coco"



            En la vivienda familiar durante la noche concurrían muchos  hombres y mujeres  haciendo soga y guita, además del grupo de muchachas que hacían la costura. En la reunión denominada “hacer candanga”, se conversaba de todo, y aquella solía durar hasta las 12 de la noche y más, no faltando en la reunión algunos “graciosos”, que contaban al niño historias de miedo; cosa   que los padres no querían.


MINAS DEL RINCON DE MORALES EN PEÑAS BLANCAS

 
            Sobre 1955 y con 10-12 años de edad, Paco visitaba aquel grupo minero, incluida la mina María Antonia en la que su padre trabajaba, situada a gran altura sobre la montaña, en la que veía como las vagonetas cargadas de mineral eran introducidas en la jaula ascensor del pozo con castillete de madera, y aquellas descendían a la profundidad para ser sacadas por las galerías de las minas Aqueronte o Estigia.

 
   Castillete para  descender las jaulas, de la mina Maria Antonia, donde el padre trabajaba


                Allá al blincar la montaña                Poemas hice de las minas,
                andando por esos lares                    a tales respeto y quiero
                con una vista que ensaña                 Mi admiración es divina
                son las Minas de Morales                pues soy hijo de minero


Tambien durante un tiempo  el niño acudía a las oficinas (edificios situados junto al gran aljibe circular de agua que allí existe), para llevar los partes de baja por enfermedad, e incluso  firmaba   las nóminas salariales, recibiendo el sueldo de su progenitor.


   Rogelio Mouzo sobre el mecanismo que accionaba el cable aereo minero hasta el mar.

            Él, aprovechaba aquel tiempo en la mina para ver la gran actividad que allí se hacía, extasiándose en ver funcionar aquel cable aéreo con sus vagonetas cargadas de mineral. Cuenta que las vagonetas cuando llegaban vacías eran  desenganchadas del cable y desviadas a un rail fijo,  siendo  aquellas  empujadas a mano hasta las bocas de carga de la portetas de las tolvas (boca de llenado de mineral). Seguidamente aquellas eran empujadas  siguiendo aquel rail fijo, que siempre estaba muy engrasado para facilitar su rodadura, hasta  situarlas en posición de  volver a engancharlas al cable aéreo en su recorrido hasta la playa donde estaba la zona de descarga.

 
En primer termino el algibe circular de agua de la mina, por encina edifico comedor de obreros


   Lavabos de la mina, unicos restos existentes en la zona vestuario de obreros

            Tambien existían algunos trabajadores mineros destinados a llevar agua al resto de los trabajadores. Líquido que recogían en  el gran aljibe circular  del exterior de aquellas minas, el cual se llenaba con las aguas de lluvia. El reparto del agua a los mineros lo hacían en vasijas de madera con pitorro denominadas “gavetas”.  Tambien Francisco aprovechaba el tiempo para hablar con los obreros conocidos vecinos de El Cañar.

 
   La tolva de carga de mineral a las vagonetas del cable aéreo

            En la parte alta cercana a las bocaminas Aqueronte y Estigia, se encontraba el edificio comedor y aseos para el personal, y cercano estos había otro pequeño edificio, que hacía de tienda de venta de comida y algunas otras cosas como vino, donde un hombre vendía en la mina tabaco y calzado de trabajo (“albarcas”) etc. Aquella tienda la llevaba Gabriel, hombre  que trabajaba en la mina como  encargado del taller mecánico y,  simultáneamente, vendía aquellos productos a los mineros. Este hombre era yerno del tío Juan “de lo Catano”,  un vendedor ambulante de comida, el mismo que le compraba a Paco los caracoles, el cual  en el Rincón de Sumiedo tenía una tienda con estanco oficial.

 
   Edificios zona de oficinas y cuadras para los animales, de las minas del Rincón de Morales

            El trato del niño con las personas de la oficina minera, propicia que se hiciera  conocer por el ingeniero director de aquella minas, al que explicó cosas referentes al túnel y otras minas existentes en las tierras de su familia; por lo que aquel directivo minero, días después acompañado de otro encargado minero, les hiciera una visita, y estos especialistas de la minería, debidamente alumbrados por carburadores (lámparas de acetileno), se dedicaron a explorar la larga galería por la  que manaba el agua para la finca.

PACO CARGANDO BARCOS DE MINERAL EN LA PLAYA

             Sobre los 12 años de edad participó  en la carga de mineral del último vapor que atracara en aquella playa de La Azohia para llevarse el mineral de hierro de las Minas de  Morales, siendo el niño destinado a empujar vagonetas sobre raíles de hierro desde la tolva principal en la zona de descarga delcable aéreo, y las trasladaba empujándolas hasta la zona del mar pasando sobre el largo muelle, descargándolas en “orre” (mineral suelto en montón) sobre las barcazas, que los trasladaban  mar adentro, para su carga definitiva en el barco. En aquel punto de descarga de mineral trabajaban unos 20 obreros. 

 
    Instalaciones mineras junto a la playa para descarga del cable aéreo, y cargar los barcos



              Siendo un joven chavalillo               Allí Paco se presenta
              Con ganas de trabajar,                    y dice: -yo trabajar quiero
              Plaza allí pidió el chiquillo               pero que tengan en cuenta
              Y vieron bien contratar                    que soy hijo de minero



            El vapor que recogía el mineral de aquellas minas, a su llegada quedaba fondeado en lugar cercano a la playa, e  inmediatamente hacía sonar su potente bocina alertando de su presencia a todo el vecindario. Sonido que podía escucharse desde la zona de El Cañal distante casi 5 kilómetros.


     El barco atracando en la playa para cargar el mineral

            Las gentes de todo aquel territorio se presentaban de inmediato a solicitar trabajo en la carga del barco, y en función de la época de carga acudían mayor o menor número de personas, pues si era tiempo de gran actividad agrícola o pesquera, el número de obreros a trabajar disminuía bastante.



            Paco a pesar de su corta edad se presenta para ser contratado, alegando que era hijo de Alfonso “el Minero”.  El trabajo duraba varios días, y él se mantuvo en aquel puesto hasta que el barco se marcha con su carga.

VERANEO  EN LAS FIESTAS DEL CARMEN Y SANTIAGO

            Desde muy niño él conocía bien el lugar donde se cargaban los vapores, observando cómo el mineral de hierro era trasladado en las grandes barcazas, hasta situarse al costado del barco, y de aquel con grúas izado a bordo.

 Por aquel tiempo las familias de El Cañar solían veranear  en aquella playa durante las fiestas de la  Virgen de Agosto y de San Roque (15 y 16 de agosto). Al lugar llegaban los vecinos cargados con los averíos y enseres, instalándose en la zona de playa  de Isla Plana frente a “las Colonias” (lugar con  una gran pinada y diversas edificaciones junto al mar,  donde  iban niños escolares y hacían campamento durante cierto tiempo). Edificios  es instalaciones muy mejorados, convertido en Residencia de tiempo libre para discapacitados, dependiente del IMAS. 
           Edificio de las antiguas colonias veraniegas, ahora residencia de tiempo libre para             discapacitados dependiente del IMAS


                Los vecinos de El Cañar                         En sus burros transportar
               día de la Virgen y San Roque,                 de El Cañar  hasta Isla Plana
               se buscaban buen enfoque                       y en armonia y con gana
               para pasarlo en el mar.                            los dias solían pasar




      Barcazas de carga de mineral para llevar a los barcos fondeados en la playa


En la zona había varadas una decena de aquellas  grandes barcazas, que habían sido abandonadas y depositadas en la playa fuera del mar por inservibles, En los costados de aquellas embarcaciones los vecinos sujetaban los todos y sombrajes, y las gentes, especialmente los niños gozaban muchísimo, dándose la circunstancia de que los bañistas, bien por pudor o por la mucha pobreza carecían de bañadores, y lo hacían introduciéndose en el mar cubriendo sus cuerpos con algún tipo de ropa de calle o similar.

  EL AGUA DEL TUNEL Y DE LA NORIA DE EL CAÑAR.

            De aquel túnel manaba agua de buena calidad para el empleo doméstico y de las personas. De ella se surtían todos los vecinos del lugar que allí llegaban a llenar sus vasijas, mayoritariamente para su traslado empleaban cantaros de barro, siendo el agua recogida en una poza o boquera existente en la misma salida de la galería. El agua sobrante se dirigía a la balsa destinada al riego. 

 
               Isabel   con su hija Juana Maria, cogiendo agua de la poza del túnel minero

El conjunto de animales domésticos para beber lo hacían con el agua extraída del pozo-noria de la finca, situado dentro de la actual vivienda reconstruida (aunque en aquel tiempo no había ninguna otra edificación en aquella zona), permaneciendo solamente el pozo-noria movido por una bestia (noria de sangre) con la que se llenaba una balsa pequeña (3X3 metros de lado y 1,5 de profundidad), dotada de una pila anexa a la balsa, utilizada para lavar la ropa.


                 Aquella mina manaba                       Esa poza de agua llna
                 agua buena, un manantial,               el vecino visitaba
                 vecindario se llevaba                        y un cántaro trasnportaba
                 para el uso personal                         con gran satisfacción plena


 El agua del pozo-noria se extraía a unos 14 metros de profundidad, y disponía de sus correspondientes maromas de esparto a las que se sujetaban fuertemente los arcabuces de barro que eran fabricados en la zona de Totana.

 
Modo de como se llenaba los cántaros de agua en  la poza del túnel minero

Recuerda francisco varios incidentes que en aquella balsa se sucedieron. Uno de ellos fue el descuido que Paco tuvo estando  al cuidado del burro que movía la noria. Aquel animal para hacer funcionar la noria daba vueltas, llevando los ojos cubiertos por un paño negro para evitar el mareo; pero aquel día no había sido bien amarrado y se suelta, y dado que aquel no podía ver, cae de bruces dentro de la balsa del agua, la cual carecía de brocal de protección.

              Paco Solano y su esposa, se llevan el agua recogida en la galeria minera

Alertado el padre de aquel incidente se mostró muy enfadado con el niño, y para sacar de aquel atolladero al animal,  hubo de procederse al vaciado de la balsa, y mediante la participación de varios de los vecinos del lugar y  sin no poco trabajo, se logra sacarlo de aquella balsa. 

   Noria para extraer agua, existente en una finca junto a la rambla, zona de El Cañar

En ocasión de haber caído la abuela enferma y la madre de Paco no podía dejar su costura, tuvo que recurrirse a la ayuda de una mujer, de nombre Dionisia  que vivía en el barranco de “el Parrilla”, para que cada 15 días viniera a lavar en la pila anexa a la balsa del agua de la noria. Esta mujer  traía con ella a una de sus hijas menores, de nombre Juana con edad de unos ocho años, y ambas permanecían todo el día comiendo de lo que lo que allí se cocinaba para todos.

Aquella niña era muy revoltosa y en cierta ocasión, cogió las tijeras de costura y no las quería devolver. La madre  pide al hijo que se las quitara, pero la niña sale corriendo y Paco hace lo mismo tras ella, observando que se dirigía  hacia la zona de la noria  para refugiarse con la madre donde aquella  se encontraba lavando, y en su loca carrera sin darse cuenta, la niña cae dentro de la balsa. 

Como aquella no sabía nadar y la balsa era profunda, se produjo una situación bastante angustiosa. La madre de la niña toda asustada reacciona, y con la ayuda de Paco tienden unas largas cañas, logrando que la niña se agarrara a ellas, y así pudieron arrimarla a la pared de la balsa, de  donde pudo ser sujetada  y extraída de aquel lugar; aunque hay que precisar, que la tozudez de aquella niña era tal, que durante todo aquel tiempo de permanecer a punto de ahogarse, mantuvo las tijeras fuertemente asidas en una de sus manos, sin ni si quisiera soltarlas  después  para cambiarse de ropa.

EL PADRE CAZADOR CON ESCOPETA Y HURÓN.

            Este hombre disponía de una escopeta de caza de un solo cañón calibre 16 para cartuchos de pólvora negra. Arma que siempre llevaba consigo mientras pastoreaba el ganado o se dedicaba a la corta de leña por los monte, de tal suerte, que a la par solía cazar algún que otro conejo, y en ocasiones alguna perdiz.

 
                        El padre de Paco con su nieto, tras haber cazado un conejo


                  Mi padre era cazador                   Aunque cazaba y cazaba
                  y no por casualidad                       nunca le quedó secuela
                  con su escopeta y hurón                Piezas buscaba y buscaba
                  era por necesidad                          para llenar la cazuela



            La caza era prácticamente la carne que se utilizaba para el consumo familiar, dado que los poyos, conejos etc., que allí se criaban, los destinaban para cederlos al recovero en intercambio  por ropa, petróleo, productos de limpieza etc., pero nunca por dinero.

 
                  Paco Solano tambien hace alardes de cazador con la escopeta del padre

LA MATANZA ANUAL DE UN CERDO 

            El abuelo Lázaro cada año sacrificaba un cerdo gordo, y el día de “la matanza” acudían vecinos y familiares para degustar algunos de los productos típicos del animal, tales como la masa que se preparaba con cebolla y sangre para hacer las morcillas, que sin embutir se feria; también se consumía “la fritura” que se hacía con la asadura y su entresijo, etc.

            Al resto del cerdo se le quitaban los jamones  y los huesos para salarlos, y así poder conservarlos largos meses, mientras que con la magra y el tocino se hacían distintos tipos de embutidos (morcillas de cebolla o de arroz, blancos, longanizas, chorizos, morcones, etc.) Embutido que se guardaba colgado en unas   cañas a modo de perchas en lugar próximo al techo.


                Para el sustento de un año               Y una pieza se guardaba,
               Un cerdo o dos se mataba,                así era la tradición,
               y así buscando el apaño                    y tan solo se empezaba                 
               parte de ellos salaba                         Virgen de Agosto, el morcón



            A los vecinos asistentes a la matanza, lo normal  era prepararles para que se lo llevaran, un plato a modo de obsequio o “presente”, que generalmente contenía dos huesos, dos morcillas y un poco de magra, suficiente para una comida.

            Aquel “presente” u obsequio, era una costumbre tradicional de la zona, que paliaba en aquel tiempo la carencia de frigoríficos con los que conservar los alimentos. De esa forma y como los vecinos se turnaban en sus respectivas matanzas, en las que se realizaba la misma tradición de dar el plato regalo de partes del animal, todos ellos durante un tiempo disponían de alimentos frescos de cerdo.

El abuelo Lázaro del que ya se dijo era muy comilón y obeso, a la hora del almuerzo cortaba un gran trozo de tocino, pinchándolo con la  armará o lezna de coser `pleita, y lo ponía para asárselo. sobre el fuego del hogar de la casa (que en invierno siempre se mantenía encendido), La esposa lo llamaba al orden diciéndole que era un “animal”, pues aquel para comérselo,  cortaba mucho más tocino que pan.

FAENAS AGRICOLAS Y ADECUACION DE TERRENOS

            Su padre se dedicaba a cortar leña, aunque tambien en unos bancales muy lleno de piedras de aquella finca las trabajaba para convertirlas en tierras de cultivo para cebada.  Primeramente a base de pico estuvo retirando las piedras, para hacer pedrizas con las que eliminar las pendientes del terreno montuoso nivelando los bancales, y una vez hecho aquel trabajo los sembraba. Aquello significaba un duro esfuerzo, recompensado por la excelente calidad de la cebada allí sembrada, al tratarse de una tierra vírgenes de cultivos anteriores.

                Mi padre quiso marcar                         Pongo manos a la obra
                las partes de cada uno                          con maquinas, camiones
                yo considere oportuno                          de mi mente no se borra
                mi parte remodelar.                              hacer grandes extensiones.

            La siega se hacía a mano con hoz, y una vez formadas las galvas, aquellas se cargaban en el burro  trasladándolas a la era, sita en lugar próximo a la vivienda familiar. La trilla (separación del grano de la paja) se hacía con un trillo de rodillos tirado por caballería. Paco como el resto de la chiquillería, le gustaba subirse al trillo para pasearse mientras aquel daba vueltas en la era.

 
                         Multitud de herramientas de uso agrícola


            Luego y cuando soplaba viento de lebeche se aventaban las mieses mediante una “orca” (especie de gran tridente de madera) separando el grano de la paja, siendo esta última guardada bien pisada en la pajera (especie de prensado que hacia el abuelo Lázaro debido a su gran peso). Si la cosecha era abundante se hacían varios pajares al aire libre, señal de que el año fue bueno. Estos pajares eran cónicos-circulares, siendo protegidos mediante revestimiento en todo el exterior con capas de matas de monte bajo.

            La cebada se llevaba a moler al Rincón de Tallante en molino de los hermanos Pedro y Juan Claras, los cuales eran dueños de un molino accionado por un motor de “gas pobre” (gas resultante de la combustión de la cascara de almendra). El pago por la molienda se hacía a cambio de “la maquila” (entrega de una porción de cereal según los kilos molidos). Cuando aquel molino cesó en su actividad cerrando al público, había que llevar la cebada al molino de Juan “El Molinero” existente en el pueblo de Las Palas, el cual ya era movido por electricidad.


  Tipos de trillos, uno de cuchillas de hierro y otro de piedras, para separar el grano de la plaja

            Las bestias había que herrarlas (poner herraduras de protección en los cascos de sus patas) en la herrería de Diego “El Herrador”, que se encontraba a la salida del pueblo de Las Palas dirección a La Pinilla. Tambien en el citado pueblo de Las Palas salida a Mazarrón, estaba un taller fragua  (no recuerda el dueño de aquella herrería), en la que se reparaban y  “aluciaban” (sacar filo) a rejas, picos, diversas herramientas y aperos.


 VIDA FAMILIAR Y  VECINDAD, BAILES Y DIVERSIONES
  
            Los padres de Paco se llevaban bien en su convivir matrimonial, pero no ocurría lo mismo entre el esposo y la suegra,  que ni se dirigían nunca la palabra.  El yerno solo entraba a su casa a la hora de comer y a dormir…

            En aquel tiempo no había aparatos de radio (el “arradio” como era más conocido). La madre de Paco pudo hacerse de algunos libros, entre ellos la novela  Genoveva de Brabante, y cuando durante la noche en  “la candanga” que hacían los vecinos en aquella casa, en un momento de la reunión se hacía un paréntesis, en el que la madre de Paco durante una media hora  daba  la lectura de una parte de aquella novela. 

            Aunque era estancia feliz                            Para mi madre era gloria
            pero nada de derroche                                atenta y con buen semblante,
            en distracción convivir                                leía en candanga la historia
            la candanga por la noche.                           Genoveva de Bramante.

            En la zona donde estaba la escuela para niños y frente a la ermita nueva, existía una gran tienda de comestibles y artículos varios, que era regentada por el matrimonio Martín Solano y Rosario Garcia. Tambien en la calle existía un campo para el juego de bolos cartageneros. En un salón de grandes proporciones anexo a la tienda, los domingos se hacía baile al que acudían los vecinos y otros llegados de los caseríos y pueblos cercanos, y en verano el baile se hacía en la calle. Tambien en aquel salón se organizaban reuniones de vecinos, se celebraban fiestas y se jugaba a las cartas.

 
   Caserio en El Cañar, donde estuvo la tienda-estanco y bar con gran salon de baile

            En aquel tiempo las viviendas y caseríos de El Cañar carecían de electricidad, siendo el alumbrado principal el quinqué, el candil o el farol de aceite, este último para poder andar de noche por los caminos. Los obreros que  trabajaban en las minas disponían de alumbrado con sus carburadores. El alumbrado para el baile en aquel salón, se hacía con una lámpara de petróleo a presión (petroman) y también algún carburador. La cantina disponía de algún quinqué de petróleo (gas).

            Paco desde muy niño,  durante el tiempo del baile se lo pasaba ayudando a despachar en la cantina. Allí de forma extraoficial se vendía tabaco de las marcas: Ideales, Diana, el paquetón color verde o el paquetón de color rojo de tabaco picado, mientras que  las personas más pudientes fumaban el llamado “Caldo de gallina” (un tabaco hecho cigarros, pero que había que reliar a mano). 


El caserio donde estaba el establecimiento salon baile de El Cañar. Al fondo  Peñas Blancas

            En la cantina vendía butifarra, tocino y caballa. Otros más bebedores tomaban reparo, láguena, vino y anís seco. Más tarde y como una novedad, se vendía gaseosa de la marca “La Pitusa” y también sifón que se llenaba en una fábrica de Fuente Álamo. Además  se servía una naranjada con burbujas denominada Orange Cruz. Estas bebidas eran más de consumo de mujeres y niños. Tiempo después se despachaba la cerveza embotellada de la mara “El Azor” fabricada en Cartagena. 

            En aquellos bailes no faltaban las trastada (gamberradas), que los jovenzuelos solían hacer en la noche mientras las parejas bailaban, los cuales tras haber cogido algunos pájaros (gorriones  y ravijorneros) en los campos o pedrizas que ya conocían, los soltaban cuando el baile estaba lleno y en todo lo suyo, para seguidamente apagar el petroman y otras luces, produciéndose un gran alboroto y multitud de gritos, que terminaban cuando se restablecía la luz.

TRABAJOS DE BARBERIA EN EL BAILE DE EL CAÑAR 

  
En un rincón del salón de baile y  con el público bailando, o sentadas la parejas bajo la atenta mirada de sus respectivas “carabinas” (personas encargadas de guardar la moralidad de sus hijas…), un barbero atiende a los hombres que desean afeitarse o pelarse. 

              Tienda de Martin Solano                Domingo de noche y día,
              bailes fines de semana                    creo que así recordar quiero,
              allí se asistía y con gana                 se instalaba barbería
              novios familia y hermano.               de Perin era el barbero

 
     Antiguas herraientas empleadas por los barberos (peluqueros)

El barbero domiciliado en Los Jarales de Perin,  llegaba por la mañana a El Cañar de Tallante, recorriendo las viviendas para pelar y afeitar a las personas mayores, niños, enfermos, etc. Luego a la noche, continuaba atendiendo a la clientela que acudía al baile. Se daba la circunstancia que el barbero al no disponer de silla giratoria profesional y, dada el poco espacio que allí disponía, aquel  solía agarrar fuertemente  la cabeza de los niños al pelarlos, retorciéndosela al máximo a fin de llegar a las partes más lejanas, y así ver bien por donde tenía que pasar la máquina.

MUSICOS EN BAILES. FUNCIONES DE TEATRO.

            Se trataba de dos hombres que tocaban instrumentos musicales de cuerda. Un laúd tocado por José “El Terrero”, persona que había llegado de Aledo con su madre y la abuela, residiendo en la llamada “Casa del Terrero” (de ahí su apodo); el otro músico   tocaba la guitarra y se llamaba Juan “el Valeas”, que a la vez era novio de la hija del dueño de la tienda y el salón de baile. Este guitarrista años después se hizo policía armada.

               Si algún vecino promete                Un laúd y una guitarra
               se montaba un buen teatro            de músicos muy punteros
               todo en forma de sainete               Juan ``Baleas´´ que tiene garra
   para así pasar el rato.                    y el otro José el Terreros

            En el pueblo había varios viejos muy chistosos, que en   aquel salón, en diversas ocasiones delante del público representaban obras “teatrales”. Funciones basada en la representación de temas campesinos a modo de sainete no escrito. Estas personas  se dotaban de ropas y elementos campesinos en función de lo que fueran a representar. 

 
    Celebración vecinal en El Cañar

            Una de aquellas funciones el argumento giraba en torno a la compra-venta de un burro,  apareciendo aquel animal representado  por dos hombres agachados y unidos a lo largo, tapados con  albarda y aparejos etc. El que hacía de vendedor del animal solían sacar gente del público a modo de compradores, e incluso a alguno de ellos se les hacía subir sobre el burro, para que comprobaran la resistencia del mismo, a la par que trataban de convencer al posible comprador, sobre las buenas dotes que tenía el animal, lo económico que era, etc. La gente se partía de risa.

            Otra representación que hicieron, fue la del “juego del barbero”, en donde se ponía un cubo lleno de espuma con agua jabonosa, y a modo de brocha se utilizaba el mocho de una escoba. Seguidamente sentado en una silla estaba el hombre que hacía de cliente, al cual el barbero con el mocho de escoba lo llenaba del jabón sacado del cubo, por lo que aquel, profería gritos y  exageradas  muestras de horror y otros  síntoma de estar muy asustado…,  Aquello hacia que el barbero acabara cabreándose, y volcara   sobre la cabeza del cliente el cubo de espuma  y agua jabonosa.

 SALONES Y BARES QUE HUBO EN EL CAÑAR

Además de la primitiva tienda y salón  de baile y juego de bolos descrita propiedad de Martín Solano y Rosario Garcia,  el cual cierra al público sobre 1962, por lo que todo el personal que allí acudía se tiene que trasladar a reunirse y divertirse, en otro ventorrillo que en la parte central de El Cañar (en zona alta y muy alejada), que  allí puso Ginés Egea; establecimiento  que también disponía de juego de bolos y se podía jugar a las cartas.

              Aquella tienda cerro                           Este nuevo ventorrillo
              buen pesar pá los vecinos                  mucho más modernizado
              pero Don Ginés abrió                        chucherías pá los chiquillos,
              se hicieron nuevos caminos.              y ¡hasta una radio instalado!

            El dueño de este local trabajaba   en las minas del Rincón de Morales, y en el salón además de los bailes, se podía escuchar un aparato de radio (primer “arradio” que en aquella zona se instalara. Aquello era una novedad para todos, pero la puesta en marcha de aquel mágico artefacto de noticias y música, solo  podía  ponerlo en funcionamiento el minero propietario.

 
    Junto a la palmera, esta otro de los edificios (ahora restaurado) un bar donde se hacia baile.

            Dado  que Ginés Egea  en la mina  siempre  trabajaba en turno de 4 de la tarde a 12 de la noche, el aparato de radio se mantenía sin funcionar. Pero la novedad  de poder escuchar aquella especie de caja mágica musical era tal, que las gentes esperaban, pasadas las 12 de la noche a  que vinera Ginés. Es asombroso lo que representaba a los vecinos para logran algún tipo de expansión y “recreo”, desplazarse de noche a dicho salón-bar, situado muy alejado y a gran altura de la montaña  al Oeste  de la rambla de El Cañar. 

Aquel hombre a su llegada se lavaba un poco, seguidamente y dotado de gran parsimonia, cogía las dos pinzas que se acoplaban a la betería eléctrica, y dirigiéndose a los existentes decía: “pinza positiva”, y la ponía en el lado correspondiente de la borna de la batería, seguidamente añadía “pinaza negativa” y repetía el mismo ritual como si estuviera haciendo algo que requiriese conocimientos especiales y dificultosos, Después procedía a dar al interruptor y  sintonizar el programa que emitía Radio Andorra. La gente lo miraban prestando mucha atención a los movimientos que aquel hacía para poner en funcionamiento el aparato de radio, y el hombre se mostraba muy orgulloso ante sus vecinos.

 
Bar con juego de bolos y baile, donde se escuchaba el aparato de radio en El Cañar

            Cuando tres años después aquel bar  cerrara, un hombre de nombre José Mendoza (a) “Agüera” vecino de Isla Plana, que había contraído matrimonio con una joven de El Cañar, que tambien  simultaneaba su trabajo en la mina con  la siega de palma en los bajos de Peñas Blancas, monta en la parte derecha de la rambla otro bar similar a los anteriores con baile, juego de cartas, de bolos y tertulia, aunque carecía de aparato de radio. Este bar acaba cerrando sus puertas al público unos tres años después; lo que propicia que otro vecino de El Cañar conocido por “Quico el de los Chorricos”, pusiera otro establecimiento similar a los anteriores en lugar mas cercano a la rambla.


   El mismo bar con baile y aparato de radio. Este estaba a bastante altura sobre la rambla

            Por ese tiempo la juventud, que ya disponía de medios de transporte tales como bicicletas y motos,  comienzan a ir buscando otros ambientes de diversión en lugares distantes a El Cañar, lo que provoca el cierre de aquel último establecimiento de diversión y reunión de los vecinos.

LAS FIESTAS Y DIVERSIONES 

            Durante años, cada 15 de septiembre se venía celebrando el día de La Patrona de El Cañar Nuestra Señora la Virgen de la Luz, y durante dos días se hacían fiestas en su honor. Unos lugareños a los que se les denominaba “Mayordomos”, eran los encargados del programa de fiestas y su desarrollo. El padre de Francisco hizo de mayordomo durante dos ocasiones.

 
     Los mayordomos con las damas y publico, en las fiestas de El Cañar 1960

            El programa de fiestas incluía la celebración de la Misa en la capilla  de la finca de D. Isidoro Mínguez (antigua ermita); también se organizaban carrera de cintas en bicicletas, cuyos premios consistían en pañuelos bordadas por las mozas del lugar; el programa de las fiestas recogía  “el tiro de piedras al pollo”, en el que se ponía un pollo vivo enterrando dejando la cabeza al descubierto, al que  desde una zona lejana se le arrojaban piedras (se trataba de una diversión macabra en la que animal resultaba muerto a pedradas). 

 
                          Romeria de la Virgen de La Luz, Ermita de El Cañals años de 1960

                  En septiembre la Patrona                 Músicos de Cartagena
                 de aquellos bellos lugares                  con buena interpretación
                 Virgen de La Luz corona                   oírlos merece la pena
      son tus fiestas populares.                  saxofón y  acordeón

 
    Fiestas en honor de la Virgen de La Luz en El Cañar, 1970

Tanto para participar en la carrera de bicicletas a la caza de cintas, como a la adquisición de las piedras para tirar al poyo, había que pagar un dinero a la comisión organizadora de los festejos, a modo de contribución a sufragar el costo de los gastos que allí se celebraban, usando los locales de los distintos ventorrillos que existieron en cada época. 

 
                 Interior de lo que fue capilla de La Virgen de la Luz, en El Cañar

Tambien con el mismo fin de sacar dinero, la comisión rifaba un gran mazapán con forma de lagarto. Dulce que se confeccionaba en la confitería de Pedro Yepes en Molinos Marfagones. El  pastel venia dentro de un bonito estuche circular de unos 30 centímetros de diámetro muy bien presentado. Aquel pastelero con motivo de las fiestas de los pueblos cercanos, venia confeccionando unas tortas típicas para su venta en formato de 12 de ellas, que podían ser redondas o tener figura de una guitarra. Tortas  que era presentada adheridas sobre una base de papel. 


    Edificio que fue primera ermita de El Cañar, con amplia zona para hacer fiestas

            Tema importante de aquellos festejos era el baile de la noche, amenizado por los músicos “El Chani”, de Cuesta Blanca tocando  un pequeño acordeón cromático de botones; un saxofón tocado por un hombre de Cartagena; y una batería (jazz), cuyo músico era un hombre de Los Molinos Marfagones.
 
    Zona de la antigua ermita de El cañar, en donde se celebraban los actos festivos y religiosos

            Los músicos y sus instrumentos llegaban el día anterior a Tallante en el coche de línea. Desde aquel punto los instrumentos musicales se cargaban sobre  las  aguaderas de un burro, y todos andando llegaban a El Cañar, alojándose (dormir y comer) en distintas casas del vecindario, con prioridad en las de los mayordomos organizadores de las fiestas. Estos músicos cobraban por sus respectivas actuaciones.

ESCUELA DE MUSICA EN EL CAÑAR; 
CUADRILLAS Y CANTOS DE NAVIDAD 

            Sobre 1958 el músico José “el Terreros”  puso una escuela de música para enseñar a tocar instrumentos de cuerda (guitarra,  laúd y bandurria). Francisco inicia su aprendizaje para tocar el laúd, instrumento  de segunda mano que fue adquirido por 25 pesetas, a un hombre de La Torre de Nicolás Pérez. 

               Una escuela se montó                       Por mera casualidad                       
              que Paco bien la recuerda                 Paco solo allí aprendió
              allí a tocar se enseñó                         a tocar la Navidad
   un instrumento de cuerda,                y así ya se retiró

            Cuatro niños fueron los alumnos (laúd, bandurria y dos guitarras) que aprendieron a tocar los cantos de Navidad, y con ellos se forma una  cuadrillas en la que también se integraron personas mayores tocando panderetas, platillos y otros instrumentos sencillos de percusión. Parte principal de aquel conjunto musical era el que entonaba los cantos de Navidad,  y en aquel 1º año el cantante fue José Mendoza “el Agüera”, persona que además de entonar bien, improvisaba las letras de los cantes que se hacían.

 
   Vivienda tradicional de El Cañar, con pozo en la puerta.

El 2º año se incorpora como cantaor Francisco Solano (a) “El Obrero”, hombre que trabajaba en las minas y estaba domiciliado en el Rincón de Tallante. Este cantante era mejor improvisador que el anterior.  La cuadrilla, siguiendo la tradición antigua de aquellas poblaciones campesinas, intervino en la Iglesia de Tallante durante la Misa de Gallo, a cuya terminación se iniciaba un recorrido total por las viviendas de El Cañar. 

CANTOS DE AGUILANDO  EN CASERIOS DE EL CAÑAR

Aquella noche y tras la terminación de la Misa de Gallo  (sobre la una de la madrugada), músicos y numerosos acompañantes iniciaban andando por la rambla los cinco kilómetros de distancia hasta El Cañar, en donde visitaban, una a una todas las casas, incluidas las más altas y lejanas,  omitiendo aquellas donde había luto por el  reciente fallecimiento de algún familiar.

 
Viviendas en diseminado, por El Cañar.

               Tallante misa de gallo            Y  así siguiendo el camino
               la cuadrilla se formaba          con cantos aguilanderos
               hacia El Cañar y sin fallo      obsequiados con buen vino,                                 
               casa a casa interpretada.       dulces y royos caseros

Lo normal era iniciar el recorrido desde la vivienda de  Antonio “El Mochuelo” (primera bajando por la rambla a la izquierda), iniciando un  canto de Pascua en la puerta; seguidamente el cabeza de familia invitaba al grupo a entrar al interior de la casa (los que cabían), y durante una media hora se tocaba y cantaban canciones improvisadas. La familia invitaba a todos sacando los alimentos navideños, comenzando por artículos de la matanza (longanizas, blancos, butifarras, etc.), así como un buen vino hecho en la casa; luego sacaban el turron, rollos, cordiales etc., todo  de confección casera (incluido el turron).  Paco recuerda lo bueno que encontraba comer royos de pascua con longaniza roja.


   Panorámica de las viviendas  diseminadas por El Cañar

Al frente de la cuadrilla iba el mayordomo, el cual portaba un cuadro con la imagen de la Virgen de la Luz.   Seguidamente se iba pasado al resto de viviendas, empalmando la Noche Buena  con todo el 1º día de Pascua. Al salir de cada una de las viviendas, el dueño de la casa introducía cierta cantidad de dinero en la bolsa que llevaba el Mayordomo situada debajo del cuadro con la Virgen de la Luz. Dinero que se utilizaba para el pago de los gastos, entre ellos los del trovador que cantaba en la cuadrilla, mientras que el dinero sobrante de lo recaudado se entregaba como limosna para gastos de la Ermita de El Cañar. 

 
Otras viviendas a recorrer  en Navidad, en los cantos de "aguilando"

Si la visita a los domicilios de los vecinos se hacía de día, el mayordomo a la llegada a la puerta preguntaba a los dueños –“¿Cantamos o rezamos?”. Si la familia estaba de duelo por el fallecimiento reciente de algún familiar se rezaba…

CELEBRACION DEL AÑO NUEVO 

Otro acto festivo celebrado en aquellos  pueblos  era el del Año Nuevo, con una Misa a las 12 del día en la que se cantaban los Cantos de Pascua, y a cuyo término, en la puerta de la Iglesia se celebraba el Baile de Inocentes, interpretado por los músicos de cuerda más profesionales. 

                Uno de Enero año nuevo                  Y así un baile se pujaba
                baile de los inocentes                        viene de largo en la historia,
                el trovador con sombrero                 y algún mozo se quedaba               
                dirigiéndose a las gentes.                 para bailar con su novia,

 

Este baile duraba todo el día, y las gentes permanecían allí sin marcharse del lugar, posiblemente degustando los productos que vendían algunos de los puestos ambulantes que allí se instalaban. El Baile de Inocentes era presidido por la figura del trovador, hombre dotado de sombrero negro, del que por la  zona trasera llevaba colgando  12 cintas de múltiples colores. Este trovador comenzaba estableciendo una subasta en dinero para conceder las primeras  parejas que quisieran iniciar el baile (la primera subasta era la más interesante y más fuerte en la puja económica), luego se hacía con la 2ª, la 3ª y poco más, pues ya el interés decrecía.

EL BAILE DE LOS REBUZNOS

              Existía otra tradición                 Y si el novio no quería
             que era pagar y mandar             que a su novia rebuznara                           
             a alguna moza en cuestión          la tarifa subiría
  hacerle un buen rebuznar.          y bien caro le costaba

            Se trataba de otro baile que se hacía en la plaza de la primitiva ermita de El Cañar,  donde el  trovador era requerido por algunos de los presentes, para que por cierta cantidad económica, diera un rebuzno cerca de la oreja de la chica señalada por el que hizo la oferta del rebuzno. Consistía en un fuerte y verdadero rebuzno improvisado, que el trovador imitando al animal tenía que hacer próximo a la oreja de la chica.

 
     En el centro de la imagen, la finca de Paco Solano en el Cañar.

            Para que el novio o acompañante de la moza  pudiera evitar aquel rebuzno, debía de abonar una cantidad que superara la ofrecida en primer lugar. Aquel dinero recaudado en las distintas modalidades de baile, se empleaba en sufragar los gastos de trovador y músicos.

REPARTIDOR DE BEBIDAS POR CARTAGENA, 
LA PLAZA DE LOS CARROS


  Como a Paco los trabajos de la tierra y el pastoreo no le gustaban, fue a edad de unos 16 años cuando se traslada en el autobús a Cartagena con parada en la Plaza de los Carros. Como durante los años anteriores había entablado amistad con  José Martinez Ruiz,  conductor  de aquel vehículo de línea,   ambos entraron a tomar algo en la bodega  existente en la  Plaza Alcolea, más conocida como “Plaza de Los Carros, nombre popular como aún se la conoce, debido a que en  1757, era utilizada como lonja de futas y recova, y en ella bajo unos grandes porches allí instalados, aparcaban los muchos carros en los que los campesinos traían sus productos, de ahí que durante muchos años, tambien fuera el lugar donde aparcaban los autobuses de distintas líneas de pasajeros de Cartagena.

               En bodega Nicolás                             Calles el Ángel, Molinete,
               Paco allí se colocó                             barcos en el Arsenal,
              Virgen cuanto trabajar                       a ese oficio se somete,
              cuanto vino repartió.                          era  un trabajo fatal.

 Aquella  bodega era propiedad de tres socio muy mayores llamados Saturnino, Ginés y otro que del que no recuerda el nombre, siendo los tres socios  conocidos  por “Los Santones”. Actualmente aquel establecimiento existe con el nombre de “Bodega Alcolea”, en referencia a la calle donde aquel se encuentra.

            Al comentar que Paco estaba buscando colocación, aquellos hombres le ofrecen trabajar a su servicio en la bodega. Al día siguiente se presenta en su nuevo empleo sin tener conocimiento de su misión; pero pronto le indican,  tener que llenar de los grandes toneles de cerámica con capacidad de varios miles de litros, una veintena de garrafas de una arroba (16 litros) de vino blanco y tinto de tipo corriente para comer.

 
                          Entrada a la Bodega Nicolas por la Calle del Carmen, Cartagena

 Tambien la bodega disponía de otros grandes barriles de madera de unas 10 arrobas de capacidad. En uno de aquellos barriles señalado con el número 9, se guardaba un vino dulce hecho por Ginés, que  era muy apreciado por los clientes, que lo pedían por su número, diciendo al tabernero:-“deme un vino del 9”.

Llenadas las garrafas, Paco se dedica a repartirlas en un carro de madera grande y pesada de tres ruedas, que tenía que ser empujado por el muchacho, llevando en aquel las garrafas de vino, pasando por sitios apartados, estrechos y de muy difícil acceso.

            El 1º recorrido transportando 20 garrafas, lo hizo junto a la Plaza de Toros de la ciudad en la Calle del Ángel, donde las repartió en cuatro tiendas situadas en el entorno de la citada plaza de toros dirección al monte. Eran tiendas de comestibles y conservas, en las que, entre otros artículos, se despachaba a granel un tomate en conserva que venía en latas de cinco quilos.

            El 2º reparto tenía como recorrido la Calle de la Serreta dirección al “Barrio Chino” (el Molinete). El carro en aquel lugar lo dejaba frente a la puerta del Bar Gloria, y las garrafas tenía que transportarlas a hombros hasta las diversas tiendas de la parte alta de aquel entorno.


 Estado actual del interior de la Bodega Nicolas, donde Paco trabajó de repartidor de bebidas

            El 3º día el reparto lo hizo a los barcos de la Armada Española, en aquel tiempo atracados en una zona lejana dentro del Arsenal, muy próxima a los talleres de la Empresa Nacional Bazán. Aquellos barcos estaban atracados  en paralelo partiendo desde el muelle, siendo preciso  subir al primero de ellos portando las garrafas al hombro, atravesándolos   hasta depositar su contenido, pasando sobre cada uno de los cuatro barcos, comenzando por dejar el total de la carga en el más lejano (el cuarto barco), teniendo además, que descender  hasta la zona de la cocina, donde abocaba el vino en un gran recipiente, regresando al carro con la garrafa vacía (así cada una de las veinte garrafas). Cada día suministraba  uno de aquellos cuatro barcos ( 4º, 3º, 2º y 1º sucesivamente).

            Otro reparto lo hacía al Bar El Pana, sito en San Antón. Aquel estaba muy lejos pero se aparcaba bien frente a la puerta, y además los dueños del establecimiento le daban alguna propina, lo mismo hacia repartiendo por varias tiendas de “El Molinete”.

            Paco trabajaba de lunes a sábado, ambos inclusive, con horario de comercio (de 8 de la mañana a dos de la tarde y de las 14 a las 20 horas). Él en Cartagena  se quedaba viviendo y comiendo sin pagar nada, en casa de su tía Antonia en el Barrio de la Concepción (“Quita Pellejos”), En ese tiempo coincidía durante una temporada con su abuela Asunción, que desde su casa en El Cañar, venía a la casa de su hija Antonia para ayudarle en la carnicería y hacer faenas en la casa.

Como el reparto de vino con el carro siempre se hacía  durante la mañana, el resto del tiempo lo empleaba  en la bodega lavando y llenando garrafas, despachando al público bien con la venta a granel de vino o en el copeo del bar. Otras veces repartía pequeñas cantidades de vino por domicilios de algunos los clientes, etc.

            La clientela más habitual de aquella bodega, eran los conductores de autobuses que aparcaban en la Plaza de los Carros, personal de talleres y comercios, etc., y entre ellos destacaba un cliente habitual, que solo tomaba como bebida una “paloma” (revuelto de anís y agua); otra bebida clásica era el “Grinfi” (jarabe con limón y ginebra).

COBRADOR DE AUTOBUS  TALLANTE-CARTAGENA.


              El dueño de los autobuses de la línea Alsina Graells del Sur, con recorrido Tallante-Cartagena, era Don Diego Guillermo Marín (el cliente ya descrito aficionado a la bebida de una “paloma), el cual un día comenta en el bar su propósito de incrementarla con un nuevo vieja de autobús para el traslado de obreros a la Refinería de Escombreras, pues ya se iban a prohibir que los oberos viajaran en camiones sentados en bancos de madera. Viaje de autobús que se uniría a los dos únicos (mañana y tarde)  que entonces la línea realizaba. De llevarse a cabo dicho proyecto sería preciso contratar un conductor y un cobrado, pues  todos los coches de línea llevaban cobrador.

 
    Estado actual de la Plaza Alcolea ( popularmente conocida como "Plaza de Los Carros")

            Paco al que el trabajo en la bodega no le motivaba nada, pues allí lo único que se hacía era trabajar como una bestia sin más perspectiva de futuro, sin pensárselo dos veces se presenta a Don Diego solicitando el puesto de cobrador del autobús

          Pero le cambio el talante                   Aún con poco porvenir
          nuevo trabajo encontró                     a gusto allí me encontraba,
          cobrador se colocó                            y así mi vida pasaba
          en los coches de Tallante.                 aprendiendo así a vivír.í


            Esto ocurrió en plena Semana Santa de Cartagena, donde los viajes del autobús Tallante y Molinos Marfagones a Cartagena se multiplicaban (autobús lleno, rápido regreso por otro viaje). El dueño de la línea   disponía de un autobús marca BOTMAN de motor Barreiros  90, con capacidad de 40 plazas sentadas, que era conducido por Pepe, haciendo  de cobrador su hermano Juan Martinez; el  otro vehículo marca Chevrolet, de gasolina y de 24 plazas con asientos alrededor, dejaba un amplio espacio central, que `permitía viajar apretujados unos 70 pasajeros, agarrados a unas correas de cuero asidas al techo.

 
    Conductores y cobradores de lineas de autobuses, en la Plaza de Los Carros, Cartagena.

            El dueño de los autobuses accede a darle a prueba el empleo de cobrador, y el Miércoles Santo le entrega a Paco la clásica cartera de cuero  de colgar, en la que llevaba cierta cantidad de dinero para el cambio, y también sujetos en una tablilla, el conjunto de pequeños talonarios de los distintos billetes con precios diferentes según el recorrido:  Tallante-Cartagena con precio de 9,80 pesetas billete; Puertos de Santa Barbará-Cartagena con precio de 7,80 pesetas billete; Cuesta Blanca-Cartagena 6,75; y Molinos Marfagones-Cartagena 4,50 pesetas. Tambien el autobús solían recoger viajeros en Los Patojos, a los que se le aplicaba la tarifa de 4,50, pese a la protesta de aquellos viajeros, que solicitaban fueran más económico, dado que el trayecto era menor.

            Aquel hombre dueño de la línea le dijo que ese día él sería el conductor, y desde allí controlaría los pasajeros que viajaran, asegurándole que  si el dinero cobrado era correcto la plaza seria suya. El reto para el muchacho era grande, pues se trataba de una actividad que nunca había hecho y además no conocía a ninguno de los pasajeros, con el agravante de que cuando aquel primer día llega al autobús el vehículo se encontraba totalmente lleno. A la terminación del aquel primer trayectos se contabilizaron 52 pasajeros y las cuentas cuadraron, por lo que es admitido como cobrado   de la citada línea de viajeros.

            Los viajes de aquel día se sucedieron hasta las 12 o más de la noche, llegando a la una de la madrugada a Tallante. Don Diego vuelve a citarlo para el Viernes Santo en las mismas condiciones   para el viaje de las procesiones, además de tener que limpiar el vehículo. Repitiéndose su colocación durante  el sábado y el domingo en las mismas condiciones. 
 
          
      Uno de los autobuses de la linea Tallante Cartagena. Aparecen conductor y cobrador     

        Después de Semana Santa ya se queda de cobrador fijo en los viajes únicos de mañana y tarde, que se hacían  con el autobús Chevrolet  para reforzar el servicio de línea normal; pero de regreso a Tallante, tenía que quedarse en el domicilio del dueño (el mismo edificio donde actualmente está “El Mesón el Buen Descanso” en Tallante), para arreglar el jardín, limpiar la cochera de los  vehículos, y también tenía que sacar agua de un pozo de 40 metros de profundidad, mediante garrula y maroma  con cubo en ambos extremos de la cuerda, permaneciendo en aquellas faenas hasta que regresaba el viaje de las siete de la tarde.

            Los vehículos eran muy viejos  y sufrían muchas averías, siendo reparados por Pepe el chofer que conocía bien la mecánica, teniendo Francisco que quedarse para ayudarle en aquellas reparaciones. Cuando alguno de los vehículos estaba averiado tenía que ser reparado por el citado conductor, siendo el dueño el que lo sustituía  como chofer del vehículo en servicio.

EL NOVIAZGO DE PACO E ISABEL 


           Por aquel tiempo se celebraban las Fiestas Patronales de Los Molinos Marfagones. En la parada del cruce de La Magdalena, entre las personas que suben al vehículo van cuatro chicas, una de ellas de nombre Isabel con 13 años de edad, y las otras más mayores, a las que tras cobrar el billete  se queda conversando  hasta llegar a Los Molinos.

          Dichoso el trabajo aquel                        En chavala me fijé
          qué bien mereció la pena                       era  guapa y educada,
          un día fui a La Magdalena                    vergonzosa entrecortada
          y conocí a mi mujer.                               y de ella me enamore.

            Pero en Los Molinos el conductor se dan cuenta que una de las ruedas se había pinchado, por lo que proceden a cambiarla por la de repuesto. Pasado un tiempo las jóvenes regresan sonrientes donde el joven estaba en plena faena, y las  mayores se dirigen a él echándole en cara que no estaba en la fiesta, donde según su creencia, Francisco las  iba a  invitar a una limonada. Resuelta la avería Paco  visita la zona de la fiesta y las encuentra, quedando el resto del tiempo paseándose con ellas e invitándolas al aludido refresco prometido hasta la hora de regreso al autobús, con el detalle, de no cobrar el billete a  Isabel (la menor del grupo), a la que le comunica que el domingo próximo iría a verla al pueblo de  La Magdalena,


    Moto Guzzi, igual a la que le prestara D. Jesus, cura de Tallante.

Tal como prometió, el domingo Paco monta en su bicicleta BH, y encuentra a la chica en casa de Ángeles (una de las jóvenes mayores). Al poco tiempo de hablar ambos jóvenes, llega un zagal de unos 10 años de edad, que resulto ser hermano menor de la chica, que al encontrarla  hablando con aquel se marcha en bicicleta a su casa, volviendo al poco tiempo para comunicar a la hermana, que su padre la llamaba urgentemente.

El domingo siguiente Paco persiste en su deseo de hablar con la joven Isabel, pero tras larga espera aquella no aparece, optando por regresar a su casa. En aquella semana él habla con D. Jesús, cura de Tallante y hermano del cura D. German con el que de niño hiciera de monaguillo, y le solicita le preste la moto marca GUZZY 45,  para utilizarla durante unas horas el próximo domingo. Petición a lo que el sacerdote accede.

 
                            1ª Foto que se hizo Isabel para entregarla a su novio Paco

Paco carecía de cualquier carnet para conducir, pero en aquellos tiempos la cosa en esa materia era muy permisiva. Por lo que, montado en aquella motocicleta, se presenta nuevamente en el pueblo donde la joven vivía. Pronto aparece el hermano menor que le comunica que su padre no quiere dejarla salir para evitar que se vieran. Paco opta por tratar de ganarse la complicidad del niño, y decide ofrecerle que se diera un paseo con la moto por el pueblo. Mientras tanto él se queda hablando con las otras tres amigas mayores Ángeles, “la Nena” y su hermana Cari.

                        Ermita de La Magdalena
 
El zagal queda tan contento con los paseos que se dio en aquel vehículo, que comunica a Paco que podría  ir a visitar a su hermana cuando quisiera, que él no diría nada a sus padres.
Se dio la circunstancia, que al día siguiente sube al autobús una mujer muy mayor de nombre Virtudes, la cual solía viajar al barrio cartagenero de La Concepción a visitar a su hija Eulalia. La señora que resultó ser abuela de la joven,  entabla conversación con Paco, lamentando que el padre no dejara que viera a su hija, especialmente debido a lo joven de la muchacha. 

 
Casa de las amigas de Isabel, donde Paco se reuniá a galantear con su novia

Él insiste en su conquista, y al próximo domingo vuelve al pueblo montado en la moto prestada por el sacerdote,  presentándose muy pronto el hermano diciéndole que había comunicado a su padre que el cobrador del autobús no había venido, por lo que la pareja pudieron volver a encontrarse en casa de las amigas. Desde entonces cada día que ambos se veían, el  hermano  se quedaba con la moto  paseándose. Así estuvieron un tiempo, e incluso entre Paco e Isabel se cruzaron varias  cartas por medio de las amigas viajeras del autobús.

    Paco y su novia Isabel


Por aquellas fechas la empresa de viajeros adquiere otro autobús también usado, con motor Barreiros 90,    de 48 asientos de capacidad y matricula de Barcelona, que es destinado al transporte de obreros desde Tallante a Cartagena. El horario era tan temprano, que había que estar a las 5 de la mañana en la cochera para tener listo el vehículo.

PACO ADQUIERE UNA MOTO NUEVA,  
 EL PADRE DE ISABEL ACCEDE AL NOVIAZGO

            Al existir perspectivas de continuidad en la empresa de autobuses, le propone a sus padre la necesidad de poder disponer de una moto con la que hacer los desplazamientos, cosa que aquellos aceptan, por lo que en fecha 29 de septiembre de 1963 adquiere una moto nueva marca OSSA 160, por importe de 24.000 pesetas de las que la madre le hizo entrega de 10.000, siendo preciso para complementar el precio, firma una letra de cambio a 60 días por importe del resto, siendo aquella la primera vez en su vida que Paco firmara una letra.

 
    La misma mooto, restaurada, que usara Paco Solano en galanteos y en sus ventas

          Como me iba bien la cosa          Me presénto allá en su casa                                  
          yo a mis padres conformar        con educación que alarde,
          moto fuimos a comprar              con mal trago que se pasa
          por decisión una OSSA.             pido permiso a su padre.

 Ya henos dicho que él venía entregando su sueldo a su madre, de ahí que aquella pudiera disponer de aquel ahorro. Paco a pesar de no tener carnet de conducir, la moto matricula MU 55112 la  puedo  poner a su nombre, pero ese día se da la circunstancia de que al vencimiento del efecto bancario les faltaban 5000 pesetas, cantidad que las  consigue prestadas por su amigo y maestro Pepe el chofer

            Felipe padre de la joven, pasado un tiempo acaba enterándose de las relaciones no permitidas de los jóvenes, por lo que toma la decisión de comunicar a la hija, -“Que si quería verse con el cobrador, antes debía de hablar con él”. En las relaciones de inicio de noviazgo,  era preciso que el futuro novio hablara con el padre de la joven, solicitando el correspondiente permiso de formalización de noviazgo…

 
    Paco con su suegra Juana

              Felipe y Juana padres de Isabel tenían su domicilio en Los Méndez, un caserío  distante  1,5 km, de La Magdalena, y Paco todo decidido visita a la familia de la joven y habla con el padre, el cual se ratifica en la juventud de la hija diciéndole –“Que nada tiene contra él”; pero finalmente consiente en que ambos puedan verse en su casa, sin necesidad de esconderse.

UN ACCIDENTE DE CIRCULACION EN MOTO

            Aquella noche tan llena de grandes acontecimientos, al salir  del pueblo   montado en su reciente moto OSSA, él iba muy satisfecho al ver la gran apreciación que las gentes del pueblo le manifestaban (como cobrador del autobús era muy conocido), y tambien lleno de euforia por la aceptación al noviazgo que le había hecho aquella familia. Tan emocionado iba en la moto pasando por las calles entre las gentes, que no advirtió un montón de tierra en medio de una de aquellas, contra la que tropieza y cae al suelo.

          Yo me sentí en una nube                        Venia de galantear
          que con novia y moto nueva                  al ver gente allá en la puerta
          el vehículo puse a prueba                      en mi una ilusión despierta
          mala experiencia yo tuve.                     que porrazo vine a dar.

 
                   Factura de compra  de la Moto OSSA 160.

Él solo recibió unos rasguños aunque la moto si sufrió algunas rozaduras, por lo que decide llamar a un mecánico de motos conocido por “el Pirrino”, el cual le da un ligero apaño facilitando que pudiera continuar en la moto hasta su casa, donde procede a guardarla, de forma que los padres no se dieran cuenta de la rotura del vehículo. Al día siguiente la lleva al mecánico que en poco tiempo elimina los desperfectos visibles sufridos.

            Desde entonces la pareja de jóvenes  salían al cine de Cuesta Blanca en compañía de los padres. Felipe Garcia “el Gachapo” (su futuro suegro), se ganaba la vida como vendedor ambulante de pescado,   distribuyéndolo por caseríos utilizando una bicicleta dotada de un motor de explosión marca “Mosquito”; vehículo en el que en aquellas salidas de los novios, el padre traslada al cine a la hija, mientras que Paco en su moto Ossa hace lo propio, llevando a la madre   y su otra hija de 4 años de edad.

LA FUGA DE LOS NOVIOS

            Por los años de 1960  e incluso “de toda la vida”, era muy corriente que unos jóvenes se fugaran del hogar paterno para vivir en pareja. En esos tiempos aquella fuga, a nivel general, era considerada por los vecinos como algo natural, y la pareja fugada contaba desde aquel instante con el respeto y la consideración de cual  cualquier otro matrimonio. 

            Era invierno y las  relaciones familiares con los padres de Isabel eran cordiales; pero a Paco se le “cruzaban los cables” harto de las miradas de la suegra y familia, pendientes en evitar que la pareja se sobrepasara lo más mínimo en sus relaciones amorosas…, 

          Aunque era bien aceptado             Y ni siquiera pensar
          en aquella relación                        consecuencias traería
          por su madre controlado              en cuanto oscurece el día                          
          incómoda situación.                      nos decidimos fugar.

Así las cosas, el día 5 de enero de 1964 ambos deciden fugarse (escapar la chica del hogar paterno con el novio para vivir juntos), cosa que llevan a cabo durante la noche marchando en moto a Cartagena. Isabel en las prisas e improvisación no se había llevado ni el abrigo, pasando bastante frio pues  la temperatura era gélida, con el agravante añadido, que el vehículo se para a mitad del camino. Nuevo contratiempo que al cabo de accionar la palanca de arranque en multitud de veces, la moto vuelve a marchar.

En Cartagena tratan de alojarse en el Hotel La Cartagenera, en el que  no son admitidos por carecer de carnet de identidad; lo mismo les ocurre en la Pensión Garrido situada por encima de la Lonja Vieja. Los jóvenes van a la Plaza de los Carros y piden consejo a un conductor de la línea de Fuente Álamo llamado Ambrosio, que la única solución que les ofrece es que  ambos regresaran al domicilio de la chica a esperar acontecimientos…

Como aquella solución no era de su agrado, deciden entrar en el Cine Central para aclarar ideas, saliendo del local diez minutos después, para seguidamente marchar al Barrio de la Concesión presentándose en la casa de su tía Antonia,   en la que solo encuentran a su primo Antonio Garcia, que   les ofrece  dejarles la llave de la vivienda que la familia tenía en la población de Los Pérez de Las Palas, dado que aquella en aquel momento  se encontraba deshabitada. La solución les parece buena y nuevamente en  moto se dirigen a pernoctar en aquella. En ella hacen café para combatir el frio y los nervios, y  se quedan a esperar acontecimientos. 

Mientras tanto en la casa familiar de Paco la ausencia de aquel a horas tan tardías (cosa no habitual) les inquieta y preocupa, por lo que padre y madre cogen el carburo para alumbrarse en la noche, y parten andando por la carretera mirando cualquier lugar sospechoso donde el hijo hubiera podido sufrir un accidente. En su caminar llegan a Tallante a altas horas de la madrugada.

En aquel lugar encuentran a Alfonso “el Panadero”, que conocía por comentarios del vecindario la fuga de los novios y su traslado aquella noche a la casa de su tía Antonia en Las Palas. Noticia que tranquiliza a ambos progenitores en cuanto a los temores de accidentes, y aquellos regresan a su casa.

El día siguiente fiesta de Reyes Magos y por tanto festivo no se trabajaba, y los novios reciben la temprana visita de sus amigos conductores y algunos vecinos, con los que envían un recado a los padres de Isabel en relación a lo sucedido, tratando de  tranquilizarlos asegurándoles que la hija se encontraba muy  bien.

El suegro, al día siguiente en la lonja de pescado entra en contacto con otro vendedor que hacía la ruta de Las Palas, el cual era buen conocedor de la vivienda donde decían se encontraba la pareja de fugados, y al que le solicita pasara por aquel lugar por si los veía. Aquel hombre hace lo solicitado, los visita y habla con ellos, a la par que los obsequia con un plato de pescado (jureles).


   Iglesia de Las Palas, pueblo dode los novios pasaron la noche

Aquel pescador durante su recorrido llega a la casa de una clienta de nombre María (casada con Paco “el Polo”), la cual era hermana de una tía de la novia, que a la vez tenia parentesco como prima hermana de Juana madre del novio.

Informada aquella mujer se apresura a visitar a los novios, a los que obsequia con un royo de pascual y una pastilla de chocolate, a la par que los invita a comer en su casa, cosa que la pareja agradecen pero que no aceptan por vergüenza. 

El martes Paco no acude a su trabajo, y sobre el medio día en aquella casa reciben la visita de su tío “Charico” (hermano de la madre del novio), que había ido al pueblo de Las Palas a diversos asuntos de campo, el cual informa a la pareja de que los padres del novio quieren verlos en su  casa.
 
Casa en la que los novios pasaron la primera noche tras su fuga

 Ellos solicitan que le digan al padre, que esa visita la harán al día siguiente (miércoles).  Durante el tiempo que permanecieron en aquella vivienda, la pareja se alimentaron del café, el pescado regalado, los royos de pascua y el chocolate, así como otros productos que adquirieron en el pueblo, consistente en pan y un pollo que frieron, pues aquella  casa disponía de cocina, aceite y café.

El prometido miércoles llegan en su moto  a El Cañar, donde se encontraban  la abuela, la madre y el hermanito menor del novio, donde contra todos los pronósticos, fueron muy bien recibidos, especialmente Isabel, novia a la que aún no  conocían.

El padre en aquel momento se encontraba labrando en su finca  Los Pelaos, de  unas tres fanegas de tierra  heredada de sus antepasados, sita en la zona de El Cañar, distante de su  domicilio  un par de kilómetros.

Francisco tratando de evitar una reacción violenta, y aunque fue recibido por aquel muy enfadado, algo nervioso y, tan congestionado, que solo atinaba a decirle al hijo –“Amigo, ahora si has hecho una hombrada”-.  Frase que repitió en varios ocasiones sin atinar a decir cosas distinta, hasta que finalmente le indica que se marchara a la casa, que él iría tan pronto recogiera el arado, las bestias y el ganado.

En casa de los padres de Paco, tanto la abuela como la madre entablaron agradable conversación con la novia, e incluso el hermanito Lázaro Solano de siete años de edad, aceptaba bien a la chica. Un par de horas después (casi a la hora de la comida) aparece el padre, y la esposa lo abraza,  el cual se limita a decir: -“Venga “Nena”, pon la mesa que vamos a comer”. Durante la comida el marido dice a su mujer: -“Tanto desear una hija y ya la tenemos…”.


   Felipe Garcia padre de Isabel, junto a su nieto Alfonso Solano.

Aquella tarde Paco a la hora de llegada del último autobús (las 19 horas del día) se acerca a la cochera, y pide a Pepe el chofer su maestro y amigo, que lo acompañara a casa del padre del suegro. El padre de Isabel lo recibe dando muestras de gran enfado, pero resignado con los hechos consumados, e indica a su esposa que le preparara alguna ropa para que la hija pudiera cambiarse,  entre las que le dan  el abrigo que no se llevaron, añadiendo que no les diera mucha ropa, porque en la noche del día siguiente quería verlos a los dos  en la casa. 

La resignación de los padres de las muchachas fugadas en aquellos tiempos, también venia motivada por considerar aquellos, que posiblemente la chica pudiera estar embarazada, cosa  muy mal vista el que una hija soltera pudiera estar en estado de gestación sin marido… La pareja desde aquella noche se acomoda en la vivienda familiar de El Cañar, ocupando  la habitación de soltero de Paco, en donde la madre mejora sabanas, colchas, etc.

SIGUIENDO LA TRADICION, ACTO DE PRESENTACION  Y FELICITACIONES A LOS NOVIOS FUGADOS 

El jueves  se incorpora al trabajo. La noticia de que el cobrador se había  llevado la novia había trascendido como un reguero de pólvora, pues él y el conductor del autobús, ambos vecinos de aquellos entornos eran muy apreciados, y las felicitaciones se sucedían una tras otras, casi considerándolo “de héroe”. 
  Vivienda de los padres de Francisco, donde los novios fugados fueron presentados  al vecindario

Aquella noche en la casa de El Cañar, los vecinos casi en su totalidad, se presentan para cumplir la antigua tradición de la visita a la novia al siguiente día de la fuga. La cantidad de personas fue tal, que los que no cabían en el interior de la casa se instalaron en la puerta sentados sobre colañas y cualquier tipo de asiento improvisado

          Vamos a casa mis padres                    Acudieron los vecinos
          y siguiendo tradición                           para el evento observar
          con agasajos y alardes                        nosotros como dos mimos
          se izo la presentación.                         pues lo pasamos fatal.

 
   Felipe y Juana, suegros de Paco solano, en sus años mozos

La abuela algo presumida le dice a la novia -“Nena ponte el abrigo para que los vecinos puedan ver que lo tienes, pues se ha comentado que tu  familia es tan pobre, que tuviste que fugarte  si esa prenda porque no la tenías.

Todos los reunidos charlan en animadas conversaciones, en la que la madre de Francisco informa al vecindario sobre la  procedencia de la familia de la joven novia: -“ Es hija de padre pescadero que vive en La Magdalena, y a la par la chica es sobrina de la prima  Antonia, hija de su tío Juan “el Nene”,  etc…. En el transcurso de aquella reunión de vecinos, los dueños de la casa  obsequiaron a los visitantes con vino dulce y unas galletas. 

  VISITA A LA CASA DE LOS SUEGROS TRAS LA FUGA

En la noche del viernes se verifica la  ansiada llegada de los novios, en donde fueron bien recibidos. La joven era la segunda de cuatro hermanos: Felipe el mayor con 18 años, el cual trabajaba en un almacén de piensos en Los el barrio cartagenero de los Dolores; le sigue la novia y después José de unos 11 años (el joven cómplice al que Francisco prestaba la moto), siendo   Teresa la última con  cuatro años de edad. Todos ellos muy contentos de volver a ver en el hogar a “la Nena”, que era como allí la llamaban.

          A los tres días regresamos            Ya todo estaba calmado
          casa padres de Isabel                    la familia conformada
          mucho nos ilusionamos                 aunque yo algo preocupado
          del recibimiento aquel.                  vi que no pasaba nada.

Aquella noche los novios la pasan en  la habitación de soltera de la chica; pero al día siguiente Paco comunica al suegro, que sus padres estaban reclamando que regresaran a El Cañar para vivir allí; acordando que volverían a la casa de la joven a pasar los fines de semana (sábado y domingo). Él continúo trabajando como cobrador del autobús en larga jornada, y la joven en El Cañar colabora ayudando a la suegra en la costura y faenas de la casa.
 
Isabel con sus padres y familiares

Cumpliendo lo acordado, el próximo fin de semana lo pasan en casa de los suegros; pero cuando la pareja se acuestan, la cama se rompe de forma estrepitosa. El estruendo escuchado en toda la casa hizo que la suegra, profiriendo un enorme grito dijera: -“ ¡ Valla un pedazo de animal!”. El padre más comprensivo, les dice desde su dormitorio; - “No preocuparos que mañana  reparo la cama con un trozo de alambre. Vosotros acostaros sobre el colchón en el suelo.

En aquel tiempo los suegros eran pobres y el mobiliario viejo; y aunque la madre en su grito consideraba que la rotura  pudo producirse por las apasionadas manifestaciones amorosas del joven; no era menos cierto que la cama estaba en muy malas condiciones…

LA BODA EN LA IGLESIA DE ISLA PLANA

Así siguieron las cosas durante varias semanas, hasta que la madre del novio  propone la necesidad de “echarse las bendiciones” (dar a los fugados carácter legal  como matrimonio), cosa que en aquel tiempo solo podía hacerse mediante la celebración de ceremonia religiosa en la Iglesia.

Las viviendas de El Cañar dependían en el aspecto religioso de la Iglesia de Isla Plana, y es allí  donde tienen que ir los novios a formalizar la boda. El sacerdote conocedor de la familia no pone impedimentos, pero era necesario cumplir las distintas formalidades eclesiásticas, entre ellas la exposición  de amonestaciones en el tablón de la Iglesia durante unas fechas (requisito por el que se hace público el acto por si alguien consideraba pudiera haber algún impedimento). La ceremonia  nupcial de Francisco Solano Martinez e Isabel Garcia Pérez, queda señalada para la tarde-noche del segundo sábado del mes de febrero de 1964.


    Iglesia de Isla Plana  donde Paco e Isabel contrajeron matrimonio

          Mis padres un malestar                          Rápido, habla con el cura,
          por no tener bendiciones                        quiero que lo hagáis con gana
          porque en esas situaciones                     y marcharos a Isla Plana
          se está en pecado mortal.                       a cambiar de  compostura.

Poco antes de la hora prevista los  jóvenes marchan en moto y  se presentan en la Iglesia. La novia lucía un vestido oscuro que para aquella ocasión había confeccionado su suegra, en el que había empleado un gran retal de tela. El sacerdote que consideraba irían acompañados por algunos familiares y amigos, al verlos solos  les aclara,  que para llevar a cabo la boda era imprescindible la presencia de dos testigos.

    Francisco en el pueblo de Isla Plana busca y encuentra a esos dos amigos: uno de ellos de nombre Evaristo Torres, hijo de Josefa dueña de la línea de autobuses de Isla Plana-Cartagena; y el otro testigo fue Juan Agüera  “El Bicho”, que acceden a tal solicitud presentándose  en la iglesia. 

En aquel tiempo las parejas que contraían matrimonio después de haber convivido juntos, eran considerados por la Iglesia de “pecadores públicos”, y  la ceremonia se hacía en la sacristía, cosa que en aquella ocasión en principio se inicia; pero posiblemente, bien porque el sacerdote conocía a la familia o porque no estuviera del todo de acuerdo con aquella norma eclesiástica tan rígida, el oficiante opta por dejar la boda a medio celebrar en la sacristía, y lleva a los reunidos delante del Altar (frente al Altísimo), y allí la termina.

 
  Foto de boda Isabel y Francisco

Al llegar los recién casado a casa de los padres en El Cañar, la suegra había preparado una cena especial, a base de un pollo frito con patatas y frito de verano, sirviendo como postre un gran bizcocho (todo muy sencillo y humilde). Los suegros no estuvieron presentes ni en la boda ni en la cena en casa de los consuegros. 

PRIMERA VIVIENDA  DE LOS JOVENES ESPOSOS

Los padres de la joven al ver que aquellos pasaban muy poco tiempo con ellos (solo el fin de semana), con la peculiaridad de que el domingo la pareja la aprovechaba para bajar a Cartagena en el coche de Línea conducido por su amigo Pepe, el cual también se llevaba a su esposa, por lo que ambas mujeres acabaron haciéndose muy amigas, lo que propicia  que  las dos parejas  cada fin de semana salían e iban al cine y a tomar algo en alguno de los muchos bares.

          El tiempo un poco paso                               Alquilan, montan su casa
          y al querer intimidad                                    junto a padres de Isabel
          Paco y su mujer pensó                                 matrimonio vida enlaza
          los dos su casa instalar.                               con un buen desenvolver.

 
Paco con su familia, padres heermano, abuela y su esposa

Como el autobús salía a las 3 de la tarde y regresaba a las 10 de la noche (prácticamente a la hora de marchar al domicilio de El Cañar), la visita a los suegros era mínima. La pareja el tener que convivir con padres y suegros no les agradaba pues le suponía la perdida de intimidad, por lo que deciden independizarse  tomando para ellos una casa en régimen de alquiler. En principio  quisieron disponer de una la vivienda perteneciente a “María la Coja”, situada en Tallante junto a la cochera del autobús 

 
Se aprecia la puerta de patio de los esposos, y la casa(en rojo) de los padres de isabel


La puerta de parador,  es parte de la fachada de su vivienda, en los Mendez Magdalena 

Pero al enterarse los suegros de lo que ambos proponían, sugieren al yerno la conveniencia de que alquilaran casa en el caserío de los suegros, pues de esa forma la mujer mientras el marido se iba al trabajo no se pasaría el día sola. Razones que les convencen, por lo que acaban alquilando, por precio de 100 pesetas mensuales, la casa de “Francisca”, sita en Los Méndez de la Magdalena, en un grupo de casas ocupadas por los suegros y tres vecinos más.
Nuera Isabel y suegra Juana, sacrifan una oca para la comida familia, en la finca de El Cañar

La vivienda era de piso de tierra (carente de enlosado) y no tenía muebles, por lo que tuvieron que comprar un dormitorio (cama de matrimonio, guardarropas y dos mesillas de noche), adquirido a plazos en el Almacén  Muebles Victoria, existente en el pueblo de Los Molinos Marfagones, con entrega inicial de 2000 pesetas, y el compromiso de abonar el resto en la forma que el matrimonio pudiera.

Tambien  a  Luis “el Nieves” (un antiguo tendero de Tallante que en tiempo anterior tuvo almacén de venta de mobiliario), le compran una mesa de entrada y seis sillas por precio de 4000 pesetas, pagaderas en ocho mensualidades de 500 pesetas.

 
Isabel en la puerta de su vivienda en Los Mendez de la Magdalena

La casa a ocupar solo tenía un pequeño salón-entrada, la cocina y dos habitaciones, donde en la más grande pusieron el dormitorio comprado por el matrimonio, mientras que en la otra habitación, algo más reducida, pusieron una cama de 110 centímetros de ancho que los padres de Paco ya no utilizaban. También una tía  de la esposa, llamada Isabel  “la Gachapa”, les regaló una mesa de cocina con un cajón pequeño, así como dos sillas de madera con asiento hecho de “guita”. La casa disponía de un pequeño patio al que daba el pozo comunitario del caserío, además de contar con puerta trasera que daba directamente junto a la casa de los padres de Isabel.

   Caserio Los Mendez de La Magdalena, donde el matrimonio se instala.

La vivienda disponía de luz eléctrica, pero como las del resto carecía de agua corriente, por lo que debían servirse del agua potable del aljibe de la casa de los suegros. El joven matrimonio utiliza parte de su patio para la cría de animales domésticos (conejos y pollos). La esposa también pudo contribuir a la economía familiar al colocarse a jornal, en faenas agrícolas de recogida de guisantes en la finca que en el caserío de San Isidro tenia Paco “el Panadero”.

EL PROBLEMA DEL SERVICIO MILITAR
     
           Francisco aconsejado por Pepe “el chofer”,  mucho tiempo antes de  pensar llevarse la novia, había instanciado para hacer el Servicio Militar como voluntario en el Arma de Aviación, Como el tiempo había pasado y no fue requerido, aquello parecía no haber dado ningún resultado.

Fue cuando había trascurrido un par de meses de vivir en su propio domicilio, donde recibe un escrito oficial para que se presentara urgentemente en Valencia a efectuar las pruebas de ingreso en el Arma de Aviación. Aquello crea gran preocupación en todo el entorno familiar, especialmente a Paco, que manifiesta que a él se le cayó el mundo encima. El mismo efecto produjo  en la joven esposa. 

          Pero justo al poco tiempo                          Ingreso en la Aviación
          carta les viene fatal                                    pero articulo acordado
          lo llaman para ir cumpliendo                     le cambia la situación
          el servicio militar.                                       no voluntario y casado.

No obstante y dentro del plazo indicado, él se presenta en Valencia en la creencia de que allí se quedaría. Durante tres días le hicieron diferentes pruebas médicas, etc., con resultado de aptitud satisfactoria; pero cuando fueron a formalizar el escrito de ingreso, al leerlo aparece Francisco como soltero; cosa que el joven aclara, alegando que en el presente momento él se encontraba casado. Aquel cambio en cuanto  a su situación marital, implicaba el rechazo total de la solicitud de soldado voluntario,  siendo requisito principal permanecer soltero.
 
Foto clasica entre reclutas. Francisco "prisionero" apuntado por los soldados

De inmediato emprende el regreso a su hogar llegando en tren A Cartagena, y en su moto se presenta en casa de los suegros en la creencia de que la mujer, como habían convenido, viviría durante su ausencia en casa de los padres. Pero la realidad fue que la chica se había quedado en su casa viviendo sola, en la intuición femenina  de que el marido vendría pronto, como así ocurrió.

Paco continúa con su trabajo de conductor, aunque para su reingreso el dueño de la empresa había puesto objeciones, diciendo que ya había otra persona prevista, pero Pepe el conductor interviene y la cosa se arregla. La amistad entre ambos hombres era muy firme, pues él ya de soltero se quedaba a comer en la casa de Pepe,  hombre casado y con un hijo de 10 años, el cual  vivía en Los Paredes de Tallante, La esposa estaba ausente, pues aquella  se quedaba a comer en casa de sus padres. 

 SOBRESUELDO COMO COBRADOR DE AUTOBUSES.

            Aunque el sueldo como cobrador era pequeño, en aquel puesto mediante una serie de recados y otros asuntos que se detallaran, sacaba un sobresueldo que llegaba casi a triplicar su salario mensual. En Tallante lo mismo que en otras poblaciones pequeñas no existían farmacia ni otros muchos servicios, y el vecindario tenía que recurrir al chofer o al cobrador de los coches de línea, para que en Cartagena  les consiguieran  las medicinas recetadas por el médico de la Seguridad Social, tambien llevar análisis al laboratorio, o bien adquirir medicinas con dinero. Otros asuntos  a resolver por encargo, podían ser  sacar partidas de nacimiento o defunción, llevar recados y paquetes, etc.

          El sueldo era muy pequeño                     Infinidad de recados
          pero este Paco aplicado                          por calles de Cartagena
          sobresueldo se ha sacado                        ya le merecía la pena
          en mandados pone empeño.                    sobresueldo acompañado.

            Estos encargos venía haciéndolo el anterior cobrador, mientras que el conductor tenía la misión de llevar y recoger el correo (era obligatorio  que los autobuses de línea regular de transporte se encargaran de entregar y recoger la correspondencia en la oficina de Correos sin cobrar),

            Paco cuando era soltero,  aunque trabajaba en la línea como cobrador, nunca presto a tención a los recados y otras cosas que demandaban los vecinos, pues debido a su juventud solo pensaba en las diversiones, la novia, etc.; pero al llevarse la novia su actitud cambia radicalmente, pues había contraído deudas y aumentados sus gastos, y el sueldo de 3000 pesetas al mes se le quedaba muy pequeño. Es entonces cuando si da importancia  a los recados  que los vecinos hacían; y pronto se gana la confianza del público recibiendo multitud de encomiendas.

OTROS TRABAJOS PARALELOS

            Dos veces por semana él se despistaba de los coches y se dedicaba a ayudar a descargar el camión que traía cerámica al establecimiento al mayor de José Diaz “el Leva”, situado en la Plaza de Los Carros, Trabajo por el que percibía 200 pesetas cada día que lo realizaba.

          Este Paco puñetero                                     Aceptando los mandados
          con su mente muy inquieta                          que venían en autobús
          se prepara bicicleta                                     los repartía en plenitude 
          se mete a    carretonero.                             sobresueldo se ha sacado

            En  donde  estaba la salida y entrada de los autobuses en la Plaza de los Carros, también paraban los de la línea Pozo Estrecho; Tallante; Sucina; Fuente Álamo y La Palma), y en aquel lugar   había un hombre conocido por “Barrendo”, el cual disponía de  un carretón con el que sacaba buenas propina como “carretonero”, llevando bultos, maletas, etc., a donde los viajeros le indicaran.

            Paco ve en este asunto una nueva forma de conseguir algún dinero extra, y se trae su bicicleta con la que comienza a prestar un servicio de reparto domiciliario a los viajeros. La bicicleta la dejaba guardada en el Taller de “el Nene”, existente en la citada Plaza de Los Carros. 

Aquella bicicleta estaba dotada de fuerte portaquipos, y la cargaba a “tope” amarrando multitud de paquetes atrás, delante, a los lados  y como bien podía…  Entre ellos, dos veces por semana tenía que llevar dos cajas de poyos vivos (seis en cada caja) a una carnicería de la Calle Jara.

Un día encuentra al carnicero lamentándose de que la mujer encargada de sacrificar y pelar aquellos pollos vivos no había asistido a su trabajo. Él sin pensárselo dos veces se ofrece para realizar el trabajo de pelar los pollos, a condición de que el carnicero fuera el que los sacrificara. Por este cometido recibió alguna compensación económica extra, dado que así cobraba el porte y el trabajo de pelar los animales.

Otra actividad más añadida, era repartir embutidos a clientes de Cartagena, procedente de la empresa de chacinería de Luis “de Nieves” (cuñado del dueño de la línea de autobuses de Tallante), cuyo obrador estaba  junto a las cocheras de los autobuses. Con este reparto sigue aumentando las propinas de ambas partes (el fabricante del embutido y del cliente que las recibe), y aunque nunca exigía nada por sus servicios de reparto y encargos, lo normal era que le diera propina  tanto el que hacia el encargo como el que lo recibía.

  ENCARGOS   EN FARMACIAS Y COMPRAS DIVERSAS

En los mandados de distribución y reparto de encargos, considera  que fue la relación con las farmacias para la recogida o compra de medicamentos donde mejores resultados económicos lograba, pues se daba la circunstancia de que de estos establecimientos de medicamentos sacaba muy buenas propinas, con las que los dueños querían asegurarse  que fuera  su farmacia y no otra del gremio, a la que  llevara recetas médicas o adquiriera de contado otras medicinas.

          Pero en lo que más ganaba                     Eso lo saca de apuros
          Paco con su mente inquieta                    bien se gana sus metales
          y bien lo solucionaba                              unas son particulares
         de farmacia la recta.                               y otras eran del seguro

Como consideró ser varias las farmacias que  competían por en ser ellas a los que diera el negocio (había mucho dinero por medio), Paco consigue que la propina fuera en forma de un tanto por ciento de la adquisición.  De esa forma  logra que una farmacia le asignara un 5% en los medicamentos de recetas del Seguro, mientras que otra le daba el 10% por las  compra de medicinas al contado. 

Pero en su devenir y cavilar, encuentra un almacena en el que podía adquirir algunos de aquellos medicamentos a precio de mayorista con un 20% de descuento. En aquel almacena Paco se dedica a adquirir a precio de mayorista, cantidad de productos de los que se despachan sin necesidad de receta médica, tales como Okal, Optalidon, Calmantes Vitaminado, vendas, etc. Medicinas que él ofrecía distribuyéndolas por cuenta propia por las pequeñas tiendas de los pueblos, con las que compartía aquel descuento repartiendo las ganancias por igual.

En ocasión de que en una farmacia de la Calle del Carmen trabajaba un dependiente muy mayor, el cual en su domicilio embolsaba para su venta diferentes tipos de hierbas medicinales (manzanilla, té, tila, verónica, zaragatona, tusilago, linaza, hojas de eucalipto, etc.) que aquel vendía al precio de 2 pesetas la bolsita, a él se las ofrece  al precio de mayorista  distribuidor, a razón de una pesetas el sobrecito.

Él considera en aquella oferta otro modo de conseguir algún dinero, y  se dedica a recorrer establecimientos como representante, ofreciendo a los comerciantes aquellos sobres al precio de 1,50  pesetas. Lo normal era tomar nota del pedido, y llegado a Cartagena el fabricante se lo preparaba, para su posterior entrega por Paco al establecimiento que hizo el pedido.

COMPRAS POR CUENTA DE TIENDA-ESTANCO DEL RINCON DE TALLANTE

Tambien en una tienda de comestibles, estanco y panadería que regentaba Dña. Pepita, hija de Juan “el Salado”, ubicada en el Rincón de Tallante (actualmente el lugar se denomina El Rincón de Sumiedo), le proponen que adquiriera en la Lonja de Frutas y Verduras,  situada en Cartagena en lugar cercano al Cuartel de Artillería,   artículos para despacharlos en la tienda de la citada propietaria; también le encarga que pasara pedidos y la recogida de artículos de comida,  en la Sociedad Maíz sita en la Calle del Carmen, 

          Esta tendera Pepita                                Se tendría que preocupar
          a este Paco le consulta                           hacer compras pá la tienda
          le propone y solicita                               todos los días la encomienda
          cosa que a Paco le gusta                        y hasta la Tallante llevar.

Paco para ganar algo más, la fruta que compraba en  lonja para la tienda del Rincón de Tallante, la transportaba al coche de línea en su bicicleta, por lo que además de la propina del encargo recibido ganaba la parte del transporte al autobús; aunque el precio del autobús a Tallante si debía abonarlo la compradora. Llegado el género a Tallante aquel era trasportado 2,5 km en un carro tirado por un caballo conducido por Pedro López, obrero de aquel establecimiento.


   Cartel con la nueva denominación de El Rincón de Tallante

Aunque él venía disponiendo de dinero para efectuar las diversas compras de artículos por cuenta de la tendera,  aquella mujer viendo su honradez aumenta su confianza, encomendándole retirar para su establecimiento la correspondiente “saca” periódica de tabaco,  en el almacén de distribución de Tabacalera Española situado en lugar cercano a la Plaza de los Carros. En aquel tiempo algunas clases de tabaco como los celtas largos, los puros Farías en cajas de 50 y otras clases estaban racionados.

 Paco recibe de la tendera el importe íntegro de la compra a efectuar, la cual en aquella  ocasión ascendía a la cantidad de 50.000 pesetas; dinero que previo a la compra había que entregar en la sucursal del Banco de Banesto. Dándose la circunstancia de que en aquella primera vez, Paco en la ventanilla hace entrega   de la referida cantidad de dinero (la cual él había contado y recontado en varias ocasiones para ver si estaba el total del dinero). El cajero de la citada entidad bancaria lo recibe y se  lo sitúa  delante, en lugar donde Paco no podía ver el dinero. Aquel cajero procede a su recuento, y al poco le indica  –“que para las 50.000 pesetas faltaban 15.000”; y por mucho que apeló al recuento, aquel hombre se mantuvo en su postura; por lo que tuvo que recoger las 35000 pesetas que aquel cajero le devuelve,   regresando a la tienda-estanco  de Dña. Pepita sin poder retirar la saca de tabaco, y a la que cuenta lo sucedido.

La estanquera manifiesta que las 50.000 pesetas habían sido contadas por ella y Francisco, y aunque  se fiaba de él y creía en su relato, manifiesta que lo sucedido después en Cartagena con el cajero del banco no era culpa suya, por lo que Paco tuvo que pedir un préstamo a su amigo Pepe para lograr las 15.000 pesetas. Dinero que devolvió en sucesivas ocasiones… Paco aún hoy día, es de la creencia, de que las 15.000 pesetas debió habérselas apropiado aquel cajero; creencia más o menos avalada por distintos relatos, que hablaban de problemas similares con aquel empleado bancario. 

No obstante él continuó sacando el tabaco y abonando su importe en  la citada entidad bancaria, pero desde entonces, aquel cajero le  contaba el dinero a la vista para que no existiera ninguna desconfianza…. Aunque él no ha podido nunca olvidar, lo que le supuso el daño moral y el sacrifico económico para poder amortizar aquellas 15.000 pesetas.


 CORTES DE TELA PARA VESTIDOS DE SEÑORA

En cierta ocasión que pasa por la Calle de Santa Florentina en Cartagena, observa en el escaparate de en una tienda de tejidos, que ofertaban varias piezas de tela en colores estampados (posiblemente de percal)  al precio de 25 pesetas el metro. Dos mujeres paradas frente al escaparate comentaban lo barato que resultaría un vestido o traje para señora con aquel género.

          Calle Santa Florentina                   Se los lleva al autobús                                
          una tienda de tejidos                      y se le ocurre al chiquillo
          la mente se le ilumina                    colgarlos en plenitud,
          compra cortes de vestidos.            y así formar mercadillo.

            Él todo atrevido, pasa a la tienda y pregunta al dueño a qué precio le saldrían los cortes de vestido si adquiría el total que pudieran salir de las piezas de tela en oferta, teniendo en cuenta que cada corte de tele podía ser como mínimo de 2,5 metros. Aquel vendedor recortando su margen comercial,  se los ofrece al precio de 50 pesetas cada corte de vestido, calculando que de aquellas piezas   podría salir 20,  por lo que  de inmediato compra la totalidad, y el  vendedor procede a cortarlas  a la medida acordada.

 
   Vendedor ambulante de telas

            Cuando llegar al autobús cargado con sus cortes de vestido para señora, los exhibe para su venta  colgando alguno de ellos en el interior del vehículo, ¡con la mala fortuna!,  que en aquel momento sube el  dueño de la línea de autobuses que, muy enfadado, le ordena la retirada inmediata de aquellos artículos. Todo ello  hecho con malos modos en voz alta, profiriendo contra Paco frases tales como: -“Valla con el tonto del Cañar que ha convertido mi autobús en un mercadillo”, etc.

            A la llegada del autobús a Tallante para arreglar cuentas, Don Diego pone en antecedentes a su hija  mayor sobre lo sucedido, repitiendo aquella frase en relación al “tonto del Cañar” que había puesto un mercadillo en el autobús.  El dueño de la línea era persona mayor, había enviudado joven y tenía dos hijas, dependiendo de esta última  en las cosas de la casa. 

Aquella mujer intrigada por la mercancía, solicita  le enseñe los cortes para vestido, y queda tan complacida, que le adquiere de inmediato tres cortes de traje, uno de cada color al precio de 100 pesetas la unidad. Seguidamente imponiéndose a su progenitor le indica en plan casi autoritario,  que permita a al joven vender aquellos artículos en el vehículo. Cosa que el dueño acepta resignado… Al siguiente día  en un momento se vendieron  la totalidad de los cortes  de vestidos restantes.

NUEVA LINEA  SAN ISIDRO-CARTAGENA

            Por entonces la empresa de la línea Tallante-Cartagena, monta una nueva línea San Isidro-Cartagena en viaje único durante los  lunes, miércoles y sábados, y aunque el dueño real de aquella era  el mismo D. Diego,   en esta empresa,  figuraba de forma oficial como propietario su yerno Ignacio Galera, casado con la hija menor. El vehicule adquirido fue de 40 plazas y llevaba matricula de Jaén. Como conductor contratan a Simón Rebollo, haciendo Francisco o Juan, indistintamente, de cobradores.

          A Paco lo trasladaron                        Que al pasar al medio día
          San Isidro Cartagena                         el día que esa línea enlaza,
          el y su jefe acordaron                         su mujer allí tenia
          por vivir en Magdalena.                     arreglada la capaza.

VENDEDOR AMBULANTE DE FRUTA

            Él los sábados iba a la lonja de frutas, y a bajo precio compraba artículos de poco aguante que debían de ser consumidos en pocas horas, los cuales allí no hubieran aguantado hasta el lunes. Los artículos adquiridos los transportaba en el autobús, y por ellos abonaba el precio reglamentario del transporte; con la única ventaja, de que podía descargarlos en lugar cercano a su vivienda, donde eran recogidos y guardados por su esposa, la cual los estriaba, adecentaba, eliminado los rotos y excesivamente pasados, de forma que el marido durante la tarde del sábado y el domingo los vendiera a peso, valiéndose de una “romana” que el suegro le había regalado con capacidad máxima de 14 kg.

 
                         Isabel esposa de Paco, tambien trabajaba en la agricultura.

            Francisco  con tantos “negocios” entre manos, apenas si podía visitar a sus padres , al menos un día a la semana; por lo que para contentarlos, toma la costumbre de llevar a  su esposa  a diario a la casa de El Cañar, haciéndolo de madrugada antes de él marcharse al trabajo, Por la tarde la recogía y la pareja regresaban para cenar en casa de los suegros. 

VENDEDOR DE ARCABUCES PARA NORIA.

            En cierta ocasión que su padre se lamentaba, de que la noria de sacar agua tenía varios arcabuces rotos y habría que reponerlos, manifestando  desconocer donde podrían ser adquiridos. Él,  se acuerda de la gran cantidad de botes vacíos de 5 kg de tomate en conserva, que durante sus repartos de vino por tiendas de Cartagena quedaban inutilizados, y tras hacer una prueba en su noria con aquellos botes la encuentra satisfactoria, encontrando en la recogida y venta de aquellos botes una nueva forma de ganar algunas pesetas.

            En sus muchos avatares                     Eran votes de tomate
            otro renglón en la historia                  que en las tiendas los compraba
            el vendía por esos lares                      que el tendero en el remate
arcabuces pa la noria                         a Paco se los guardaba.  

    
            De inmediato se dedica a comprar todos los botes vacíos logrando gran cantidad de ellos. Simultáneamente se dedica a ofrecerlos a todos los agricultores dueños de pozo-noria para el riego, siendo muchos los que le demandan los citados botes de lata para las suyas. Aquellos botes   los   trasladaba en su bicicleta hasta el autobús y desde Tallante a su casa, por lo que  su autobús siempre en “la vaca” iba lleno de botes de conserva vacíos.

 
     Panorámica y situación de algunas de las viviendas de El Cañar

D. Diego su jefe, que nunca cuando lo buscaba lo veía en la zona de parada del autobús, renegaba sobre  lo descuidado que se mantenía el vehículo, pues  pensaba que el muchacho se pasaba el tiempo comprando cacharros,   frutas podridas y el mercadillos de telas, con el agravante de que Juan, el otro cobrador, tampoco paraba en la parada con  la encomienda de tener que recoger la saca del correo, 

            Un  conductor muy cachondo de nombre Carmelo,  que conducía el autobús de la línea Isla plana-Cartagena, y el cual estaba muy relacionado con el propietario  de los autobuses de Tallante, al ver al jefe enfadado por desconocer donde se encontraban sus obreros, aquel, en plan de broma le decía: -Hoy no los busques, pues he visto a Juan en “El Molinete”  y a Paco cargando cacharros por la Calle Honda…

EL ALMUERZO DE LOS EMPLEADOS 
EN LAS LINEAS DE AUTOBUSES

El autobús de Tallante en su parada en Cartagena era utilizado a modo de “hogar familiar” por los varios conductores y cobradores de las líneas que allí confluían, y todos los días se juntaban en aquel vehículo: los cuatro de la línea de Tallante; Pedro y su ayudante de la línea a Pozo Estrecho; Carmelo y Evaristo Torres de Isla Plana;  Ambrosio de Fuente Álamo y algún otro, y en aquella reunión  de comensales se organizaban para adquirir las viandas para almorzar, cosa que hacían en diferentes establecimientos tales como:

           Con grandes satisfacciones             Siempre con un buen talante                    
           eso siempre con refuerzo                 un almuerzo satisfecho
           choferes y cobradores                     Isla Plana, Pozo Estrecho
           en autobús el almuerzo.                   Fuente Álamo y Tallante

            La frutería de Encarna situada en la Calle del Carmen donde compraban varios kilos de tomates;  el establecimiento de  Balsalobre de venta de chacinería y salados también en la citada Calle del Carmen, en la que se adquirían los recortes traseros de embutido (mejorados en tamaño y calidad por el dependiente y amigo de ellos Diego de “Cuesta Blanca”), el cual se los proporcionaba  diariamente a muy bajo precio; y también en la misma tienda, diariamente y sin cobrarles nada, solían guardarle en un bote el aceite con “sus migajas” (aceite con migajas de atún que quedaba en las latas de conservas vendidas a granel), y además compraban algunas olivas; también en la bodega de Nicolás situada en la Plaza de los Carros, compraban algunas botellas de vino tinto. En la panadería La Campana esquina Calles Carmen y Canales compraban varias barras de pan.

            Con los citados ingredientes y utilizando un gran recipiente de loza, se preparaba una estupenda ensalada. Los reunidos comían valiéndose de sus respectivas navajas, y también a modo de pala o cuchara utilizaban  la corteza del pan. El vino lo consumían directamente desde la botella.
                            Francisco Solano alardeando sobre un arbol cortado, en 
                            remodelacion de la Plaza de Los Carros

            Tambien algunos días el menú cambiaba siendo  a base de embutido, el cual degustaban a modo de bocadillos en “chuscos” (barras de pan) de medio kilo. Tambien uno de los comensales de nombre Carmelo, que era muy “comilón”, compraba para él dos pastillas de carne de membrillo, y las introducía en otro “chusco” como bocadillo; aunque en ocasiones era capaz de comerse, el solo, otro enorme bocadillo en el que ponía dos kilos de plátanos pelados…

LOS MALOS  MODOS DEL DUEÑO DE LOS AUTOBUSES

Paco aunque sabía que el dueño de la línea no le tenía mucho aprecio, en la práctica cuando aquel hacía de conductor lo prefería a él como cobrador, pues de esa forma garantizabas una buena ayuda como mecánico, para el caso de que el vehículo sufriera alguna avería, cosa aquella corriente en vehículos tan viejos.


    Autobules de lineas de viajeros, aparcados en la Plaza de Los Carros

            Cierto día el dueño de la línea en cierta ocasión lo deja en la cochera, para que regulara las zapatas de frenos a las ruedas traseras al autobús marca WOMAN. Él como era la primera vez que hacia esa reparación, ajustó demasiado la zapata y, cuando el vehículo debido al esfuerzo del roce de frenada llevaba un tiempo rodando, la rueda se calienta poniéndose casi al rojo vivo.

          Francisco mucha ilusión                    Malos modos que tenia
          trabajo desempeñaba                        así insultando al chaval
          pero mala situación                           con dictadura infernal
          el jefe lo maltrataba.                         Maltrataba día tras día.

            El jefe en aquel momento lo llama, y cogiéndole la mano le obliga a tocar con ella la rueda enrojecida, produciéndole una quemadura muy dolorosa. Aquel hombre tenía muy mal genio, renegando por todo y con todos, pero especialmente con Paco que era el más joven.

            En el trabajo normal de cobrador, había que subir encima del autobús (a la vaca) para bajar la gran cantidad de bultos que los pasajeros transportaba,  tales como: cajas de fruta para los  comerciantes de los pueblos, otras cajas y encargos diversos, bicicletas (algunas de aquellas con grandes cantaros en el portaquipos, pertenecientes  a los lecheros que habían distribuido su mercancía en Cartagena, etc.

 
    En el lado derecho de la fotografia, aparece la puerta de lo que fue cochera de autobuses de linea Tallante-Cartagena.

            Paco tenía que bajar todo aquello a través de la escalera trasera del autobús, utilizando una de sus manos para sujetarse al peldaño de la escalera, y con la otra sujetar  en su descenso los bultos y bicicletas. El dueño daba muestras de gran impaciencia, y  sin avisar movía el vehículo en marcha algún metro, cosa aquella que desequilibraba al cobrador, corriendo verdadero peligro de caer desde lo alto del coche a la carretera.


  LA ROTURA DE LA CAJA DE CAMBIO DEl AUTOBUS.

            En cierta ocasión que la caja de cambio del autobús estaba rota o deteriorada, siendo imposible reducir de la cuarta velocidad a otras marchas menores  con mayor fuerza, el vehículo, especialmente en las paradas,  al no entrar una marcha corta aquel tenía que permanecer parado. Aquella avería venia `prolongándose en el tiempo, pues D. Diego  era reacio a llevar el coche a reparar a un taller mecánico especializado,  tratando de  evitar luego que  tener que pagar la factura.

          Pero bien que le gustaba                       Como sacar el piñón                       
          con él de cobrador fuera                       se atascaba en caja cambio
          porque Paco allí a la vera                     Paco destornillador
          roturas solucionaba.                             siempre buscando el apaño.          

 Si en alguno de los viajes el coche era conducido por el dueño, aquel se impacientaba; por lo que bien  por  error, despiste  o mala fe, accionaba la citada velocidad, y el autobús quedaba parado  bloqueado totalmente,  y el público debía de esperar “pacientemente…” a que el problema se resolviera para continuar el viaje. 

 
                     Local de Tallante, que fue cochera de los autobuses. 
                    Franciso observa la zona tapada, que fue foso para las reparacioes

            Cuando aquello ocurría, Paco desde dentro del vehículo tenía que desmontar la tapa de la caja de cambio, y valiéndose de un fuerte destornillador manipular la  pieza que no dejaba acceder el cambio normal de una velocidad a otra. Tan descuidado era aquel hombre,  que en un recorrido  Cartagena-Tallante, tuvieron en cuatro ocasiones  que destapar la caja de cambios para desbloquearla 

Los pasajeros que sufrían aquellos retrasos e inconvenientes en sus desplazamientos, continuamente rezaban e imploraban, sin quitar la vista a la palanca del cambio de velocidad, advirtiendo al  dueño y conductor, para que no pusiera la cuarta velocidad.

NUEVO NEGOCIO FAMILIAR Y 
NACIMIENTO DE SU PRIMER HIJO

            En cierta ocasión en el establecimiento cartagenero de José Diaz, le proporcionan un cajón de madera de grandes proporciones, que instala en la concina de su domicilio a modo de estantería, el cual lo llena de objetos de droguería adquiridos en el establecimiento de Teodoro Álvarez. Aquella actividad era atendida por su esposa, que siempre destacó  como buena vendedora, con trato afable y servicial al público.

          Mi inquietud por ser tendero           Pero una inmensa alegría 
          siempre fue la ilusión mía                 y llenos de regocijo,
          y en un cajón pordiosero                  felicidad se sentía
          monte en casa droguería.                 nacimiento, el primer hijo.


            Al año de casado la mujer queda en estado, del que en fecha 25 de diciembre de 1965 nace su hijo Alfonso. Previo al nacimiento y en la necesidad de que el parto fuese atendido por la Seguridad Social, se entera que la empresa de autobuses en la que trabajaba nunca lo había dado de alta y, ni tan siquiera, el dueño de la misma da muestras de quererle dar algún tipo de ayuda económica para atender el parto.

            Para solucionar el problema recurre a Pepe, su amigo y compañero de autobús, y ambos visitan a un hombre conocido por “el Cucarones”, que en aquel tiempo era empleado municipal en Cartagena, pero que como actividad independiente, se dedicaba al cobro de los seguros de trabajadores agrícolas en Tallante. 

Isabel con su primer hijo.


Esta persona debido a sus muchos contactos, consigue la firma del dueño de una finca de la zona, que incluye a Paco como uno de sus obreros agrícolas temporales a su servicio, con lo que de esa forma él y su familia ya figuraban dentro de la Seguridad Social. De inmediato visitan a su médico de cabecera  el Doctor Don Domingo Ballester con consulta y domicilio en la a Aljorra, que tras reconocer a la joven dictamina que el embarazo iba muy bien, recomendando que cuando comiencen los dolores de parto se presenten en el Hospital “18 de Julio” en Cartagena, donde seria debidamente atendida. 

La madre de Paco recomienda, que previamente visiten  a la comadrona que a ella la atendió en el parto de él  y  su hermano, la cual vivía en el barrio de La Concepción. Aquella mujer se acordaba perfectamente de la familia y les propone ser ella,  la que por precio módico pero dentro del citado hospital “18 de Julio”,  la que atendería a la parturienta.

Tres días antes del parto, Isabel da síntomas anormales, por lo que el padre de la joven contrata en “Quita Pellejos”  el taxi de “El Mojado”, trasladándola a Cartagena, donde queda ingresada en el citado hospital. El parto fue normal con el nacimiento de su primer hijo.

Tras el alumbramiento, la mujer en su domicilio pudo seguir atendiendo la modesta tienda de artículos de droguería y otros encargos  hechos por el vecindario. Mientras tanto él se dedica a la venta de oro, y además el Sr. Méndez le proporciona, a precio muy reducido, gran cantidad de artículos de tejidos y confección restos de serie de otros años. Como la venta de aquellos artículos las considera más interesante, deja la venta de frutas dedicándose durante los fines de semana (sábados en la tarde y todo el día del domingo) a la venta de artículos de ropa; pues ya había contactado con otros proveedores, entre ellos  Almacenes Lepanto en Cartagena, donde también le proporcionaban  gran cantidad de géneros a precio de saldo.

VENDEDOR AMBULANTE DE ROPA EN MOTO 

La actividad de venta de ropa  la inicia utilizando su moto Ossa. Primeramente valiéndose de  dos grandes maletas que tiempo después sustituye  por un gran cajón a modo de armario,  dotado de puertas traseras y otras laterales en la zona baja, sujetas al fuerte portaquipos que le hizo el mismo mecánico de Cuesta Blanca que le reparaba el vehículo.



La moto con su portaquipos  y armario para la venta de ropa. El hijo de Paco junto a ella

          Muchos retales llevaba                      Para criar nuestro hijo
          ofreciendo a la vecina                        aplicándome un montón,
          y esa señora divina                             vendiendo por los cortijos                         
          en comprarme se volcaba.                 con mi moto y un cajón.

Él  siempre llevaba consigo su cartera con las mantas de joyería ofreciéndola a su clientela. Las ventas de ropa, artículos diversos y joyería casi en su totalidad, las hacia a su clientela con pago a plazos, con el compromiso de un abono semanal sin cuota fija, y en la cuantía que aquellos `pudieran. Lo normal es que cuando aquellos terminaban el pago de la deuda contraída, volvían a comprar otra, creándose un nuevo crédito.

 
Francisco con moto y armario en portaquipos, en venta ambulante.

En aquel tiempo, en especial las madres con hijas casaderas, daba mucha importancia en adquirir artículo de ropa para que sus hijas pudieran ir formando la modesta “dote” (el “ajuar”), (especialmente ropa de cama, toallas y pequeños artículo de hogar, etc.) que aquella se llevaría al contraer matrimonio.

APARECEN LOS NUEVOS ESTABLECIMIENTOS  
 DE ARTICULOS DE “IMPORTACIÓN”

Una nueva etapa se abre en Cartagena con establecimientos donde se detectan infinidad de nuevos artículo de importación (pero no de contrabando), tales como: figuras, relojes, pequeños aparatos de radio, incluso preservativos (condones) etc., cosa no conocida hasta aquel tiempo y a precios asequibles, los cuales eran muy solicitados.

          Localizo importadores                          Y en aquellas ocasiones
          y con buena relación                             a mis clientes comentando
          lleno de moto el cajón                           decía que era contrabando,
          la venta me crece a horrores.               y llevaba hasta condones

 El primer establecimiento dedicado a la importación y venta al público de aquellos  artículos en Cartagena lo  puso José Valera, el cual se los proporcionaba a los vendedores mayoristas con un precio más rebajados que al público en general. Paco pronto vio en la venta de aquellos artículos un nuevo negocio, y se dedica a ello con gran profusión, tanto dentro del autobús como en sus recorridos de venta de otros artículos. Él, para darle más importancia a los productos en relación a su bajo costo, decía que aquello  era de “contrabando”, frase por la que acaba siendo conocido con el apodo  de “el contrabandista”. Cuanta que un artículo de gran demanda y de los que distribuyo muchísimos, fueron los preservativos.

INGRESO AL SERVICIO MILITAR Y EL CAMBIO 
DE LAS MONEDAS DE 50 CENTIMOS DE PESETA

            En 1966 cumplido los 21años de edad paco entra en quintas de forma obligatoria, sin ser motivo de excepción el que estuviera casado y fuera padre, tocándole  ser del último remplazo, por lo que ingresa en 1967, cuando ya había cumplidos  los 22 años de edad. 

          Ya con años veinte y uno             En Rabasa la instrucción
          una sorpresa llevar                      pero con buenos sabores                           
         me llaman nada oportuno             el destino me mando
         al servicio militar.                         al cuartel de Los Dolores.

Como carecía de dinero para garantizar el sustento a la esposa e hijo, Paco decide reunir las muchísima monedas de 50 céntimos que hacía años el venia juntando (a modo de gran hucha), procedentes del cambio de los billetes de autobús. Esas monedas de pequeño formato eran de níquel, y en una de sus caras figuraba un ancla, Todas las monedas disponían de un orificio central, por lo que las había ido   uniendo en número de 200 piezas (equivalentes a 100 pesetas), mediante una cuerda que pasaba por el citado agujero de la moneda.

 
  Foto monedas de 50 centimos de peseta, que se cambiaron en el Banco de España


            Como  aquel dinero que en la práctica eran monedas de poco valor facial,   decide llevarlas a cambiar por papel moneda de curso legal en la sucursal del Banco de España en Cartagena. Se trataba de un número de monedas importante y de bastante peso (superior a los 25 kilos),  que tuvo que ser metido en un cajón de madera, trasladándolo en autobús a Cartagena y de allí en su bicicleta al banco.

 
    Estampa de recluta con la comida y el "chusco"

 Él consideraba que aquello era algo tan inusual y chocante, que podría ser motivo de salir en alguna noticia de prensa, cosa que no sucedió; pues muy al contrario al llegar a la entidad bancaria, el cajero y director no salían de su asombre, e incluso no le faltaron palabras de reproche, por haber mantenido retenidas tantas monedas de cambio, cuestión aquella que podría ser calificada de delito. El cajero lleno de admiración se dejó decir: - “¡con razón no se veía ni una de estas monedas!”. 

Paco trata de justificar el motivo de tantas monedas iguales, y finalmente el director le pide que las fuera soltando de los hilos donde iban sujetas y las guardara en una gran bolsa de lona que le facilitan, a fin de proceder a su recuento mecánico. Hecho lo solicitado deja allí el dinero, y al  día  siguiente se presenta y le tiene preparada la cantidad de dinero en  billetes,  de la que no recuerda el total de dinero recibido.

Para su incorporación a filas, en fecha 15 de septiembre de 1967 se presenta en el Gobierno Militar de Cartagena sito en la Muralla del mar, desde donde junto a otros militares, fueron trasladados en ferrocarril con destina a la ciudad de Alicante,  y seguidamente introducidos en camiones militares (Doger y Reos), llegaron al Campo de Instrucción de Rabasa, situado a 5 km, de Alicante y muy próximo al pueblo de San Vicente del Raspeig.


    Grupo  de soldados, que en el Parque de Artilleria hicieron el curso de conductores

Dentro de aquel campamento se le asigna alojamiento  en la 2ª Compañía, de las que en aquel lugar existían 10 de ellas con capacidad de 3000 soldados (300 por cada una de aquellas compañías). Dada su situación familiar precaria, durante aquel periodo de instrucción lo paso muy mal, pues todo su pensamiento era para la esposa, hijo y resto de familiares.

Casi recién incorporado como recluta al campamento militar, su madre le envía una carta en la que le comunica, que un primo suyo con graduación militar de cabo 1º, había sido destinado al campamento de Rabasa, y posiblemente aquel podría proporcionarle algún tipo de ayuda. 

Él busca a su primo, que en aquel momento se encontraba junto a otros dos cabos 1º más, y Paco llevado de su alegría natural, se olvida de cualquier protocolo ni saludo militar, dirigiéndose a su familiar por su nombre. Aquel cabo 1º, cuando Francisco iba a estrecharle la mano se la aparta firmemente, y seguidamente en tono serio le exige que se “cuadre” y  solicite permiso para poder hablarle; cosa que nuestro recluta hizo, pero ya muy contrariado se limita a comunicarles que estaba en la 2ª compañía; pero él al valorar el recibimiento tan frio de aquel cabo 1º, ya no volvió a buscarlo para nada… 

Al poco de su incorporación a filas, el Sr. López Méndez dueño del establecimiento de tejidos y sumistrador del oro que Francisco vendía, se presenta en casa de la esposa en el caserío de Los Méndez, y le entrega un escrito muy bien redactado, para que la mujer lo copiara con su letra y los dirigiera a las autoridades militares del campamento de Rabasa. 

El escrito dentro de las formalidades, estaba dirigido al Teniente Coronel máxima autoridad del Campamento de Rabasa, en el que se explicaba la situación de desamparo económico que se encontraba la esposa y su hijo pequeño tras la incorporación del esposo a filas. Terminando por suplicar,  que tras el periodo de instrucción pudiera terminar en Cartagena el tiempo de su estancia en el ejército, ciudad donde  podría como “pernocta”, conseguir algunos medios económicos.

Francisco en referencia a la carta, nunca fue llamado ante ninguno de sus superiores; pero algo tuvieron que hacer aquellos en su favor, pues al término de aquel período fue destinado al Cuartel del Arma de  Artillería 32, sito en  Los Dolores, Cartagena, el cual quedaba muy próximo a su domicilio. En aquel cuartel  se encontraban unos 400 reclutas.

 
Francisco con su hijo en el campamento de instruccion militar, donde recibe a su familia

Llegado a Cartagena y como él había hecho constar que era conductor, fue seleccionado para hacer el reglamentario curso militar de conductores, a cuya terminación  le asignaron un vehículo al servicio  de los oficiales, por el que quedaba totalmente rebajado de cualquier servicio de armas, a la par que le proporcionaron el  ansiado permiso de “pernocta” para que, fuera de servicio, pudiera marchar y dormir en su domicilio (¡una lotería!, y prácticamente lo mejor que él podría soñar). 

AUTORIZACION PARA VENDER POR SU CUENTA DIVERSOS ARTICULOS A LOS SOLDADOS 

Mediante sus contactos obligados con los distintos oficiales, íntima con el teniente Gallardo que  vivía en el mismo edificio del Barrio de la Concepción en el que su tía Antonia tenía la carnicería. Al que Paco pide consejo afín de lograr una autorización con la que  pudiera obtener alguna ayuda económica, mediante  la venta  en aquel cuartel de cosas de aseos y similares, a sus compañeros militares. 

De inmediato el teniente  Gallardo lo presenta al Comandante (el 2º militar de mayor graduación de aquel cuartel), y tras narrar la situación de aquel  soldado como persona casada y con un hijo a su cargo, que veía a solicitar se le autorizara la venta en el cuartel  de objetos de aseo personal. Aquel militar le comunica que accede a lo solicitado, y que fuera preparándose una maleta con los citados productos.
 
Campamento de Los dolores, Cartagena. Solano con grupo de militares conductores

          Hablo con mis superiores                  El Comandante acepto
          si podían autorizar                             y ya Paco ilusionado
          con ventas poder entrar                    ofreciéndole al soldado
          al cuartel de Los Dolores.                 regalo y aseo, de tó.

 Desde aquel momento durante las mañanas comienza su distribución y venta   al gran número de soldados del cuartel. Aquello fue bueno ¡hasta el punto!, que ya licenciado y durante algún tiempo, siguió asistiendo al campamento con sus artículos de venta; pero cuando ya habían pasado  cuatro nuevos reemplazos, las ventas  perdieron intensidad y las abandona…

Las facilidades conseguidas para cumplir con sus deberes con la Patria, le dejaban tiempo suficiente para poder por la tarde dedicarse a la venta de lo que podía, especialmente  de una gran cantidad de retales de tela, que a bajo precio les proporcionaba el establecimiento Tejidos López Méndez, de cuyo propietario  solo halagos de agradecimiento siente, debido a las muchísimas facilidades de pago  que le daba en los artículos que le vendía, pues aquel,  continuamente lo animaba, diciéndole que no se preocupara que si tenía problemas económicos ya las abonaría al término del Servicio Militar.

COMPRA DE SU PRIMER VEHICULO FURGONETA.

            Cierto día al pasar por el taller de reparación de automóviles al que Paco solía ir de forma habitual para vender sus productos de oro. El dueño del taller al ver el armario de madera sobre la moto en el que  hacia su negocio ambulante, le propone la venta de un vehículo Seat Siata de segunda mano, el cual valoraría en solo 50.000 pesetas, dado que aquella furgoneta había sido recuperada a  su anterior propietario,  al que le faltaban por pagar seis letras de 7000 pesetas cada una. El trato se lleva a cabo tras la entrega  por Francisco de 8000 pesetas al cantado, a la par de hacerse cargo para abonar aquellas seis letras en los distintos periodos del vencimiento de las mismas.

 
                              Hijo de Francisco junto a furgoneta SEAT.

          La moto quedo pequeña                Con coraje ¡que puñetas!
          encuentra una furgoneta               ese coche se ha comprado,
          de la marca FORMICHETA         el dueño le dio fiado
          pero Paco bien se empeña.            Firmándole alguna letras.


 
    Francisco Solano con su primera vehiculo, furgoneta Siata.

            Él todo feliz llega a su casa con el nuevo vehículo, aunque en su interior temía la reacción de su esposa, sabiendo que aquella le temía mucho el crédito, las letras etc., la cual como era previsible, le hace ciertas objeciones y reproches, en el sentido de que la deuda adquirida podría terminar con la forma tranquila de vida que hasta entonces gozaban, al entrar en un nuevo  círculo de vida de mayor inseguridad. Pero aquellas malas previsiones no se cumplieron, pues desde entonces él con su furgoneta continúa vendiendo en el cuartel y de puerta en puerta por las tardes, aumentando la gran cantidad de artículos y sus ingresos económicos.
 
   Francisco y su esposaa con la furgoneta

 LA VIVIENDA FAMILIAR EN LA ALJORRA.

            Seis meses antes de su licenciamiento, su suegro le comunica que su hijo (cuñado de Francisco) tiene previsto adquirir una de las viviendas del grupo que en la Aljorra estaba haciendo un promotor de nombre Juan Diaz Conesa. En aquella ocasión acompaña a suegro y cuñado en la visita al citado promotor, el cual recibía a sus clientes en el local  Casino de La Aljorra.

          A mi suegro le ofrecieron                  Y me lleve la sorpresa
          el recordarlo me honra                     que solo en un poco rato
          dos viviendas en La Aljorra              mi suegro cierra ese trato
          y así se lo propusieron.                     vendedor Juan Díaz Conesa.

            El precio de la vivienda  era de 160.000 pesetas, de las que el cuñado abona al contado la cantidad de 80.000 pesetas, fruto de la indemnización que había recibido por un accidente, acordando  que el resto del dinero aplazado lo abonarían en diferentes plazos. Las casas que aquel promotor ponía a la venta, ya tenían la techumbre y estaban solo a falte de terminaciones interiores.
 
     Fachada proncipal de la vivienda que adquieren en La Aljorra

            Tras la formalización de aquella compra todos regresan a su domicilio; pero él que ansiaba grandemente disponer de una vivienda nueva para su familia, regresa de inmediato al lugar donde estaba aquel promotor, al que proponer comprar otra de aquellas casas, con la salvedad, de que solo disponía de 5000 pesetas como paga inicial.

            Como la proposición estaba muy alejada de las pretensiones del vendedor, aquel llama a su asesor (un corresponsal del banco en el que se gestionaban las hipotecas y negociaciones de crédito), al que Paco propone firmar una letra renegociable por la cantidad restante hasta las 80.000 pesetas de entrada, y después hacerse cargo del abono del resto del importe total.

 
   Fachada lateral de la vivienda, por donde hacia las ventas a clientes

            Aquellas personas se dieron por satisfechas con la propuesta, y le piden que comprara el papel que representa la letra a renegociar sobre la cantidad citada, papel que al no existir de inferior cantidad de 160.000 pesetas (el doble de la cantidad necesaria), el cual tuvo que adquirir en el estanco con alto costo; pero no se arredra, y cada tres meses iba haciendo una nueva renegociación de la parte de la deuda no abonada. Cuenta que aquella forma de pago  representaba un enorme beneficio para los bancos.

 
                   Iglesia de la diputación cartagenera de  La Aljorra

            Una vez formalizada la compra y enterado su suegro, persona que como la hija era bastante “cobardíca” al endeudamiento y las letras, pregunta al yerno sobre la forma que había podido conseguir la cantidad para la entrada inicial, y aquel para tranquilizarlo, le informa que había sido gracias a un préstamo hecho por sus padres…

            Seguidamente se firma el contrato privado con la hipoteca (aparte del pago de la letra de entrada), que suponía abonar las 85.000 pesetas restantes en pagos semestrales durante 15 años  (al interés de la época, superiores al 20%). En ese momento sus deudas eran cuantiosísimas, pues debía dinero de los géneros suministrados por Tejidos López Méndez, además de lo que le faltaba del pago de letras de la furgoneta Siata, más la deuda contraída de la letra renovable y el pago mensual del crédito de la vivienda y la deuda de la casa. ¡Casi una locura!.

 
   Vista interio de la iglesia de La Aljorra.

            Llegado el día de trasladarse a la nueva vivienda, utilizan su pequeña furgoneta para llevar los muebles, siendo lo primero que el matrimonio hizo en  ella, instalar  en una de las habitaciones el antiguo cajón mostrador, ampliado con el armario que Paco  utilizara durante sus años de venta con la moto. Con tan pobres medios la esposa se presta con ilusión, a la venta directa en su domicilio de artículos diversos a los nuevos clientes del pueblo de la Aljorra.

            Unos vecinos agricultores que habitaban otra de aquellas viviendas, tienen la necesidad de comprar una corbata, pues el marido la necesitaba para asistir a Misa en la parroquia. Paco  le vende la citada corbata (primera venta que se hace en la nueva vivienda), y aquellos vecinos animan a la pareja  para  que los acompañaran al templo, cosas que el matrimonio accede. La esposa de Paco e igual que las gentes del pueblo, eran cumplidoras con la asistencia dominical a la iglesia; y aunque él era algo más descuidado en aquellas obligaciones, acaba depositando, sin decir nada a la esposa, el dinero  recibido importe de la corbata vendida… En el fondo él consideraba, que de alguna forma  tenía que agradecer a Dios todos los favores que la sociedad le había proporcionado.

VENTA DE POLLOS Y PIENSOS 

       
            También coincidiendo con los muchos “negocios” coincidiendo con su etapa militar, utilizando  su furgoneta Seat Siata, contacta con Andrés Sánchez “El Vaquillas”,  que en Los Dolores tenía un almacén de piensos y pollitos que vendía  recién nacidos para su engorde, el cual le propone  que se dedicara a la venta de piensos y pollos. 

          Paco otro trabajo encuentra           Una vez a la semana
          pero siempre con sus royos             donde le daban cobijo
          se monta venta de pollos                  allá por aquel cortijo
          sus ingresos poco aumenta.             ofreciéndolos con gana.

Aceptado el ofrecimiento se organiza de forma, para que un día a la semana poder ofrecerlos entre  su mucha clientela, especialmente a los que residían por las casas de campo. Aquello le suponía un margen de beneficio, pues cada semana era capaz de distribuir unos 500 pollitos, así como la cantidad de pienso necesaria para su cría. El negocio de los pollos le duró un par de años.

SOLICITUD DE SU PRIMER CREDITO BANCARIO

Entonces se organiza más en mantener distintas rutas de venta a efectuar una por cada día de la semana, pero más centrado en la venta de ropa, encargos, etc., dado que la venta de partidas de ropa de saldo ya su clientela estaba muy abastecida (saturada),  y además las ventas a fiado lo llevaban muy asfixiada por falta de liquidez para el pago de sus deudas y adquisición de nuevas mercancías.
        
Entonces decide pedir un préstamo bancarios, cosa que hasta entonces nunca había tenido necesidad de efectuar, dado que durante el tiempo que residió viviendo en casa de alquiler en La Magdalena, pudo contar con una libreta de ahorro en la entidad bancaria CAM, con una cuenta muy saneada; por lo que solicita en la citada entidad bancaria un préstamo por importe de 50.000 pesetas; que le fueron concedidas a condición de que aportara dos fiadores.

          Sin nada de liquidez                     En Caja habla al director
          reza a Virgen del Sagrario          su cuenta pocos honores,                           
          y le ilumina tal vez                       y le dice el buen señor
          sacar crédito Bancario.               te hacen falta fiadores.

El problema lo resuelve, al presentar como fiadores a un vecino de la Aljorra que se dedicaba a excavaciones con una máquina retroexcavadora, y el otro avalista fue su cuñado Felipe, los cuales se presentan en el banco y firma  como tales avalistas.

Paco con aquel dinero se pone al día en cuanto a sus deudas atrasadas, operación en la que invirtió todo el dinero recibido. El hace frente al primer y segundo plazo del crédito contraído; pero cuando le presenta el tercero plazo, al carecer de dinero devuelve la letra; por lo que el banco reclama de inmediato a los avalistas para que se hagan frente de la deuda, con amenaza de embargo si no lo hicieran.

Esa misma noche aparecieron ambos fiadores en la casa de Paco  muy preocupados, dedicándole  toda clase de calificaciones (todo menos “bonico”). Tambien  en enfadó mucho su esposa, manifestando discrepancias en la forma que el marido llevaba el negocio. El acaba tranquilizando a los fiadores, y de inmediato hace frente, con prioridad rigurosa, al pago de la citada deuda.

 VENDEDOR DE RELOJES. JOYAS Y ORO

            En relación a la venta de joyas a que se ha hecho mención con anterioridad, su inicio tuvo su origen, cuando en cierta ocasión que Paco visita el establecimiento Tejidos López Méndez, en la Calle Sagasta de Cartagena,   D. Tomas dueño del mismo,  le propone  lo que aquel consideraba un gran negocio: la venta de joyas en oro, plata y relojes de la marca Dual, así como otros artículos. 

          Más categoría tomo                          De oro una buena maleta
          las ventas de este muchacho             de forma ``condicional´´
          no se creía ni borracho                     sin tener el que pagar
          lo que un señor le ofreció.                 ni siquiera una peseta.

Como él manifestara que carecía de capital para iniciar aquel negocio, el Sr. Méndez lo anima pues aquello no debía ser motivo de preocupación, pues en él había depositado toda su confianza, cosa que demuestra, haciéndole entrega de un maletín con joyas a modo de muestrario, con la salvedad, de que cada mes se haría un inventario con entrega del dinero de los artículos vendidos. La venta de aquellos artículos suponía para Francisco un beneficio de un  30%.

            Francisco  buscaba  sus futuros clientes mostrándoles los artículos, y si alguno de ellos manifestaba su intención futura de adquirir algo, bien para él o regalo de algún compromiso familiar; solía tomar buena nota apuntándolo en una libreta, estando al tanto para recordárselo al futuro cliente. Normalmente esta forma de actuar  siempre proporcionaba un nuevo comprador. Tambien a su domicilio acudían los vecinos de la localidad y de otros pueblos cercanos, para la compra directa de aquellas joyas.

            Como  el precio de artículos de oro, etc.,  suponía un gran desembolso, eran muy poco lo que se vendían al contado,  pero la ganancia que le reportaría  cada una de las ventas, lo anima a  ofrecerlos  a los amigos y personas de su confianza de forma aplazada en un determinado tiempo (normalmente varios meses). Él se dedica a visitar infinidad de personas y lugares, y la libreta con apuntes de las deudas sobre las ventas van mermando su capacidad  para poder de devolver al Sr. Méndez mensualmente el valor de lo distribuido; pero pasado un tiempo, va creándose “un circulo”, donde el beneficio de lo recaudado por ventas a plazos, va compensando las nuevas ventas.

                                 Paco con maletin muestrario de jolleria.

            El negocio de venta de oro y joyería lo mantuvo durante unos cinco años, y   en aquel tiempo ya era capaz de adquirir los artículos a distintos compradores, tales como Tomas Mendoza un almacenista de Cartagena, e incluso era visitado por un representante de Córdoba.

En ese tiempo el oro de 18 quilates en pulseras, medallas, cadenas y sortijas él lo compraba a 60 pesetas el gramo (unos 35 céntimos de Euro); pero donde más dinero ganaba era en las joyas que compraba al viajante de Córdoba, generalmente artículos de tamaño voluminoso y bonito, pero de escaso peso en oro, el cual se vendían muy bien pues “llenaba” los ojos... 

Paco en aquel tiempo en ninguno de sus “trapicheos” comerciales se había dado de alta como comprador-vendedor, y por tanto tampoco en el de las joyas, las cuales venía realizándolas a modo de lo que hoy se denomina dinero “negro”, sin declarar ni pagar ningún tipo de impuestos sobre las distintas actividades a las que se dedicaba.

 
Bautizo del su segundo hijo de Isabel y Francisco

            En cierta ocasión fue requerido ante los inspectores de Hacienda, y por mucho que él quiso quitar importancia a la actividad que realizaba, aquellos que estaban bien informados le impusieron una multa de unas 15.000 pesetas (una cantidad importante en aquel tiempo), la cual tuvo que abonar, ignorando  quienes fueron los que le denunciaron, posiblemente personas legalizadas que hacían el mismo tipo de negocio. Desde aquel momento deja de ser vendedor joyero.

            Paco admite que aquel negocio le proporcionó buenos ingresos, y nunca le quedó nadie a deber lo comprado. También hace mención a la baja delincuencia de la época, como demuestra que aquella “manta” del maletín llena de joyas del valioso muestrario, la llevaba siempre en el autobús guardada bajo un asiento (casi a la vista de todos, aunque algo disimulada con algún objeto encima), y jamás nadie le sustrajo la mercancía y. ni siquiera sufrir intento de asalto alguno. Eran otros tiempos, donde   la honradez, o el miedo a la guardia civil estaba muy generalizado.

            Como entonces se había endeudado fuertemente con la adquisición de un vehículo furgoneta, además de la compra de su vivienda en La Aljorra, Francisco se ve obligado a lograr dinero constante, por lo que decide desprenderse del total de las joyas de oro que tenía en stock. Cosa que hace a Gregorio Martinez, un comerciante del ramo con establecimiento en Fuente Álamo, el cual le pagó al contado. 

EL CAMBIO DE FURGONETA POR OTRA  MAYOR

            Tras el término del Servicio Militar sigue con sus muchas ventas y trapicheos para poder salir airoso de las deudas contraídas y el incremento de su negocio. Cierto día durante uno de sus recorridos por Cartagena, se queda a comer en la Posada Jamaica, aquella en la que antiguamente se guardaban carruajes, bestias y quedaban a dormir arrieros y viajeros, pero que acabado aquel periodo se dedicaba a proporcionar alojamiento y comida, así como a guardar vehículos, especialmente bicicletas y motos. Paco solía pasar por aquel establecimiento con la venta de joyas y oro.

          De primera letras dos                        Solo vieja da de entrada,
          para pagar, le faltaba                        resto de letras cuarenta,
          y sin pensar con feroz                        este hombre sin darse cuenta
          por otra la cambiaba                         va liándose en la estada.

            En la presento ocasión coincide con José Fernández, un representante de la casa de vehículos Mercedes, el cual le propone la venta de una de sus furgonetas de la marca de nueva adquisición. Se trataba de una furgoneta Mercedes 1100, de gran capacidad en relación a la pequeña Siata que venía utilizando.

            Aquel vendedor lo anima, y él que venía necesitando otro de mayor capacidad entra “al toro”, acordando la entrega de su furgoneta Siata como parte del pago, y el resto de la entrada  mediante una letra renovable, además de la firma de 36 letras de cambio durante los tres años sucesivos. Él daba mucha importancia al estado de los vehículos destinados a su negocio, y desde que adquiriera aquella primera furgoneta, cada tres años coincidiendo con el pago del último vencimiento de la compra a plazos de aquella, la cambiaba por otra nueva entregando la vieja y el resto en 36 letras.

            El Miércoles Santo de 1967 el vehículo queda matriculado, y  Paco que aún no había dicho nada  sobre la compra, se presenta ante su familia con el nuevo furgón Mercedes. El tener que hacer tantos pagos le obliga a recortar de todas las partes posibles, incluso opta por dejar de abonar (se da de baja) del seguro agrícola con el que cubría la Seguridad Social. 

Aunque pasado un tiempo y viviendo en La Aljorra, reconsidera la importancia de continuar en alta en la Seguridad Social, para lo que se emplea en la persona de Gerónimo Bastidas, hombre que además de ser contable en la Finca Casa Grande perteneciente a la Familia Celdran, llevaba los seguros agrícolas de los obreros de la zona, el cual le pone como condición, que se haga de la firma de un patrono en la que figurara como obrero a su servicio. El problema lo resuelve con el promotor que le vendió su casa, y vuelve nuevamente a  cotizar el seguro agrícola.

TRASLADO DE MUJERES A  TRABAJOS AGRICOLAS.

            Continuando  con sus negocios minoritarios, en cierta ocasión coincide con un hermano de Ángel Diaz, persona que se dedicaba  a recoger y trasladar en su furgoneta mujeres para trabajos agrícolas de temporada, y aquel   le cede  la recogida de aquellas  por la tarde  al término de la jornada, por precio de 200 pesetas viaje.

          Con una Mercedes nueva                 Y en muy buena condición
          pero con poco trabajo                      un nuevo trabajo toma,
          de mujeres forma un tajo                 tomateras del Paloma
          y él a trabajar las lleva.                    allá por el Mazarrón.

            Tambien con su furgoneta se dedica por cuenta de Pedro Agüera, a llevar ganado a Alcantarilla durante dos días a la semana a razón de 300 pesetas, y otro día más con carga similar, a la ciudad de Orihuela por 400 pesetas. Estos viajes tenía como contratiempo que después de cada uno de ellos había que lavar a fondo la furgoneta para eliminar el fuerte olor que los animales dejaban, y con todo, los clientes que compraban sus artículos de ropa y otros, se quejaban del citado olor…

            A fin de abrir más su radio de trabajo, busca por su cuenta un grupo de mujeres de la población de San Isidro, y las ofrece a distintos agricultores para la recogida de tomates en los varios invernaderos, especialmente  los de los hermanos conocidos por  “Los Paloma”, existentes en la zona de Mazarrón. Negocio del que solo sacaba como ganancia el importe de los viajes de llevar a las trabajadoras por las mañanas y recogerlas al final de la tarde.  Siendo “El Paloma” el que tenía que abonar el importe del viaje de las mujeres, a razón de 500 pesetas al día.

El transporte de mujeres a los invernaderos de los hermanos “Paloma”, estaba sujeto a la campaña del tomate de invierno (de septiembre a Marzo), Las mujeres cobraban semanalmente, pero el trato que hizo Paco era cobrar el importe total de todos aquellos días al final de la campaña.

            Pero sucedió, que por la Navidad de 1973, durante la parada de un par de días  para la celebración de tan señalada fiesta, de imprevisto se originó una enorme ola de frio que dejó inservible las tomateras, perdiéndose toda la cosecha (tanto los tomates verdes como maduros), por lo que el negocio se corta, y Francisco que  hasta aquel momento no había percibido ni una sola peseta de los meses que había hecho transportando a las mujeres, queda pendiente de lo que pudiera  pasar en relación al dinero que aquellos agricultores le debían. 

            Él se hacía malos presagios sobre la posibilidad de cobrar la deuda; pero unos días después se presenta en la oficina de aquellos hermanos, y en aquel instante le hacen entrega de 50.000 pesetas, correspondientes al pago de los viajes  realizados durante  los 100 días que los efectuó. 

COMPRADOR DE CHATARRA

            Si alguno de los días que lleva a las mujeres a las faenas agrícolas, él  no tenía trabajo de venta ambulante, se quedaba en la zona de Mazarrón recorriendo distintos lugares para comprar chatarra, que en muchos casos eran carros viejos, los cuales les pegaba fuego y al día siguiente recogía las partes metálicas que quedaba, tales como los aros de las ruedas, el eje y otros elementos de hierro, Chatarra que iba acumulando en un solar que su suegro tenía en La Magdalena.

          En Mazarrón esperando               Pero cuanto le costo
          de las mujeres jornada                 Paco con poco reflejo,
          y en ese tiempo compraba            cuanto trabajo pasó                                   
          chatarra que iba buscando           comprar tanto carro viejo.

            En cierta ocasión en la zona de La Pinilla compró tres carros que no estaba deteriorados del todo, y para trasladarlos hasta la cerca del suegro en la Magdalena, le quita las ruedas   a uno de ello y lo amarra sobre la vaca de la furgoneta; un segundo carro le quita las ruedas y el eje  y lo introduce dentro del vehículo con las puertas traseras abiertas para dar salida a las varas, mientras que el tercer carro lo amarra detrás de la furgonetas y lo lleva remolcado rodando el carro por el camino.

 
    Carro similar a los que Paco compró como chatarra y rasladó en su furgoneta.

            Aquel transporte de carros totalmente inusual era espectacular, y por donde transitaba, todos quedaban asombrados; con la salvedad de que la carretera pasaba frente al Cuartel de La Guardia Civil de Cuesta Blanca. Pero aquellos tiempos no eran tan rigurosas  las normas de tráfico ni la aplicación de su cumplimiento, por lo que no tuvo ninguna incidencia de amonestación. Al dedicarse Paco al transporte con las mujeres, abandona el transporte de animales que tan mala olor dejaban en su vehículo.

Entre los muchos medios de conseguir ingresos, incluso recurrió al intercambio de los artículos que el vendía al vecindario, recibiendo de aquellos el pan duro y guita de esparto. Aquel pan lo vendía a los cazadores como alimento para sus perros, mientras que la guita se la vendía  a varios hombres de los que recuerda:  “El Quiñones”, “El Brevas” y “al Mangango”, tres  huertanos “yerberos” de la localidad de San Isidro. Esta nueva actividad hacía que su furgoneta fuera   llena hasta la vaca de pan duro…

 
Balanza "romana" de mayor capacidad de pesado. 

SU FURGONETA   EN TRANSPORTE PÚBLICO

            Tambien empleando su furgoneta se dedica al transporte (tipo taxista), comenzando por trasladar al grupo de mujeres de la agricultura en  domingos y festivos, Aquellas mujeres  eran casadas y con hijas mayores, que optan por contratarlo   para que las trasladara a los cines de Cartagena, y tambien a un salón  de baile que en el barrio de Los Dolores pusieron los hermanos Navarro. Salón  montado de forma precursora a las discotecas, empleando equipos de megafonía (discos). También en verano las trasladaba a las playas de Mazarrón y zonas del Mar Menor tales como Los Nietos y El Carmolí.

          Domingos y días festivos                     Por hacer este transporte
          a estas familias llevaba                       sin estar autorizado,
          con familiares y amigos                      taxistas en buen consort
          donde se solicitaba.                            a Paco lo han denunciado

            Se daba la circunstancia, de que una parte del vecindario  de la Aljorra, especialmente los que ocupaban como él  el  grupo de unas 500 viviendas conocido por Casas de Juan Diaz “El Malagueño”, era personas inmigrantes llegados de las zonas de Albacete y Granada, especialmente procedentes de los pueblos de Isu, Orce, Puebla de Don Fabrique y Almaciles, que encontraron trabajo en la agricultura y la albañilería, etc.

 
    Una de las furgonetas de Almacenes Solano

            Como aquellos no disponían de medios particulares para viajar, contrataban a Paco con su furgoneta para que los llevaba a sus respectivos lugares de origen, en la intención de visitar a sus familiares, a la par que les llevaban y se traían diversos artículos. Estos viajes, especialmente se hacían con motivo de la celebración de las fiestas patronales de sus respectivos pueblos.

            Su nueva furgoneta  era de 9 plazas, aunque casi siempre transportaba muchas más (hasta 15 personas), sin que nunca la Guardia Civil lo llegara a parar. Tambien desde Los Molinos Marfagones llevó a unos clientes a Tarifa (Andalucía), e incluso hizo otros viajes de tres días de duración a Barcelona, etc. El gasoil entonces costaba a 6,50 pesetas el litro (unos 4 céntimos de euro).

            Como en La Aljorra había cinco taxistas con licencia, aquellos considerando los muchos viajes que  aquel hacia llevando pasajeros (aparte de los de las mujeres a la agricultura), lo llamaron para solicitarle que abandonara el transporte público de viajeros, dado que aquella actividad les perjudicaba y además no estaba dado de alta para tal  transporte, y ni si tan siquiera pagaba ningún tipo de impuestos, lo que se convertía en una competencia desleal no autorizada. 

Como debido a sus muchas deudas no cesó en aquella operación,  los taxistas acabaron denunciándolo a la Delegación de Hacienda, de la que recibió una notificación-multa de 17.000 pesetas; importe del que Francisco no disponía   (entonces importante), fue devolviendo en varias ocasiones las notificaciones de apremio recibidas, Cada nueva notificación elevaba el importe de la sanción en concepto de intereses de demora (un 20%), hasta que finalmente y ante la amenaza de embargo, tuvo que abonar 22.000  pesetas.

LA VENTA POR MERCADILLOS  

En aquel tiempo el sistema de venta a plazos le hacía tener fuertes deudas,  y la recaudación sobre lo que a él le debían sus clientes era muy irregular careciendo de liquidez para sus pagos, por lo que opta por emprender otros negocios  de venta al contado, dedicándose a vender por mercadillos, comenzando por el de Mazarrón. Mercadillos donde lo único que se exigía al vendedor, era el pago municipal de ocupación de vía pública por cada día de venta. 

          Paco busca otro trabajo                    Aquello era otro cantar
          que en sus ventas de fiado                 de este pobre jovencillo
          su bolsillo está muy bajo                   que a su casa al regresar
          forma ventas en mercado.                 dinero iba en el bolsillo.

En los mercadillos vende partidas de ropa de confección y también retales, todo de saldo, que exponía en montón para que el público eligiera la prenda, talla, color, etc. Seguidamente hace mercadillos, además del Puerto de Mazarrón, en otros lugares tales como las pedanías murcianas de Corvera, Los Alcázares, etc. El negocio aquel le gustaba, pues todo lo que se  vendía era al contado,

Él sabía que el mercadillo de Cartagena, que en aquel tiempo se instalaba en los bajos del Mercado de Santa Florentina era bueno, pero no existían plazas para nuevos vendedores, cosa que resuelve al adquirir a “Retales Julián” el puesto nº 12,  existente en  el callejón que hacía  de entrada al mercadillo. Lo que llevan a la práctica mediante un contrato privado, en el que “Retales Julián” le cede los derechos adquiridos como vendedor por precio de 35.000 pesetas.
Mercado  Santa Florentina, Cartagena, La puerta con reja,   por donde se entraba al mercadillo

En aquel puesto  ya se dedica a la venta de géneros  y partidas adquiridas a diversas tiendas en liquidación. La venta se hacía solamente los miércoles de cada semana. Por la venta al público en aquel puesto, había que pagar como impuesto municipal 2,50 pesetas por  metro lineal.

Para la venta en el mercadillo de Cartagena, en ocasiones recibía la ayuda de su padre ya jubilado, y cuando la enfermedad del mal de la minas se le agrava, era su suegro, también jubilado, el que le ayudaba en Cartagena. Pero en los mercadillos por los pueblos durante los sábados y domingos, era ayudado por su hijo Alfonso.

En ocasión de haber adquirido  una gran partida de suéter y chaquetas de hilo para señora al precio de 50 pesetas la unidad, consigue con ella buenos ingresos, al poder venderlas muy bien por los mercadillos a 100 pesetas cada una. Aquella compra se la facilitó  un comerciante almacenista de Fuente Álamo llamado Gregorio Martinez (el mismo al que Paco vendiera su cartera con oro).

Al objeto de conseguir más radio de venta de sus productos de saldo,  confecciona unos carteles que distribuye en distintos comercios, ofreciendo en cada uno de ellos, en día distinto semanal, la gran oferta ventajosa en rebajas, para lo que  se dedicaba a abastecer al comercio para una semana, a cuyo tiempo pasaba y recogía la liquidación del género depositado, o en su defecto, la devolución del mismo. Con esa estrategia comercial pudo vender miles de prendas y artículos al precio de 75 pesetas.

Otra iniciativa fue agrandar el local de la “mini tienda casera” que tenía en su vivienda de La Aljorra, tratando de darle entrada directa por la calle; aunque temeroso al pago e impuestos, así como a   figurar en alta como vendedor, se limita a techar la zona de patio, y dentro de aquel “camufla” la tienda, mediante darle entrada  por la puerta de la cochera.
Su suegro para hacer  la obra le recomienda a un albañil conocido por “El Pitorro”, y aquella se lleva a cabo con bastante ahorro, pues los peones fueron Francisco y su suegro. Tambien como la casa contigua a la suya era propiedad de su cuñado y aquel no la utilizaba, previa autorización, él la destina   como almacén.

INICIO DE LA ETAPA COMO VENDEDOR ALMACENISTA

Por entonces Francisco ya conocía el negocio, estaba bien relacionado con grandes proveedores, por lo que  ve perspectivas de trabajar como mayorista, comenzando con la distribución y venta a los comercios de macetas de barro. Material de alfarería que adquiría  directamente en  el municipio murciano de Totana. Esta nueva actividad hizo que se le conociera como  “Paco el macetas”.

          Las cosas le iban mejor                      Con sus tiestos de macetas
          En su recorrido aquel                         y estiércol para las plantas
          Paco piensa con “geror”                    pero firme, que puñetas,
          de montar un almacén.                       aunque a trancas y barrancas.

 
    Artículos expuestos al público en su comercio. Destacan macetas de varro en color natural

Como aquellas macetas y objetos de cerámica venían con el color del barro, él concibe la idea de hacerlas más atractivas y de más fácil venta, pintándolas en colores diversos; trabajos de pintura que hace  en su domicilio  ayudado por su esposa, aprovechando la noche y durante el tiempo que disponía. Las macetas las pintaba primeramente de un color liso, más bien en negro, que estando fresco se le añadía unos puntitos de pintura de colores en la parte alta, para que aquellas resbalaran  por la superficie de la maceta a modo de chorreo, mezclando colores. La tierra para macetas la buscaba recogiéndola cerca de los muladares, procurando que aquella  fuera de color negro, y seguidamente la envasaba  en unas bolsas que etiquetaba  anunciando el producto como “Estiércol natural preparado”.

INTEGRACION DE  FAMILIARES EN SU COMERCIO

Con todos estos negocios, poco a poco se va dejando la venta ambulante a plazos, y continua con los mercados. Algunas veces al mercadillo de Santa Florentina se llevaba a su cuñado (el que le prestaba la casa), al que pasado el tiempo opta por obsequiarlo con aquel puesto y se hacer mercadero.

Su negocia iba en aumento, y contaba con una clientela extensa de comerciantes distribuidos por distintas provincias a los que vendía cerámica, por lo que para poder atenderlos bien, nombra como su representante para distribución al mayor, a su hermano pequeño Lázaro Solano, asignándole una comisión del 10% sobre las ventas.

          Ya se incorpora su hermano               Mercadillo le cedió
          para Paco fue un honor                      a aquel muchacho de antaño
          de que Lázaro Solano                         tanto le ayudo en apaño
          fuese con el vendedor.                         Cuando a Isabel conoció.

En el pueblo valenciano de Ollerías un hombre conocido de La Magdalena tenía en aquella localidad una mufla para decorar loza y cristal, la cual  visita y de allí se trae la furgoneta llena de objetos de regalo, especialmente cristalería  y loza decorada, artículos que venían estuchados en caja. De todos aquellos y otros artículos se hacen fotografías con los que se confecciona un muestrario.

El hermano Lázaro ya adquiere su propio vehículo y va ofreciendo los diversos artículos  como viajante, haciendo muy buenas ventas debido a contar desde su inicio, con la clientela que Paco tenía con anterioridad, unido a las buenas dotes de vendedor de que Lázaro iba dando muestras.
 

Para aumentar y cubrir sus necesidades de almacenamiento, le compra a Juan Diaz  “el Malagueño”, 400 m2 de solar en la Calle Camino, y seguidamente hace un proyecto para edificar un almacén con capacidad total de aquellos 400 m2., lo que le supone contraer una deuda a devolver en 36 meses. Tambien consigue del banco Banesto un crédito sin fiadores, con el que acomete la construcción del citado inmueble, que de inmediato lo llena de género para su distribución y venta.

Con anterioridad, en Valencia adquiere diversas partidas de tira bordada para la confección de juegos de cama, muy demandados por las mozas casaderas para confeccionarse la “dote” matrimonial. Aquellas tiras bordadas las ofrece muy bien presentadas sobre unas cartulinas, y las distribuye por infinidad de establecimientos, siendo incluso adquiridas por miles en grandes almacenes como MIMAY y SAYCON. 

Él siempre atento a las demandas y necesidades del público, presto a resolver la petición que muchos de ellos le hacían en relación a unas tiras de nailon, con las que se hacían  cortinas para las puertas de casas y patios,  encuentra dichas tiras en el pueblo lorquino de La Paca, comprándoselas a unos fabricantes de “jarapas” (una especie de mantas protectoras utilizadas para poner entre el somier y el colchón). Algo más tarde y buscando mejor precio  las consigue en el pueblo de Bocairente cercano a Valencia, directamente a un exportador  de  dicho artículo de nailon, que las recibía de América y distribuía  en faldos de 200 kilos.

De inmediato  se dedica a venderlas por kilos a quienes se las solicitaban, pues aquellas tiras tenían muchas utilizaciones, especialmente las relacionadas con las cortinas para casas de campos y otros usos. Además, en su negocio  formó   un grupo de mujeres trabajando a jornal, dedicadas a sacar las tiras de nailon de los faldos y hacerlas ovillos, que después se vendían al peso. 

CRECIMIENTO DEL NEGOCIO
 
Francisco al hacerse distribuidor mayorista deja totalmente la venta  ambulante en mercadillos. Los locales dedicados a almacenes se le van quedando pequeños, y adquiere al mismo propietario otros 400 m2 de terreno anexos a los otros 400 m2 iniciales, aunque en esta ocasión al doble del precio anterior. Esta compra se obliga a pagarla en el plazo de dos años.

En este último terreno,  primeramente forma un pequeño edificio a modo de casa, que constaba de cocina, aseo y dos dormitorios,  y tambien   hace una pequeña piscina, mientras que  el resto de aquel solar lo destina a huerto, en el que planta diversos árboles frutales.

          Para tener mercancía                        Ya se puede imaginar                      
          bien hacían falta locales                    crecimiento del negocio
          este sin pensar en males                    muy preocupado y sin ocio,
          en obras se meteria.                          pues todo iba a la fía.

En 1974 cuando el padre de Fráncico cae enfermo de silicosis, este optan por salir de El Cañar, y adquiere  la vivienda nº 24 de la Calle de San Bartolomé de La Aljorra, al objeto de que aquella en el futuro fuera para su   hijo Lázaro. Vivienda a la que se traslada el matrimonio con el hijo menor, el cual de mayor se libra de hacer el servicio militar alegando el estado de enfermedad de su progenitor. 

Este joven tiempo después se lleva la novia, y se ve en la necesidad de tener mayor intimidad entre los esposos, cosa aquella que todos aceptan como normal. Entonces los padres se trasladan a vivir a la pequeña vivienda descrita,  que su hijo Paco había edificado  dentro de la última parcela de 400 m2.

El hermano resultó ser un buen vendedor en el negocio de Francisco; pero pasado un tiempo aquel se marcha, colocándose al servicio de los Hermanos Vera, unos mayoristas en juguetería, donde se dedica a la autoventa y representación de aquellos artículos, lo que obliga a  Paco  a dedicarse personalmente a la representación de sus productos. En aquel tiempo su hijo Alfonso, de unos 15 años de edad, ya comienza a ayudarle en el almacén y en aspectos de la oficina.

Cuando en 1973 nace su hija Juana Mari, y como la tienda en aquel tiempo estaba situada ocupando gran  parte del domicilio familiar, Francisco se ve obligado a adecuar el gran almacén primero que comprara de 400 metros, el cual divide  en dos mitades iguales,  una para continuarla como almacén, mientras que en los otros 200m2 restantes, debidamente dotados de suelo, iluminación, escaparates, etc. es, donde traslada definitivamente la tienda que tenía en su domicilio. En su nuevo establecimiento abierto al público, 

   Tambien con anterioridad, y como la casa propiedad de su cuñado (la que Paco venía utilizando como almacén) tuvo que dejarla, pues aquel iba a contraer matrimonio, antes de devolverla  la adecenta empapelándola, pintándola etc., para dejarla totalmente como  nueva.

El cuñado y su esposa (al que había cedido el mercadillo de Santa Florentina) acaban dedicándose a la venta ambulante por su cuenta, vendiendo artículos del almacén de Paco, especialmente objetos de menaje de cocina fabricados en Molina de Segura, cuyo propietario  con anterioridad había sido encargado en una empresa dedicada a fabricación de objetos de cocina en acero inoxidable y cristal. Los cuales este hombre reproduce en su propia fábrica vendiéndolos a precio más reducido.

 Sin embargo tiempo después aquel fabricante acaba arruinándose, al parecer debido a   una mala administración, por lo que  ofrece a Paco en liquidación, todo el resto de sus fabricados, tales como: vinajeras azucareros, paneras, bandejas, etc.

El precio de aquellos artículos se cuantifica a cálculo a falta de comprobación final, en un total de 1,000.000  de pesetas, que serían abonadas en cuatro plazos mensuales  mediante cuatro letras de 250.000 pesetas cada una. Pero cuando él se dedica a retirar definitivamente el género ofrecido, comprueba que aquel no se ajustaba a los cálculos iniciales, pues faltaban piezas por valor de 250.000 pesetas.

 Al formular la queja al fabricante vendedor, este se amuestra totalmente de acuerdo con dicha reclamación; pero como aquel alega que las letras han sido ingresadas al banco, le pide le haga el favor, de ir atendiendo el pago de los tres primeros vencimientos, ya que la cuarta letra la pagaría el vendedor.

Craso error de Paco, el cual aceptó de buena fe la palabra de aquel hombre; pero la realidad fue, que aquel  desapareció sin dejar rastro, y por supuesto sin abonar el cuarto pago de las 250.000 pesetas, Letra que Francisco  había aceptado con su firma, y aunque se metió en pleitos tratando de demostrar que aquel pago se correspondía a un género no servido, sus argumentos no tuvieron éxito y, final mente, tuvo que abonar al banco, bajo amenaza de embargo, el importe de aquella letra, incrementada por los cuantísimos gastos de demora, que elevaron su importe total a  350.000 pesetas.


     Frabncisco Solano en su comercio de La Aljorra.

Nuestro hombre iba súper cargado de trabajo, y no podía atender bien todo su negocio, especialmente en cuanto a la representación de los artículos de su almacén, y opta por ofrecer a su cuñado la representación  a su servicio, cosa que acepta, quedándose la esposa de aquel  con la venta ambulante en mercadillos.

 Tambien nombra como representante a Leandro Madrid, un vecino del caserío de La Torre de Nicolás Pérez (el cual conoció cuando ambos hacían trasnporte de mujeres a los invernaderos), al que entrega otro muestrario con ruta diferente. Este último representante regentaba un bar denominado Venta “El Huevo”, en el lugar conocido como La Torre de Nicolás Pérez, por lo que pasado un tiempo llega a un acuerdo con el cuñado de Paco, a fin de que cada uno de ellos pudiera llevar adelantes sus respectivos negocios particulares (bar y mercadillo). Pero aquello supuso un grave descenso en las ventas del negocio de Francisco, pues el territorio y los días de representaciones habían decaído a la mitad. No obstante él sufre en silencio estos inconvenientes en  bien de la amistad y la paz familiar.

Por aquel tiempo, en un solar casi lindante con su almacén-tienda, adquiere a Carmelo Zaplana 200 m2 de bajo, además de un piso de 100 m2 en la parte alta de aquel edificio,  que Francisco adquiere   mediante una hipoteca a 15 años con la Caja Postal, entregando por el bajo 500.000 pesetas y el resto sin letras a pagar como  pudiera.  

   
De otro lado, su hermano Lázaro acaba rompiendo con la empresa de los Hermanos Vera para los que trabajaba, y regresa al negocio de Francisco, el cual adquiere una furgoneta Mercedes de tipo grande que llena de estanterías, con la que el hermano  se dedica a la autoventa al mayor,  con todos los gastos pagados más una comisión del 10%.

NACE LA EMPRESA DE TRASNPORTE DE VIAJEROS

Leandro Madrid, el que pasado el tiempo seria uno de los representantes del negocio de Francisco, disponía de una furgoneta con la que  quería  dedicarse a llevar mujeres a trabajar al campo, por lo que solicita a Francisco Solano, el favor de buscarle un grupo  de 12 mujeres para trabajar en la recolección de pepinos al servicio de la empresa COALSA, dedicada  a invernaderos en la zona de Isla Plana y el Campillo.  


    Invernaderos de la zona de El Campillo, Cartagena

Aquella actividad agrícola crece y necesita contratar más mujeres  para trabajos en el campo, por lo que Francisco se fusiona con Leandro, para hacer ambos el trasnporte de más mujeres en sus respectivos vehículos. Como la cosa marcha y hay  que contratar un total de 36 mujeres, ambos “socios” dan entrada en el negocio al cuñado de Paco. 

          Leandro de la Venta el Huevo          Y Paco se las busco
          Torre de Nicolás Pérez                     llevaban por esos lares
          vino buscando mujeres                     cuñado se incorporo
          en invernadero.                                 nació empresa de autocares

 
Por su parte la empresa  dueña de los invernaderos les exige  que el cobro del trasnporte se hiciera mediante factura legal, por lo que los  tres socios se reúnen y acuerdan adquirir un autobús AVIA de 36 plazas  a Sebastián Soria Sánchez, un hombre residente en Caravaca de la Cruz. Autobús que sería conducido indistintamente por los tres socios. 


    Local y oficinas de la empresa con invernaderos en zona de El Campillo

El negocio de trasnporte de mujeres para trabajos agrícolas, así como otros   de servicio público llevando pasajeros de tipo discrecional, exige ampliar nuevamente el negocio, por lo que estos adquieren otro autobús marcha AVIA a Joaquín Vidal, dueño de la empresa Autobuses Vidal, de Cartagena, y este último acepta vendérselo, a condición, de que si era necesario poner más autobuses en aquel tipo de trabajo,  aquellos ya serían los de su propia empresa. Este hombre también   se encarga de facturar a nombre de Autobuses Vidal, pues los dos autobuses de estos socios, a efectos legales, figuraban como parte de la flota de Autobuses Vidal, mediante una especie de pacto de confianza no escrito.

Los dos vehículos de estos tres socios tenían tarjeta nacional de trasporte, pero como el último adquirido era muy viejo, deciden comprar un vehículo nuevo también marca AVIA, al que pasan la tarjeta de trasnporte del viejo autobús, el cual ya sin tarjeta, lo pudieron vender a buen precio,  a una empresa de reparación de barcos en La Manga, que lo destina a su servicio en el trasnporte particular, para el que no necesitaban la citada tarjeta.

    Autobuses para el traslado de obreros a los invernaderos de la zona de El Campillo.

Con el nuevo autobús  los socios se dedican en ocasiones, a llevar  obreros a la Refinería de Petróleos de Escombreras para la empresa Meroño;  en la zona de la Pinilla hacen trasnporte escolar para la empresa Autobuses Luciano. Tambien hacen mucho viaje discrecional, especialmente de militares en fines de semana a Sevilla y Barcelona. Los tres socios disponían de carnet especial de autobuses de viajeros.


Localizacion de los invernaderos frente a las playas de La Azohia, Cartagena

Todo este negocio de trasnporte de viajeros pudo ser llevado a la practica desde el principio, debido a los muchos contactos que Francisco  tenia de sus años como cobrador de autobuses; aunque hay que reseñar, que los tres socios nunca sacaron de aquel transporte el beneficio periódico, pues las ganancias se perdían acumuladas en el mantenimiento y la compra del nuevo Autobús. Pero a Paco le gustaba y mantenía aquella actividad como remanente de su etapa de cobrador de autobuses. Aunque en la práctica, la dedicación a la empresa de autobuses de los tres socios, venia en detraimiento y expansión de su propio negocio de almacenista mayorista de géneros, pues él y sus representantes  desatendían a la clientela.


  Autobus para traslado de obreros a los invernaderos zona de El Campillo, Cartagena

De otro lado los problemas de la sociedad se van acentuando, y aquellos dan señales de querer dejar aquel negocio; aunque tampoco se lo quieren ceder a Solano en solitario,  optando los socios por traspasarlo a Autobuses Vidal, que adquiere los dos autobuses, recibiendo los socios, a partes iguales, la cantidad de  dos millones de pesetas cada uno de ellos.  

                        
EL  CHALET EN DE LA  PLAYA DE LA AZOHIA.


Paco en sus desplazamientos por las playas de la Chapineta y la Azohia, se da cuenta que en la Barriada de San Ginés situada en 1º fila de la playa, se oferta a la venta  una parcela de 600 m2, Terreno del que era dueño un promotor conocido por Sr. Sainero. En la compra de aquel terreno querían haber entrado tambien los socios del autobús; pero él prefirió hacerlo en solitario, en la intención de destinarlo para algún tipo de negocio hotelero,. El considera  que no supo entender bien, lo que suponía en relación a la de restricción de edificación y uso de aquella parcela, clasificada como suelo residencial con edificación del 20%., que excluía la posibilidad de destinarla a ningún negocio o industria,
 
Playa de San Gines en La Azohia, Cartagena,  donde Paco se hizo un chalet

          Dando vueltas por la playa               Kiosco monta con cuñado
          ve un cartel que le desvela                pero poco les duró
          buen sitio donde los haya                 ayuntamiento cerró
          y así compra una parcela.                por no estar autorizado

Él, en aquel verano ya quiso sacarle algún beneficio, e instala en el mismo una especie de kiosco de venta de helados; para lo que previamente había contratado el servicio de electricidad y también había comprado una caravana tipo tienda, que ponen en marcha  sin ninguna clase de  permisos El negocio se lo da en explotación a su cuñado y esposa, los cuales durante la noche se quedaban a dormir en una chabola de madera que había quedado al término de las obras de la urbanización. 


   Paco Solano, junto al muro que cierra el chalet que  se hizo y tuvo que vender

Pronto los guardias municipales se presentan exigiendo los permisos legales necesarios para aquella actividad. Él  trata de solicitar favores a la Asociación de Vecinos de Perin, y en aquellos trámites logra mantener aquel negocio durante un mes, pero muchos de aquellos propietarios de parcelas de la zona estaban en su contra, e incluso también se manifestó contrario el promotor Sr. Sainero. Aunque el que más presionó para que abandonaran aquel negocio, fue el Presidente de la Junta de Vecindad, cargo que ostentaba el Sr. Carreras, un joyero de Cartagena. Aunque tambien hay que decir, que otros vecinos si estaban de acuerdo en que aquel kiosco se mantuviera, pues era lo único que hasta aquel momento existía para poder tomar algo. Las muchas dificultades lo obligan a cerrar el kiosco y sacar de allí la caravana.

 
Las playas de La Azohia, centro turistico importante, cuenta con hotel de cuatro estrellas

Pasado un tiempo en aquella parcela edifica un buen chalet, obra que fue hecha por la empresa de Carmelo Zaplana, mediante un préstamo que saca sin avalistas ni hipoteca, con el que hace la edificación y paga la parcela, dejando parte del dinero destinado a mejoras de su almacén de 200 m2   al que ya se hizo alusión; `pero él debía hacer frente íntegramente aquel crédito recibido de la Caja de Ahorros,  pagando sus correspondientes plazos, 

 
Edifico chalet que paco se hizo en la playa  de San Ginés en La Azohia. Cartagena
En ese tiempo y tras la separación de la sociedad de autobuses, los dos viajantes socios se enfadan con él  y devuelven los muestrarios, y ambos buscan una nueva distribución para la venta de salazones. 

La tienda y el almacén faltos de genero decae por la falta de liquidez de Francisco, y especialmente su esposa da muestras de estar muy disgustada. Los pagos del préstamo hipoteca de la casa de arriba estaban muy atrasados, tampoco podía pagar las letras de compra de géneros, aunque confiesa que los corresponsales de banca le ayudaron bastante, reteniendo las letras el tiempo máximo…  

Los domingos la familia iba al chalet de la playa, pero como en aquel lugar no había niños con quienes jugar, sus hijos no querían ir. Por su parte la esposa se pasaba el día barriendo y limpiando. En esas condiciones pasaron el primer verano; pero el resto del tiempo solo iban en casos muy puntuales, por lo que Paco acaba poniendo aquella parcela y chalet en venta en una agencia del Puerto de Mazarrón, consiguiendo venderla a un francés por 9.000.000 millones de pesetas, más otro millón   por los muebles. Dinero con el que paga los débitos en la Caja de Ahorros, y el resto, unos 5 millones en efectivo lo dejan para el negocio llenado el comercio de género.


    Playa de La Azohia, Cartagena.

Coincidiendo con la decadencia del negocio de Paco, su cuñado Felipe (el hermano mayor de la esposa) monta un negocio similar en La Aljorra. Por entonces la tradición familiar de su suegro, era juntar  a sus hijos   a comer en su casa los domingos, Este hombre con la venta de pescado había logrado mejorar su negocio y ganó dinero. El suegro exigía puntualidad a su familia, pero el hijo y su mujer llegaban  tarde a la hora de comer, presumiendo que aquella tardanza era debida a la mucha clientela que se agolpaba en su tienda para comprar, e imposibilitaba poder cerrar a su hora…

No obstante Paco algo después, con el dinero sobrante de la venta del chalet y parcela (contando ya con dinero en mano) contacta con muchos fabricantes de porcelana, ropa y cristal con la que abastecen la tienda (la ropa solo era para venta directa a clientes en la tienda), y la actividad comercial se restablece totalmente.

LOS PEONES CAMINEROS

            En su infancia y juventud, él recorrido en bicicleta desde El Cañal, así como el de Tallante-Cartagena se hacía por carreteras de tierra sin asfaltar,  siendo el tránsito por ellas mayoritariamente de carros, bicicletas, algunos pequeños coche de la época (Fort de pedales, Chevrolet, etc.) o algunos camiones, especialmente Barreiros 90, que llevaban mineral de plomo de las minas de Mazarrón a la Fundición de Peñarroya en Santa Lucia.
 
      Cartel Peones Camineros, sobre la perta de la casilla cercana a  Mazarron,

            El tráfico por la carretera era tan escaso, que Paco en cierta ocasión se llevó  desde El Cañar a Cartagena seis cañas “liseras” (las más gruesas), de unos seis metros de largo, amarradas al portaquipos y arrastradas por el firme del camino, a fin de regalárselas a Manolo,  uno de los camareros del Bar Americano aficionado a pescar en el muelle, para que se hiciera algunas cañas de pescar.


     Caseta de los peones camineros en Cuesta Blanca

            La Carretera de Mazarrón a Cartagena, también de tierra, disponía de un servicio para el bacheado y arreglo de la misma, efectuado por los “peones camineros”, en cuyo trayecto existían tres edificaciones o “casillas”, que servía de residencia del peón caminero y su familia.

 En lugar cercano a la playa de Mazarrón  y a unos trescientos metros antes de llegar al cruce Mazarrón-Isla plana, (actualmente en ese cruce existe una gasolinera), se encontraba la primera “casilla” que hacía  del peón caminero, el cual tenía como misión el arreglo de la carretera desde aquel punto hasta la cumbre del Valdelentisco, en donde se encontraba la siguiente vivienda del peón caminero encargado del tramo, que desde aquel punto llegaba hasta la salida del pueblo de Cuesta Blanca, en donde estaba situada la tercera de esas “casillas”, desde la que otro peón caminero   cuidaba el siguiente tramo hasta Cartagena. 


  Caseta de los peones camineros cercana a Mazarron

Se daba la circunstancia de que los tres peones camineros citados que atendían las “casillas camineras” eran hermanos,  siendo conocidos por “Los Casilleros”. El empleo del trabajo de reparación de carreteras de tierra por los peones camineros, se suprimió cuando aquellos caminos de tierra fueron asfaltados,

LA FINCA DE EL CAÑAR. FORMACIÓN Y DESARROYO 
LA HERENCIA PATERNA. 

En el lugar conocido por “Los Pelaos” en la zona del Cañar, existían tres fanegas de tierra provenientes de sus abuelos paternos nacidos y criados en El Cañar: Francisco Solano Diaz, apodado “el tío Paco Cheles” (1877-1917) y Josefa Andreu Solano (1895-1940), de cuyo matrimonio nacieron nueve hijos. Tierras  que fueron y heredadas por su padre, el cual cuando sobre 1975 se encontraba algo enfermo, decide hacer el reparto, en vida, entre sus dos hijos. 


   Solano izando la barrera que da paso a su finca paterna, en Los Pelaos, de El Cañar

Se trataba de una zona bastante montuosa con parcelas en ladera con pendiente, dentro de la que había bastantes higueras y algunos almendros. Esta finca tenía su entrada por una vereda particular a la que solo se podía acceder bajo el consentimiento de otro propietario, en esta ocasión primo del padre, llamado Tomas Solano Agüera. 


    Abuelos paternos de Francisco Solano

          Su padre les asigno                         Y nacimiento que habia                             
          para que ellos la cuidaran,             allá debajo una higuera
          su hermano parte a él vendió         Paco se empeña y quisiera
          Paco hizo una a parcelada.            y allí un pozo construía

            Lázaro hermano de Francisco manifiesta no interesarle la parte de finca donada por su padre, solicitando consejo paterno sobre la cuantía del valor en pesetas de aquella mitad, cosa que hace su padre varios días después,  donde en reunión con sus hijos les informa que, según sus cálculos, cada una de las dos mitades de la finca pueden estar valoradas en torno a las 150.000 pesetas. 

            En esa fecha contaba Francisco  30 años de edad, y mientras que él siempre manifestó interés por las cosas del campo,  su hermano Lázaro mucho más joven (19 años), le gustaba más disponer de algún dinero, por lo que Lázaro acuerda vender a su hermano su `parte de la finca por las 150.000 pesetas en que el padre la había valorado; cantidad que Paco le hace entrega.  Aquella compra se lleva a efecto  de palabra ante su progenitor y  sin firmar ningún escrito, con la intención de que cuando más adelante se hicieran las particiones procedentes de la familia de la madre, hacer todas las escrituras uniendo ambas propiedades. 



    Planteles de garroferos y otros arboles en la Finca de Los Pelaos.

Tras la cesión del padre de aquella propiedad y la compra hecha al hermano, Francisco de inmediato contrata una retroexcavadora de gran tamaño propiedad de  los hermanos Garcia, y hace un trabajo de explanación en parcelas escalonadas, y además, previo acuerdo del vecino colindante, agranda la vereda de acceso, dándole el ancho suficiente para el paso de vehículos.

Aquella porción de finca  carecía de agua para el riego. Sin embargo él guardaba recuerdos de su niñez sobre  la existencia de una poza de agua procedente de un pequeño manantial,  situada junto  a una higuera   muy frondosa de higos “ñorales”, que era conocida como la “higuera de la poza”,  en la que antiguamente  solían ellos parara a descansar, dar de beber a las bestias, etc. Poza de agua e higuera que tras años de sequía habían desaparecido, 

MANANTIAL Y EDIFICACIÓN DE UN POZO

Él tratando de recuperar aquel manantial, proponer a los dueños de la retroexcavadora que hicieran una especie de pozo buscando aquel venero; pero aquellos le informan que con su máquina sólo podrían profundizar unos 9 metros, y dado que la zona no daba señales de agua, consideraban la conveniencia de contratar  los servicios de un zahorie (un buscador de agua) que determinara el lugar más idóneo.

          Llevo a mi amigo García                    Fue una ilusión muy honrosa
          que es bueno donde los haya              el agua recuperar                
          y su máquina con pala                        y ahora tengo un bienestar
          una poza construía.                            con mi higuera y con mi poza.

Paco  responde,  que el buscador de agua no era necesario, pues de siempre él tenía esa  cualidad manifestada en su cuerpo, que al paso por algún lugar donde hubiera un venero de agua subterránea,  sentía una especie de vibraciones que se lo indicaban.  Seguidamente y observado por los hermanos Garcia, se dirige hacia la zona donde recordaba estuvo la poza del manantial, y al situarse en aquel punto comienza a dar síntomas de percibir un temblor en su cuerpo (cosa fingida), pero que aquellos se lo creen.


    Francisco Solano, junto a la higuera que ha rebrotado, junto al manantial

De inmediato el conductor sitúa la máquina en el referido lugar comenzando a excavar el subsuelo. Francisco durante aquel trabajo se pone muy nervioso y se marcha a su casa en espera de acontecimientos.  No habría pasado ni una hora cuando el teléfono de la tienda empieza a sonar, y recibe la comunicación de un   teléfono móvil de gran tamaño que Enrique tenia, el cual le comunica que se presentara de inmediato en El Cañar, porque se había descubierto  el manantial, solicitando se lleve una vasija para recoger una muestra de agua para analizarla.

Él se presenta con una botella, observando que a unos cuatro metros de profundidad y desde una roca, brotaba un pequeño chorro de agua del tamaño del pitorro de una cantara. De inmediato  dentro de la cuchara cargadora de la pala  se introduce él y uno de los que manejaban, y recogen en la botella la citada muestra de agua.

Uno de los hermanos Garcia había quedado muy impresionado por el descubrimiento de aquel manantial, y decide hacer junto con Paco una prueba a modo de los zahories, que valiéndose  de una vara de la mata de “bolaga” invertida en V que aquellos utilizan en sus localizaciones,  fuertemente sujeta con las manos en forma horizontal,  aquella vara se inclinaba hacia el suelo al situarse sobre un determinado lugar, dando señales de la existencia de agua. Desde aquel día, aquel  hombre ha venido utilizando este sistema de localización de agua, habiendo marcado muchos pozos por toda la comarca de Cartagena con buenos resultados.

Los Hermanos Garcia le encomiendan, que del establecimiento de venta de materiales de construcción propiedad de Fernando Zaplana, adquieran 9 metros de tubo de hormigón  perforado   de un metro  de diámetro, además de traer un camión de zahorra, para así dar por terminado el pozo en el plazo de un día con muy poco dinero. 

No conforme con la solución, unido a la ilusión que él tenía por disponer de mayor capacidad de agua, propone  que aquel pozo se haga mucho más grande, del orden de los tres  metros de lado y ocho de profundidad, cosa  contraria al criterio de los palistas, pero que finalmente se lleva a la práctica mediante excavar un hoyo en la zona del manantial de tres metros de lado y ocho metros de profundidad.

 
Boca de extraccion de agua del pozo-manantial de la finca de Los Pelaos. El Cañar.

Seguidamente contrata a un equipo de personas (poceros) dedicados a revestir   pozos comunes. Eran tres hombres dotados de equipo alternador y maquinaria, los cuales hacen un trabajo revistiendo aquel gran pozo con ladrillos en sus paredes, con grueso de 25cm.; Trabajo realizado por una importante cantidad económica mayor de la que Paco hubiera  previsto.

Al disponer de alguna cantidad de agua en aquella primera finca de su propiedad, se dedica a plantar en aquellas  tres fanegas de tierra, una porción de algarrobos de unos tres años, injertados de garrofa tipo ramillete, en la que se cría una garrofa grande y gorda de buen rendimiento. Plantación que le supuso un costo de 1000 pesetas por algarrobo solo por su compra. Los hoyos fueron hechos por la máquina de los Hermanos Garcia.

Para el riego y mantenimiento de aquellos algarrobos durante el primer año, alquila un tractor con su conductor dotado de remolque con una cuba de 2000 litros de capacidad, así como de una autobomba para extraer el agua del pozo del manantial y llenar la cuba, con la que cada mes  iban recorriendo los arboles regándolos. Aclara Francisco que aunque los algarrobos se pueden cría semisalvajes, su iniciación, y más si han sido injertados, requieren atención especial en cuanto a su riego.

 
Zona cercada con bloque del pozo-manantial en finca de Los Pelaos

Como aquellos trabajos eran costosos y después se produjeron abundantes lluvias,  se limita a dejarlos de secano y someterlos a una buena labranza de forma constante, Aquella plantación de algarrobos le proporcionaron una gran satisfacción personal, dado que fue la primera finca que formó y en la primera que dio sus primeros pasos como agricultor, además de   recuperar la “higuera de la poza de agua” a que se hizo mención. Higuera a la que él de toda su vida tiene gran afecto, por los buenos ratos que pasaba la familia  bajo su sombra cuando estaban trabajando en aquella finca.

             Panorámica que desde Los Pelaos se divisa del monte Peñas Blancas y El Cañar,


FINCA DE EL CAÑAR HEREDADA POR  LA MADRE 

            Los antecedentes de la finca de El cañar hay que remontarse al último 4º del siglo XIX, en el que el bisabuelo materno de Francisco, del que solo sabe era conocido  por el tío “Nene Catalina”,  cuando era joven había sido contratado por un madrileño afincado en Murcia, el cual era propietario de una enorme finca agrícola, en la que explotaba   varias minas al Este del monte Peñas Blancas.

 
   Bisabuelos maternos de Francisco Solano

            Aquel patrono agrícola-minero no tuvo hijos, tomándole tal afecto  al joven “Catalina”, que pasado el tiempo lo nombra como encargado, facilitándole cuando aquel contrae matrimonio, una vivienda dentro de las tierras de El Cañar. El “Nene Catalina” en su matrimonio tuvo 9 hijos, que fueron todos ellos cristianados (apadrinados en su bautizo) por el rico propietario, el cual no tenía descendencia, optando por ceder en herencia a la familia del tío “Nene Catalina”, el total de toda aquella finca y sus minas.


   Paco Solano en la vivienda de El Cañar, donde se crió con sus padres y abuelos

          La otra finca del Cañar                 Paco quiere construir
          de madre Juana Martínez             allá en la rambla hace un muro,                 
          siguiendo los mismos fines            aunque bolsillo en apuro   
          también les quiere asignar.            se hace pá vivir.       

            A la Muerte del bisabuelo de Francisco, aquel reparte sus propiedades entre sus hijos, correspondiéndole una 9ª parte de la herencia (en torno a las 21 fanegas de tierra, parte de labor y parte montuosa con algunas antiguas minas situadas en el paraje de El Cañar al oeste de Peñas Blancas. Porción de finca  que heredan  sus descendientes Lázaro Martinez Paredes y Ascensión Solano Martinez ambos nacidos en El Cañar y abuelos maternos de Francisco. 


    Abuelos maternos Lazaro Martinez Paredes y Asunción Solano Martinez.


En el centro de aquella finca existía la vivienda familiar que el abuelo Lázaro había construido con sus propias manos, y tambien disponía de un pozo noria en lugar próximo a la rambla, en cuyo entorno hizo una pequeña huerta.

            En la parte alta entre minados diversos, existía un túnel de mina por el que manaba agua, con la que forma otra porción de huerta en lugar distante. Aquella finca utiliza la parte de secano que destinada a la siembre de guisantes y cereales, además de la existencia de árboles tales como higueras, almendros y algarrobos,  mientras que en la parte de regadío se plantaban hortalizas para el consumo familiar y, en ocasiones, el resto se vendía. En el abuelo Lázaro y su esposa Ascensión criaron tres hijos: Antonia, Lázaro y Juana.

            Pasado el tiempo los abuelos envejecen y piensan en donar a sus hijos, en vida, la propiedad de la  finca de El Cañar, para lo que la dividen en tres partes de siete fanegas cada una; con la salvedad de que  Juana la hija menor (madre de Paco) que era la que  ya casada  vivía finalmente en la casa de los  padres cuidándolos, sería  la que según una antigua tradición familiar, a la que se le donara la parte central de la finca con vivienda incluida.



     Solano, entrando a la zona  reconstruidad de edificios e instlaciones de la finca.

            La parte situada al Oeste se le asigna a su hijo Lázaro, mientras que la parte Norte situada en la zona más escabrosa y montuosa y en la que se encuentra el túnel minero del que manaba el agua para el riego, se le asigna a su otra hija Antonia. Como el agua que manaba aquel túnel venia recogiéndose en la balsa situada en la propiedad de Juana, el abuelo Lázaro en una solución salomónica, opta por que el agua pueda ser utilizada por los tres hermanos. Tiempo después Antonia llega a un acuerdo con su hermana Juana, a la que vende   su parte en la finca.

 
                        Aaro "reliquia" de arcabuces para sacar a gua del pozo  noria

Pasado el tiempo y con los abuelos fallecidos, así como los padres de Francisco muy Mayores  viendo en La Aljorra, deciden aquellos en demarcar  verbalmente y sin escritura notarial, las partes que a cada uno de sus dos hijos le asignaban, con la salvedad que siguiendo la tradición, el hijo menor seria el que heredara la parte donde estaba la casa familiar, mientras que a Paco se le cedía la parte adquirida a su  tía Antonia. 

    El  viejo pozo noria del que ahora el agua se extrae mediante una bomba sumergible

Pero al reconocer ambos esposos que la parte del hijo menor era mucho mejor, optan porque en aquella cesión se incluyera la zona de la noria y la antigua huerta (esta ya había desaparecido rota por las avenida quedando en la parte de fuera un cañal), zona que siempre fue reconocido como el inicio de aquella huerta, aunque Paco  a pesar de que la noria estaba dentro de su propiedad heredada, tenía que repartir el agua con su hermano.


   Instalaciones interiores para uso y recreo familiar

Al tener conciencia nuestro entrevistado de que podía disponer a modo de dueño de esa porción de finca cedida en donación , decide  marcar la parte antigua que fuera huerta junto a la noria, utilizando grandes piedras (algunas de 10 T) que recoge diseminadas desde el Cañar a Isla Plana, las cuales traslada y amontona en la zona. Seguidamente vuelve a contratar la maquinaria de los Hermanos Garcia, y utilizando aquellas grandes piedras forman un muro en el lindero de la rambla. Muro al que le da mayor solidez mediante la utilización de varias cubas de hormigón.


   Zona recrecida 4 metros con tierra, sobre la que se han platado arboles diversos.

Tras aquellos trabajos de deslinde queda una gran hondonada dentro de su propiedad (la vieja huerta y  la parte cercada por el muro), para lo que tratando de  limar aquel inconveniente, decide rellenar la zona con parte de terreno montuoso en tierra sin cultivo, perteneciente a un primo de la madre, para lo que Paco alquila un buldoces, que rellena  la zona citada de su propiedad dándole unos cuatro metros de altura, y a la vez acondiciona el terreno de su familiar al que favoreció, al dejarle totalmente explanado en una gran superficie, en la que aquel ha podido plantar 50 almendros.


   Capilla que allí se ha habilitado

Finalmente Francisco acaba adquiriendo en compra la parte del hermano Lázaro en la finca de El Cañar, en la que ha introducido bastantes reformas en caminos y plantaciones, y muy especialmente, reformando la zona de la primitiva huerta y la noria, en la que ha hecho instalaciones de asueto, recreo y expansión familiar, entre ellas algunas edificios, una piscina, la capilla  y la reparación del pozo noria la cual queda bajo techado.


  Tambien cuenta la zona de recreo con jardines y piscina.


LA POESIA DE FRANCISCO SOLANO.

            En los diferentes capítulos de esta historia, han ido apareciendo unos versos hechos por Paco Solano. Esta afición a la poesía de nuestro protagonista, se remonta a cuando este,  con 16 años de edad, se coloca como cobrador del autobús de viajeros de la Línea de Tallante a Cartagena, en donde conoció al poeta trovero-repentista Pedro Cantares, persona ya muy mayor que malvivía en El   Mesón “La Bomba”,   del caserío cartagenero de Los Patojos.

Pedro Cantares hacía tiempo que hacia aquel viaje  a la ciudad de Cartagena, y dada su extrema pobreza y ser persona afable y muy conocida, los cobradores del vehículo hacia “la vista gorda” para no cobrarle el billete, en el convencimiento que no podría costeárselo,

El poeta se bajaba en la  última parada del autobús en la Plaza de Los Carros, y se pasaba allí la mañana tratado de que alguien le pagara alguna convidá, normalmente en la Bodega de Nicolás, pues era tan pobre que no tenía dinero para tomarse algún vino, malviviendo gracias a su popularidad apreciada por amigos y conocidos. El autobús  lo solía tomarlo a las 9 de la mañana, regresando a Los Patojos en el de las 14 horas, y aunque regresaba algo alegre nunca dio síntomas de embriaguez. 

Cantares solía quedarse en la puerta del establecimiento y como era muy popular y conocido, siempre había personas dispuestas a pedirle hiciera aluna composición poética repentizada, normalmente alguna quintilla, y de inmediato entraban al establecimiento y se convidaban. 

Una forma de proceder del trovero esperando en la puerta de la Bodega, la vemos en la quintilla que tiempo antes hizo a Pepe conductor del autobús, al que dirigiéndose le dijo:
                                          
                                                “A veinte pasos de aquí;
                                                eché la vista pacá;
                                                y dije cuando te vi:
                                                Señores ya tengo aquí;
                                                pagada la Convida”.

Previamente y como ya se hizo referencia  en relación a las paradas de autobuses de viajeros en la  Plaza de Los Carros, en la que conductores y cobradores se reunían para almorzar, uno de aquellos comensales habitual que se unía como invitado especial a diario, era  el Sr. Cantares, tomándose algún pincho y algunos vinos. 

            Los empleados de autobuses solían reunirse dentro del vehículo de la línea de Tallante, pues aquel era de tipo chato y el motor ocupaba, sobresaliendo en su interior  la zona del capó, que utilizaban a modo de mesa. 

El trovero repentista solía recitar algunas de sus muchas composiciones en cuartetas, quintillas décimas y otras, de las que Francisco recuerda: “La Casa de la Popos”,  “Pepa la enamora, “La tía Jabiela, “La Breva”, “ El Planeta Marte”, “El Coco” y otras muchas, mayoritaria mente humorísticas y de tipo algo picarescas. Entre ellas la composición poética que había hecho en cierta ocasión, dedicada a la “boda de Pepe” el chofer del autobús en el que el poeta viajaba sin pagar. 

MUESTRA POÉTICA DE PEDRO CANTARES

   Hacemos mención en primer lugar a su  composición AUTO RETRATO


¡Nada de Pedro “Cantares”                     ¿Dudoso está que lo sea
Me llamo Don Pedro a secas.                   Ninguna de las tres cosas
Pérez por mi padre soy                             ¡ y las tres!. ¿Hay quien me entienda?
y Ros por línea materna.                          Profesión: escribo versos
Domicilio en la Bomba,                            y un poco tambien de escuela.
dormitorio en la pajera                            Ambas cosas en que invierto
edad sesenta diciembres                           las horas de mi existencia.
natural de Cartagena,                              Dánme ración harto escasa,
la de la mar sin pescado,                          de masolla que ternera.
la de los montes sin leña…                       Soy celebre. Me conoce
¿Estado?. Desesperado                            más gente que hay en a guerra...
-iba decir: Dios me tenga!                         y siempre que algún amigo
¡Vive dios! no soy soltero.                         por la calle me tropieza
ni viudo. ¡Ojala lo fuera!                           me dice tras saludarme
¿Qué soy entonces?. ¿Casado?               "Cantares" ¿Cuando te pelas?



GOLONDRINA.-

POESIA  DE PEDRO CANTARES, HECHA EN PRISION AL TÉRMINO DE LA GUERRA 
CIVIL (1939-1944)

GOLONDRINA ESTAS CANSADA               DILE QUE CESE SU LLANTO
QUE TE HAS POSADO EN MI REJA          DILE QUE LE MANDO UN BESO
NO VUELAS ALBOROTADA                        DILE QUE AL QUE SUFRE TANTO
EN BUSCA DE TU PAREJA                          QUE RECREASTES CON TU CANTO
QUE ESTARA DESCONSOLADA                QUE ME HAS VISTO AUNQUE ESTOY PRESO

ES QUE TE AGRADA GOZAR                     CUENTALE A MI POBRE VIEJA
DEL FRESCO AIRE AL BLANDO BESO    QUE UNA TARDE FRESCA Y BELLA
O ES QUE QUIERES ENDULZAR               TE PARASTES EN MI REJA
CON TU ARMONIOSO TRINAR                  QUE OISTE MI TRISTE QUEJA
LAS TRISTES HORAS DEL PRESO            Y QUE TE HABLE MUCHO DE ELLA

NO TE MARCHES GOLONDRINA              NO LE DIGAS QUE HE LLORADO
AUN HAY SOL EN LA MONTAÑA                NO LE DIGAS QUE ESTOY TRISTE
MIENTRAS LA TARDE DECLINA               DILE QUE AUNQUE ENCARCELADO
TRINA GOLONDRINA TRINA                     SONREIA ESPERANZADO
Y AL POBRE PRESO ACOMPAÑA              LA TARDE QUE TU ME VISTE

DIME GOLONDRINA HERMOSA               DILE QUE CUANDO DESTELLA
TU QUE ESTAS LIBRE Y CON BRIO         VENUS FULGIENDO CON BRIO
QUIERES VOLAR PRESUROSA                 ME MANDE UN BESO A LA ESTRELLA
Y  A UNA VIEJITA LLOROSA                     CUANDO LLEGUE EL BESO DE ELLA
ENTREGARLE UN BESO MIO                   ESTARA ESPERANDO EL MIO

CRUZARAS EN RAUDO VUELO                YA NO HAY SOL EN LA COLINA
MONTAÑAS RIOS Y VALLES                     EL CAMPO PIERDE COLOR
Y EN CARTAGENERO SUELO                   MIENTRAS LA TARDE DECLINA
LLORANDO CON DESCONSUELO           VUELA, VUELA GOLONDRINA
QUIZAS A MI MADRE HAYES                    DEJAME CON MI DOLOR                 
           






             ALAVANZA A LA BREVA,  DE PEDRO CANTARES

YA ESTA’ LA BREVA PINTANDO       NO HUBIERA GUERRA EN COREA                             
DEMOS  UN VIVA A LA HIGUERA       NI CONFLICTO EN EL JAPON
CUYA FRUTA ES LA PRIMERA            NI TANTISIMO SERMON                                   
QUE VA EL VERANO ANUNCIANDO  DIJERA EL PADRE LAREA…
LA BREVA ES EL FRUTO SANO          HABIENDO BREVAS NO HABRIA
DE LA CORPULENTA HIGUERA         DISPUTA NI CONTROVERSIA,
QUE AL MORIR LA PRIMAVERA        LO DEL PETROLEO DE PERSIA
ABRE LA PUERTA AL VERANO.         YA LIQUIDADO ESTARIA...

¡OH LA BREVA! DULCE  AMIGA           ¡OH  BREVA QUE AL PALADAR
LA DEL HAMBRE TAPADERA              TANTOS DELEITES LE OFRECES!
Y LA MEJOR COMPAÑERA                  ¡OH BREVA TU TE MERECES
DE LA SUCULENTA MIGA…                 DE MI LIRA ESTE CANTAR!

 YA ESTAS AQUÍ BIENVENIDA             ¡CUANTO CRIMEN CUANTO DAÑO
TE BENDICE QUIEN TE PRUEBA…    TU PRESENCIA EVITARIA
LASTIMA QUERIDA BREVA,                 SI EN VEZ DE SER FLOR DE UN DIA
QUE TENGAS TAN CORTA VIDA         N OS DURASES TODO EL AÑO!…

SOLO UN MES  ¡OH DESENGAÑO!       HABIENDO BREVAS NO HABRIA
VAS A HACERNOS COMPAÑÍA.            NI CARTILLA NI RACIONES
¡QUE BIEN EL MUNDO ESTARIA         NI ABASTOS NI FISCALIA...               
SI DURARAS TODO EL AÑO¡..                                

CUANTAS PENAS CUANTOS MALES    ¡OH BREVA!..¡CUAN ECESARIA                               
LA BREVA REMEDIARIA…                     ¡ERES A TODA LA GENTE!….
¡CUANTO CRIMEN  Y HEREGIA ¡          ¡OH SIFUERAS PERMANENTE
¡CUANTAS TRAGEDIAS SOCIALES¡      IGUAL QUE LA FUNERARIA!
SI LA BREVA SE ESTIRASE                     ¡OH, BREVA, YO TE BENDIGO!
HASTA DICIEMBRE O ENERO,              ¡YO TE RINDO PLEITESIA!
NO HABRIA EN EL MUNDO ENTERO   YO TE OFREZCO ESTA POESIA
NI UN MORTAL QUE SE QUEJASE…     PUES SOY TU MEJOR AMIGO.




 LAS CASAS DE LOS PÒPOS , DE PEDRO CANTARES


SON LAS CASAS DE LOS POPOS                   PUES MIRA SEGÚN MIS CUENTAS,
EL BARIO DE LA PREÑADAS                         CONTESTA LA OTRA FULANA,
DATE POR ALLI UNA VUELTA                       DE ESTA LUNA NO ME ESCAPO
QUE TE DIGO QUE HAY MANDANGA          TENGO LAS HORAS CONTADAS
SE VE CADA BARRIGON
CADA BOMBO Y CADA PANZA                      CHICA EL MIO ES EL  ACABOSE
Y CADA EMPAQUETADURA                           UN SIRVENGUENZA DE MARCA.
QUE A DIOS LO TIRA DE ESPALDAS            CHIQUILLA PERO TU SABES
EN EL MUNDO Y EN EL CATRE                    LAS VECES QUE SE LE EMPALMA
SE CASAN POCO LAS PAYAS                          YO LE TENGO MAS QUE DICHO
                                                                              QUE LA ZAMPE HASTA LAS CANCHAS
SI LAS OYES PLATICAR                                  EN EL CAÑO DE LA PILA
CUANDO COGEN LA PALABRA                     PORQUE YO ESTOY MÁS QUE HARTA
EN EL MOMENTO EN QUE ABREN              DE QUE TOAS LAS SANTAS NOCHES           
LA PUERTA POR LA MAÑANA                       ME ESTÉ SOLTANDO MANDANGA
DE LA RISA QUE TE DA
SI NO TE ORINAS TE CAGAS                         JOSUS QUE FOLLON DE TIOS
¿VECINA COMO VA ESO                                   QUE FOLLÓN Y QUE TABARRA
CUANDO ARRIAMOS LA CARGA                   ELLOS TE LARGAN LA TINTA
DIME, DIME ESTAS CUMPLIDA                     SE SACUDEN LA TELANGANA
O TE QUEDA ALGUNA FALTA?                       SE DESPACHAN A SU GUSTO   
                                                                               SE QUEDAN COMO UNA MALVA
                                                                              Y UNA ES LA QUE SUFRE LUEGO
                                                                              APRETANDO PÁ QUE SALGA
                                                                              JOSUS QUE FOLLÓN DE TIOS
                                                                              QUE FOLLÓN Y QUE TABARRA.




PEPA LA ENAMORA, DE PEDRO CANTARES

LLENDO DE AQUI PARA ALLA                          SI LE DICEN TIO VENADO
OIGO  DECIR A LA GENTE                                O TIO CABRÓN NO SE MOLESTA
QUE PEPA LA ENAMORA                                   Y TE DICE DE CONTADO
TIENE UN PAPO MUY CALIENTE                     TREINTA MILLONES ME CUESTA        
Y COMO ES SUYO LO DA                                   LA CASA QUE ME HE COMPRADO

YA DE MOZA PUTA ERA                                    TENGO TELE, LAVADORA
CAUTELOSA Y SOLAPADA                                MAQUINA PARA BORDAR
PUTEABA DE SOLTERA                                     ELECTRICA, PLANCHADORA
Y AHORA QUE YA ES CASADA                          Y COCHE PARA VIAJAR
SIGUE LA MISMA CARRERA                            ME LO HA COMPRAO MI SEÑORA

SIENDO NIÑA TODAVIA                                    Y TIENE MUCHA RAZON
SU CARRERA COMENZÓ                                  POR QUE ANTES EN LA REPESA
APENAS QUICE CUMPLIA                                TRABAJANDO DE PEÓN
EL VIRGO SE LO ENTREGO                            EL PAN FALTABA EN SU MESA
A UN CUÑADO QUE TENIA                               Y AHORA LE SOBRA EL JAMÓN

Y DESPUES DE HABER PERDIDO                  AHORA YA PUEDE COMER
EL VIRGO NO SE EL PORQUE                        MAGRA, SALCHICHA Y JAMÓN
EL JAMBO LA HECHÓ EN OLVIDO               GRACIAS A QUE SU MUJER
ELLA CON OTRO SE FUE                                DISFRUTA DE SALCHICHON
AHORA YA TIENE MARIDO
                                                                                                                                                              
UN ESPOSO RESIGNADO                                  ESTOS VERSOS TAN PULIDOS
QUE VIVE A LO SEÑORON                               TE LOS SUELEN OFRECER
Y LE TIENE SIN CUIDADO                                LAS DE LOS TREINTA QUERIDOS
SI LE DICEN QUE ES CABRÓN                        ESPOSAS DE SUS MARIDOS
NO SE DA POR ENTERADO                              QUE DUERMEN CON TU MUJER  .                                                                                                                

            Francisco, nunca con anterioridad a trabajar de cobrador conocía la poesía, y mucho menos el trato directo con un compositor de la misma; solamente conservaba breves recuerdos del el día que hizo su Primera Comunión, en la que dio lectura a unos versos que le proporciono su  maestra de escuela. Aunque él recuerde su infancia como sobre 1950, su abuelo materno Lázaro, le cantaba algunas coplillas en versos de las que recuerda  las siguientes:                                  


LA CULPA FUE DE UN PUCHERO


 EL LEBRILLO ESTA QUE TRINA                LA CULPA FUE DE UN PUCHERO
Y NO LO DEJAN BAILAR                              QUE VINO A METER LA PATA    
Y SE HA MARCHAO A LA CANTINA           LE DIÓ PORSACO A UN MORTERO
CON EL JABON DE FREGAR                       Y A UNA OLLA DE HOJALATA
A T’O ESTO LLEGO UN PEROL                  YO HE VISTO A UN BURRO VOLAR
DANDOSELAS DE GRACIOSO                     Y EN E AIRE PEGAR COCES
Y UN TANGUITO SE BAILO                         PARA EN UN MELONAR
CON LA GARRUCHA DEL POZO                Y DECIR EN ALTAS VOCES 
                                                                         HAY MELONES PÁ CARGAR


                                                                                               
El Sr. Cantares  solía repentizar sobre los temas que se le pidieran. Él, siempre llevaba un lapicero, solicitando le proporcionaran un papel para escribirla, y a la par que improvisaba la iba escribiendo,  entregándola a su finalización al que se la hubiera pedido.

Por aquel tiempo Solano se había hecho novio de la que pasado el tiempo, acabaría siendo su esposa, y Pepe el chofer le ruega al poeta le hiciera alguna poesía resaltando que el padre de la joven, con residencia en La Magdalena, se oponía al noviazgo dado que la chica, de nombre Isabel Garcia, solo tenía 14 años de edad. 

La citada poesía sobre el noviazgo de Solano, consistía en cinco quintillas improvisadas y escritas al instante, que él conserva como un tesoro, pues aquel poeta hizo un trabajo que  gustó mucho a ambos jóvenes.  
  
                                   
VERSOS  A LOS NOVIOS FRANCISCO E ISABEL, Cantares




TENGO UNA NOVIA BONITA                AUNQUE ME TIRE CON BALA
UNA ESTUPENDA MUJER                      QUERIENDOME DAÑO HACER  
QUE SE LLAMA ISABELITA                   MAS FIJO QUE LA PARRALA
Y A LA QUE CON SU QUERER              MI SUEGRO TIENE QUE SER
DE NOCHE EL SUEÑO ME QUITA        A LA BUENA O A LA MALA

LA QUIERO Y ELLA ME PAGA              Y AUNQUE SU PADRE ME AFLIJA
CON OTRA MONEDA IGUAL                 YO HE DE SEGUIR MI CARRERA
LA ALAGO Y ELLA ME ALAGA             EN QUERIENDOME LA HIJA
Y AQUÍ VIENE LO FATAL,                      BASTA CON QUE ELLA ME QUIERA
QUE SU PADRE NO ME TRAGA            Y AL SUEGRO LE DEN CON LIJA

ES EL COLMO DE MIS MALES
COMO PUEDEN COMPRENDER
QUE SI LA CUENTA ME SALE
SU PADRE TIENE QUE SER
ABUELO DE MIS ZAGALES


Desde aquel momento se aficiona a leer aquellas poesías que hacia   Cantares, pues aquellos contactos con el trovero se prolongaron  durante los cinco años que Paco fue cobrador de aquel autobús, y aunque él no frecuentó ambientes troveros, todo lo que le caía en su mano lo leía, e incluso como ya veremos, llegó a escribir infinidad de poesías.

Lo último que supo sobre el poeta repentista Pedro Cantares, es que auel falleció muy poco tiempo después de que Paco abandonara su trabajo como cobrador de autobuses.

SU AFICION ESCRIBIR POESIA

Fue a partir de que Solano, con unos 24 años de edad se hace obrero autónomo, conduciendo una furgoneta de su propiedad, que al principio utilizaba para llevar y recoger un grupo de 12 mujeres que hacían faenas agrícolas en los viveros de la zona de Mazarrón. Durante una de las ocasiones que esperaba el regreso de aquellas jóvenes para su traslado, se entretuvo e hizo para ellas citándolas, una   poesía  de tipo “aguilandero”, con 18 cuartetas, que rimaban el segundo verso con el cuarto.

                  Francisco Solano escribiendo poesias en su ordenador.

 Francisco en recuerdo al viejo trovero Cantares, 
le dedica los siguientes versos:


          Y entre muchas correrías               Ahora justo al retirarme
          surcando por esos lares                  se que estas en los altares
          conoce a pedro Cantares                yo te recuerdo Cantares
          se inspira en sus poesías                 y en tí yo quiero inspirarme
          escucha todos los días
          su buena composición                    Te recuerdo noche y dia
          siente Paco admiración                  y te tengo en los altares
          por ese ilustre poeta                       y que gran dicha la mia
          que el verso bien interpreta            discipulo de Cantares
          Y así nace su afición                       en versos y en poesía


Poco tiempo después también hizo otros versos de tipo humorístico con 21 cuartetas, destinados a al hombre que le sustituyó como cobrador de autobuses, el cual había tenido un accidente de tráfico cuando se dirigía a Cuesta Blanca conduciendo su propio vehículo (un SEAT 600) y el coche se salió de la carretera estrellándose en la “Tienda de Antolín”, y aunque el accidente fue aparatoso dado que el vehículo dio varias vueltas de campana, el conductor solo estuvo hospitalizado un par de días sin mayores consecuencias.

Sobre 1976 y con motivo de formarse la Asociación de Vecinos de La Aljorra, a la que se presentaban dos candidaturas, en una como aspirante a Presidente la encabezaba Salvador Solano, con farmacia en la localidad y vinculado al PSOE; mientras que la otra candidatura la encabezaba Luis Guarch, también dueño de la otra farmacia de la misma localidad, este hombre más vinculado  a las “derechas”.

Se daba la circunstancia que ambas candidaturas hicieron su propio programa electoral basado sobre las promesas y mejoras que iban a llevar a cabo, recogiendo el programa del candidato de “las derechas”,  -“su deseo de  hacer un aeropuerto en La Aljorra”.

Francisco Solano, se inspira y hace al tema de la construcción del aeropuerto, una poesía con 11 cuartetas en plan cómico.

EL AEROPUERTO DE LA ALJORRA. por: Francisco Solano

 


UNA GRAN CANDIDATURA                        LAS FIGURAS REGALADAS
MUY FUERTE DE PRESUPUESTO            Y LOS JUEGOS DE CAFÉ
VA A COMETER LA LOCURA                    MANTEQUILLA Y SOBRASADA
DE HACERNOS UN MONUMETO             TAMBIEN EL QUESO HOLANDÉS

UN GRAN GERENTE DE IBERIA              SI ES MALO PARA EL TENDERO
HE OIDO QUE AQUÍ VA AVENIR               PORQUE LO COGEN DEBAJO
LA COSA ES BASTANTE SERIA                ES BUENO PARA EL OBRERO,
LO HA INVITADO DON LUIS                      HABRÁ PUESTOS DE TRABAJO

ES SEGURO QUE TRAE EL PLANO          AL NUERO VI  EL OTRO DIA
SIN IMPONER CONDICIONES                  QUE REVISABA EL PROYECTO
SOLO BUSCARA UN BUEN LLANO           Y ASI LO OÍ QUE DECIA:
QUE ATERRICEN AVIONES                       YO CONSTRUYO EL AEROPUERTO

CIUDADANOS DE LA ALJORRA               NO SE MOLESTE NI OPRIMA
NO ES UNA BARBARIDAD                         QUE NO TIENE SOLUCIÓN  
VUELO DIRECTO HACIA ANDORRA       LO HACE COSTRUCCIONES GREYMA
VIVA LA COMODIDAD                                PORQUE ES DE LA COMISÓN

HABRA VUELO A MELILLA                       PIDO PERDÓN PRESIDENTE
TRES DIAS A LA SEMANA                          LES PIDO PERDON SEÑORES
CON REGRESO POR LA TARDE               PORQUE HABRÁ SEGURAMENTE  
Y SALIDA POR LA MAÑANA                      HUELGA DE CONTROLADORES

EL COMERCIO DE LA ALJORRA
EMIGRARÁ Y PARA RATO
LA GENTE VUELA HACIA ANDORRA
DONDE SE COMPRA BARATO



RECAUDACION  PARA LA REPARACION DEL CAMINO DE EL CAÑAL

En otra ocasión, Francisco Solano en sociedad con su primo Paco Solano Martos, ambos hijos de El Cañar de Tallante, acuerdan  poner a la venta unas participaciones de lotería del Sorteo del Niño de fecha 6 de Enero de 1983, de una serie completa (100 décimos de 2000 pesetas cada uno) del nuero 68820. Con las que consiguieron un beneficio de 20.000 pesetas, destinadas a la reparación de la carretera que discurre por la rambla de El Cañal. 

         
            Las papeletas debidamente impresas, llevaban una poesía escrita con 10 cuartetas, en las que se hacía alusión el destino que se iba a dar al beneficio económico que se consiguiera. Papeletas que, casi en su totalidad, fueron vendidas  el día 1º del año 1983, entre los muchos vecinos, familiares y amigos que asistieron a la Ermita del Cañar, durante los “Cantos de Aguinaldo” que allí como era tradicional, hicieron las cuadrillas de Tallante e Isla Plana. 

            Aquel dinero se lo entregaron a un hombre mayor conocido por “El Nene de la tía Lucia”, vecino de El Cañar, que era el que habitualmente se encargaba en aquel tiempo de avisar a  la “maquina” (un vehículo tractor con su trajilla) con el que se eliminaban los grandes surcos hechos en la carreteras por las aguas pluviales. 


    Participacion de Loteria Nacional, para recaudar fondos y reparar el camino de El Cañar. En ella estan impresas los viersos que Solano hizo.

            Tambien en otras ocasiones aquel camino era reparado mediante  el donativo hecho por algunos vecinos, especialmente destacaba Vicente Agüera, nacido y afincado en El Cañar, que era dueño de una panadería en el pueblo de Tallante, el cual por su cuenta mandaba un vehículo tractor.
            Aquel camino, a excepción de tiempo de fuertes lluvias, se mantenía firme de forma natural, por el paso de los vehículos y con el continuo circular de una mana de ganao de unas 300 ovejas que lo transitaba a diario, propiedad de Alfonso “el Chaleco”, residente en el caserío,   siguiendo la tradición ganadera de sus antepasados. 

EL ALUMBRADO ELECTRICO

            El caserío de El Cañal en su conjunto careció de electricidad de siempre, hasta que se puso una instalación general de luz eléctrica, a partir de 1979, con la llegada de Enrique Escudero a la alcaldía de Cartagena,  y siendo presidente de la Asociación de Vecinos de Tallante un socialista llamado Julio.

            Todo el costo de aquella instalación de la que se beneficiaron la totalidad de aquellos vecinos, fue a cargo de las arcas municipales, dejando la toma eléctrica individual junto a la vivienda de cada uno de ellos, por lo que aquellos solo tuvieron que contratar y pagar el importe de acometida  con la compañía eléctrica.

MÁS SOBRE LA POESIA DE FRANCISCO SOLANO

            Durante sus largo recorrido con su furgoneta por pueblos y establecimientos en su diario reparto de mercancías, solía aprovechar  el tiempo dando rienda suelta a sus pensamientos poéticos sobre cualquier cosa y cuando se estacionaba los escribía. Ahora lamenta no saber dónde se encuentran las muchas poesías que en aquel tiempo escribió las cuales nunca se publicaron.

Francisco aunque nunca asistió a veladas troveras, si  llegó a tener contactos con un guardia civil retirado de nombre Bartolo Sánchez “el Linos”, gran aficionado a escribir poesía con el que llego a establecer una especie de correspondencia de intercambio de versos, normalmente a modo de controversia, aunque Francisco añade que a él no le gustaba atacar al contrario…

            En cierta ocasión de regreso a su domicilio encuentra a Bartolo en la Plaza de La Aljorra reunido con variaos viejos más. Este hombre frecuentaba mucho aquella plaza pues aunque pensionista jubilado del cuerpo de la Guardia Civil, se ayudaba consiguiendo algunas comisiones a modo de corredor, en la compraventa de casas y fincas en las que el intervenía.

            Francisco aparca su furgoneta y escribe unos versos que en aquel momento le entrega a Bartolo, que tras leerlos anuncia que ya le contestaría en los siguientes términos:

                                La plaza esta concurrida
                                no quedan localidades
                                Qué bien se pasa la vida
                                Bartolo y sus amistades
                                en esta plaza querida

El abandona el lugar, pero como en aquel momento Francisco se sentía inspirado, durante el recorrido hace un par de quintillas más, como si fueran la contestación que a la suya primera le hiciera Bartolo, y en las cuales decía:


          “No es necesarias la encuesta;               "Controlo la situación:
          yo de la plaza disfruto;                             hagos tratos a porfia,
          pero mi mente esta alerta;                        hago trovo en ocasión
          y también le saco fruto                             refuerzo mi economía
          y mi mente está resuelta.                          y obtengo compensación

Al siguiente día ya le contesto Bartolo con 15 quintillas de alago y reproche muy bien hechas. Aquel intercambio poético duro hasta que Bartolo falleció, sobre 1995.

En 2011 Francisco hace una composición en verso como homenaje póstumo al poeta que fuera su amigo Bartolo Sánchez, solicitando su ayuda en la inspiración poética mediante su intercesión celestial. Una copia de aquellos versos la hizo llegara la hija del Bartolo, la cual como muestra de alegría, le remitió a Solano otros versos de agradecimiento.  

Solano como persona que había ido poco tiempo al colegio, tenía que apoyarse en su nuera Maricarmen Martinez, esposa de su hijo Alfonso, la cual le pasaba a limpio las poesías y corregía las faltas de ortografía. De aquel trabajo de copia y rectifica, la muchacha se aficiona al verso y llegó a componer alguna pesia.

Cuando Francisco se jubila el día 14 de octubre de 2010, celebra una comida familiar en la finca de El Cañar, en la que además de hijos y nietos al completo, asistió su prima Asación Martinez solano acompañada por su esposo Vicente Agüera (panadero en Tallante) y sus hijos Vicente y Asunción; también estuvo en aquel acto  su cuñada Teresa Garcia y su esposo Antonio Ros “el Pájaro”, con sus hijos Juan Antonio y María Eulalia. Entre los regalos materiales que Francisco recibió por parte de su familia, fue un ordenador portátil.

 
 Acto familia para la comunión de su  segundo hijo, celebrada en  la Venta El Huevo.

Su nuera Maricarmen escribió para aquel acto unos poemas muy emotivos debidamente encuadernados, con el tema: Versos al Jubilado. Por su parte su cuñada Teresa le hace unos versos escritos a mano.

Vicente el hijo de la prima Asunción que entendía el manejo del ordenador, pasa al que le habían regalado a Francisco, las composiciones poéticas de aquel acto, a la par que da unas breves nociones a Solano sobre el funcionamiento de aquel maravilloso  “artilugio de la técnica”, para que fuera archivando en el mismo sus muchos trabajos poéticos.

Francisco sabia escribir a máquina, pues desde niño cuando hacía de monaguillo, el sacerdote al que ayudaba en la Iglesia de Tallante le había dado clases de mecanografía, y ya cuando tuvo su propio negocio en marcha adquirió una antigua máquina de escribir que venía usando.

Con el ordenador Paco da riendas sueltas a su imaginación inspirándose especialmente en su maestro el viejo Pedro Cantares, del que, entre las pesias que el conservaba en su memoria y otros escritas que el tenia, además de las que pudo lograr mediante otras de sus amistades,  hacer un voluminoso repertorio poético, en el que ha incluido muchas de las vivencias en verso de su propia biografía.

Tambien ha incluido su correspondencia poética con el ya fallecido Bartolo; otra con Jacinto Sánchez “el Chimeneas” antiguo taxista y gran aficionado a la pesia; también con la petisa Leonor Garcia, hija de Alfonso Garcia, trovero de la Cuadrilla de Tallante.

POESIA EN DECIMAS

            Paco nunca había hecho pesia en décimas, pero una noche asistió a la charla en el Centro Cívico de La Aljorra, en la que el trovero “El Taxista” desarrollo el tema sobre la forma correcta, en rima y verso, sobre cómo se hace la décima, tomando buena nota de la misma


            Tambien pudo asistir al Festival Trovalía en el año 2012 (Un evento poético internacional organizado por el  Ayuntamiento de Cartagena), con la participación de troveros de Cuba, Puerto Rico y Panamá, además de los troveros cartageneros Andrés Marchon, de la Aljorra; “El  Molinero” que además era concejal del Ayuntamiento de Cartagena; “El Baranda” y “El lagunero”.

 
    Antiguo Balneario  de aguas termales, de Isla Plana concido por "Los Baños de la Marrana"          
          El Ayuntamiento de Cartagena dedica una de las jornadas del evento Trovalia, para su celebración en  la amplia zona junto al mar y la Iglesia de la población de isla Plana, localidad costera turística que ha mejorado muchos su entorno e instalaciones. 

Famoso es y muy visitado un lugar de aguas termales brotadas en la playa,  cercano a la Iglesia, datado ya en el Siglo IX., en donde en Mayo de 1901 se hicieron unos baños públicos conocidos como “Los Baños de la Marrana”, al parecer debido a que muchos antes de su construcción, le dio a una cerda (puerco) por ir a bañarse  en ellos. 

 
    Lugar de Isla Plana, donde se han celebrado los actos folklorico-poeticos Trovalia       

             Paco comenzó a hacer décimas, iniciándola con los 9 participantes de Trovalia 2012, y ahora se ha aficionado y le encanta dicha modalidad poética, de la que se hace mención a la primera decima hecha por Paco Solano:


          Siendo solo aficionado                       quiero rendir homenaje
          me he esmerado en el engrose           y en un alto porcentaje      
          y a Trovalía dos mil doce                  que para mí son honores
          décimas he confeccionado                 rendirle a estos trovadores            
          Y al sentirme yo inspirado                 porque son de alto voltaje


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LOS NEGOCIOS ALMACENES SOLANO
Y CONTRATACION DE NUEVOS REPRESENTANTES

        Tras que Paco lograra nuevamente sacar a flote su negocio como Almacenista, contrata a Manuel Abad Gonzales, un buen viajante y persona muy entendida,  al cual le ofrece la cartera de clientes y el  10% de comisión; condiciones que el Sr. Abad acepta, poniendo como única objeción la libertad para llevar el muestrario a sus clientes, sin aceptar los de Cartagena, Murcia y Archena. A lo que Paco añade –“Si cobro al contado o Vd. considera que el cliente responde, yo reparto la mercancía hasta en Galicia o donde Vd. Venda”. 

         Milagro hizo el Dios Divino               Lo admite en representante
         Paco con pocos metales                     a este cachondo mental,
         se le cruza en su camino                    las ventas sube al instante
         Don Manuel Abab Gonzales.             éste gran Manolo Abab

Aquel representante,   hombre  sobre 1,90 de altura, muy recio,   con edad similar a la suya, se dedica a una ruta por muchos pueblos de Albacete, Andalucía y Ciudad Real. Paco también continua haciendo el reparto, y durante dos días a la semana hace  las compras en Valencia y Málaga. Su hijo mayor  continúa en el almacén y hace las notas.   Aquel viajante en cada pueblo hacia un cliente, pero  si había problemas de cobro, él acompañaba a Paco  cuando este hacia el reparto, por supuesto a gastos pagados.

 Un día en Jaén llegaron al pueblo Arroyo de Ojanco, situado en la falda de la Sierra de El Segura junto al pantano del Tranco. Eran tiendas donde se vendía de todo. En un restaurante de pueblo comen asado de cordero, y aquel viajante repitió  la ración hasta tres veces. Después piden flan que aquel tambien repite. El camarero se interesa por el nombre de aquel viajante tan comilón, y al poco regresa portando un artístico pergamino, en el que se nombraba a D. Manuel Abad Gonzales “1ª cuchara europea.”. Al parecer era algo habitual o gracioso, que a ciertos clientes se les hacía en aquel restaurante…


    Edificio donde esta el comercio Almacenes solano y dos de las viviendas de la familia

El ingenio de aquel viajante era tal, que cuando llegaba a un establecimiento y le preguntaba sobre la casa a la que representaba, el presumía de replantar, más que un almacén, aquello era  el Arca de Noé. Y tan inquieto eran en logra servir a sus clientes (normalmente tiendas en pueblos pequeños y apartados, en los que  en el mismo establecimiento hacían los servicios de funerarias; que acepta un pedido de seis cajas mortuorias. 

Unos diez años estuvo aquel viajante unido al negocio del Sr. Solano. En esa etapa se dedicaron a poner en maceta planta artificial, paro lo que se preparó un muestrario. La planta artificial la encuentran en la ciudad de IBI, de una empresa importadora de planta artificial llamada UNIMA, S.A, y Francisco  en su almacén dedica a tres mujeres a la fabricación de aquellas macetas, las cuales  se vendieron a miles.
 
 
                   Los hermanos Paco y Lazaro Martinez Solano

Cuando su hermano Lázaro volvió y  se dedica a la autoventa en el negocio de Paco, estaban como representantes los dos socios de la empresa de autobuses, pero terminada aquella sociedad y su posterior marcha de la empresa, Lázaro opta por dejar la autoventa y se dedica solo a la representación, y además como ayudaba al representante Manolo, percibe aparte como gratificación extra, un 2%  de las ventas que hiciera el citado Manolo.

           Felipe  Garcia suegro de Fancisco Solano, vendedor ambulante de pescado

            Por aquel tiempo un cuñado de Lázaro (hermano de su esposa), cierra en Cartagena un almacén similar al de Paco, y los dos cuñados se asocian y abren otro almacén en La Aljorra, por lo que el hermano menor le devuelve el muestrario cesando en las representaciones, cosa aquella que le crea a Paco un gran “malestar”, entre otras cosas, porque su hermano como representante y vendedor era muy eficiente en su cometido.

 Entonces irrumpe en el negocio  su hijo Francisco Felipe, nacido el 19 de septiembre de 1972, que con sus 18 años y disponiendo de carnet de conducir, asume la representación del negocio familiar en la ruta que dejara su tío Lázaro, mostrándose muy competente, además de también poder ayudar en los muestrarios al Sr. Manolo.

            Conforme el Sr. Manolo a causa de padecer algún tipo de enfermedad va decayendo en las ventas, Francisco Felipe va atendiendo parte de aquella clientela de las zonas de Granada, Albacete, Almería, edemas de la de Murcia y Alicante que aquel nunca quiso hacer…

 AUMENTO DE LOS LOCALES DEL COMERCIO, 
Y EDIFICACIONES PARA LA FAMILIA

Al quedar insuficiente el local destinado a tienda, deciden construir los 400 m2 de la parcela anexa, para lo que utilizan la parte de huerto, además de eliminar la piscina y la vivienda que allí habían hecho. En ese tiempo el padre de Paco  había fallecido, quedando únicamente su madre y su abuela, instaladas  en un piso adquirido anteriormente   en la Calle Camino. 
 
Lazaro Solano, representante del negocio de su hermano. Junto a él su sobrino Alfonso


            El padre se coordina bien con sus hijos, de tal forma que uno de ellos se dedica a la venta  como representante, el otro en la tienda vendiendo y atendiendo el almacén, y él repartiendo y comprando. Las ventas al detalle de la tienda la llevaba Isabel (su esposa), ayudada por su hija Juana Mari y dos dependientas.

            Conforme las grandes superficies se van instalando por todas partes, las tiendas pequeñas van decayendo, Su hijo Francisco Felipe  opta por abrir una vía de ventas por la costa de Murcia Almería y Valencia, de artículos de decoración en la jardinería (figuras, maceteros, jarrones, etc.). Negocio que dio buenos resultados, pues en ese tiempo  los extranjeros compraban muchas viviendas y chales en esas zonas y había que decorarlos.

ACUERDO FAMILIAR E INCREMENTO DE PATRIMONIO EN BIEN DE LOS HIJOS

Los esposos Paco e Isabel, hacía años que había acordado con sus hijos  que trabajaran  sin cobrar sueldo, percibiendo únicamente los gastos, para así poder destinar los ingresos o ganancias del negocio en la construcción de una vivienda para cada uno de ellos según necesidades, Considera Paco que sus hijos, aunque de solteros solo cobraban gastos, pudieron disfrutar de cuantos caprichos quisieron; pero al contraer matrimonio ya dispusieron de un sueldo del negocio.

          Paco acuerda con sus hijos          Unidos como una piña
          porque así lo ve oportuno             tres pisos se construyeron
          solo cojan gastos fijos                  con gran gozo y ná de riña                        
          y hacer piso a cada uno.               que así se lo propusieron.

 
    Boda de su hijo Alfonso con Maricarmen martinez. Aparecen los padres y los dos hermanos
 
La familia estaba muy unida, y así se llega a la boda del hijo mayo que contrae matrimonio con Maricarmen, Martinez Moreno, que contrae matrimonio, de cuyo matrimonio tiene dos hijos (Fran de 14 años y Blanca de 8) dándose la circunstancia el niño mayor se llama y apellida igual que su abuelo Paco. La nuera ingresa en el negocio familiar como contable y dependiente, después de nacer su primer hijo  

   
Según lo acordado entre padres e hijos,  el hijo Alfonso ocupa el piso de 400 m2 (200 de vivienda y otros 200 de terraza y patio) edificado sobre el gran bajo almacén y tienda.             Lo mismo sucede cuando tres años después Francisco Felipe contrae matrimonio con María José Sánchez, al que se le construye una casa similar sobre el otro almacén  anexo de 400 metros cuadrados (200 de vivienda y 200 de patrio-terraza). Ambos hijos equipan sus casas con buen mobiliario y toda clase de detalles

 
Los Tres hijos de Paco e Isabel,  el dia que se festejó la jubilacion de su padre

            Como entre Paco y su esposa Isabel prima la idea de que cada uno de sus hijos reciba de ellos la herencia en vida de forma equitativa, Cuando su hija Juana María Solano, que desde niña venia regentando la tiendo ayudando a su madre, cuando cumple los 25 años de edad, aun estado soltera, la familia proponer construirle una vivienda similar al de los dos hermanos.


  Hija Juana Maria Solano y su esposo Fulgencio Martinez


Pero como los padres carecían de terreno, adquiere en zona próxima a sus almacenes un solar de otros 400 m2, propiedad de Gerónimo Bastidas muy a migo de Paco, en el que seguidamente se hace un edificio de tres platas  compuesto de sótano, planta baja y 1º piso, cada uno de ellos con 400 m2, además de una buhardilla de 150 m2. Previamente los dos hermanos restantes habían aceptado esta mejora hecha sobre la propiedad que se hizo a  su hermana, dado que  estos habían recibido de sus padres un bajo comercial para cada uno de ellos debidamente escriturado, situado en la Barriada de Venecia, en La Aljorra.


  Boda de su hijo Francisco Felipe co Maria Jose. Estan con los padres del novio.

            El negocio familiar durante muchos años estuvo marchando muy bien, aunque las múltiples y sucesivas compras de inmuebles e inversiones en patrimonio, y finalmente  la agudización de la crisis que se manifiesta  en el año 2010, van causando dificultades, por lo que fue preciso hipotecar con nuevos préstamos parte de la finca de El Cañar, cuyo último pago de aquel préstamo fue hecho en abril de 2013, lo que ha supuesto un gran alivio para Paco, el cual hoy jubilado, considera que ya él no volverá a pedir ningún otro crédito.
 
  Paco ya retirado de sus negocios, entreteniendose en trabajos en su finca de El Cañar



   Los abuelos isabel y Francisco rodeados por sus nietos.

            Paco  actualmente ya jubilado, se entretiene en su finca de El Cañar a la que acude diariamente,  atento a la marcha de sus plantaciones e instalaciones. Tambien como apasionado a la poesía continuamente va componiendo versos y más versos. Todo ello sin descuidar a su esposa, hijos y nietos.




 NOTA FINAL DEL AUTOR

            Rogelio Mouzo Pagán ha narrado estas vivencias, que se corresponde con hechos verídicos y reales, apareciendo en ella, tanto el protagonista Francisco Solano y su familia, vecinos, conocidos etc., los cuales están citados con su verdadero nombre o apodo.

Los versos que en ella se incluyen han sido hechos por Francisco Solano Martinez, y las fotografías pertenecen al archivo Histórico Minero Rogelio Mouzo Pagán; al Archivo familiar de Francisco Solano, y otras son de fuentes desconocidas. A todos ellos mi agradecimiento.

            El autor no tiene inconveniente, en atender a cuantas sugerencias se le indiquen en relación a algunas fotografías de origen desconocido que se incluyen; así como a sustituir o retirar, los nombres o apodos de los personajes citados que así lo soliciten. Gracias.